Más problemas con la formación profesional (FP) en Cataluña. A la crisis por la falta de plazas públicas que ha marcado el arranque del curso, se ha sumado en las últimas semanas un nuevo conflicto en los centros: no hay profesores de informática. Una coyuntura que perjudica a los institutos con estudios en desarrollo de aplicaciones multiplataforma --DAM, en la jerga del sector-- en robótica, videojuegos y entornos móviles, redes de programación y microinformática, entre otros. Las dificultades se extienden, además, a otras categorías vinculadas con la industria 4.0, como la fabricación mecánica.
Los equipamientos que prestan estos ciclos --la segunda familia más demandada por los jóvenes por detrás de los grados de salud-- hacen frente a serios problemas para hallar docentes que impartan las asignaturas. Una situación explosiva para muchos centros que, un mes después de la vuelta a las aulas, aún no han completado su claustro.
Medidas extraordinarias
La situación ha llevado, incluso, a que la Generalitat abra la puerta a la contratación de estudiantes con un grado superior. Una alternativa extraordinaria que está siendo valorada por algunas escuelas consultadas por Crónica Global, pese a que la normativa exige que los enseñantes acrediten una titulación universitaria. "Ni aún así encontraremos a nadie", se lamenta un director que prefiere mantener el anonimato.
La Consejería de Educación practica pruebas de capacitación a marchas forzadas para cubrir las vacantes y, como ha reconocido el Departamento a este medio, se ofrece una salida para que determinados profesionales empiecen a dar clases sin superar ningún examen. En concreto, se brinda esta opción a los técnicos en desarrollo de aplicaciones multimedia, desarrollo de aplicaciones web y administración de sistemas informáticos en red para impartir los módulos profesionales descubiertos. Lo que no ha querido compartir el Departamento es el número de docentes de informática con número, es decir, en la bolsa de los distintos servicios territoriales repartidos por Cataluña.

Alumnos de informática / EUROPA PRESS
Quejas sindicales
Los sindicatos consideran que la precariedad de base de la red pública dificulta la captación de profesionales. El responsable de FP en UGT, Jesús Martín, considera que está situación era "previsible en determinadas especialidades como informática". "Pero el Govern debería haber tenido un plan pactado con los sindicatos que permitiera la incorporación de los profesionales necesarios. Se han de encontrar mecanismos para habilitar personas y poner las herramientas que les permitan homologar títulos para tener la titulación adecuada", expone. "¿Cómo es posible que queden plazas desiertas?", se pregunta.
Por su parte, la secretaria de educación de CCOO en Girona, Ester Satorras, destaca la "inestabilidad" de la bolsa de profesores. "Ahora eres sustituto, ahora interino... el Departamento tendría que hacer políticas de estabilizar el personal. Si no, esto empezará a pasar en otras especialidades", advierte.
Situación paradójica
De hecho, un director de instituto reconoce que los sueldos y la estabilidad del tejido empresarial --incluidos los centros de titularidad privada-- ponen el listón demasiado alto para la enseñanza pública, aun cuando las propias compañías tienen dificultades para hallar el talento que necesitan. "Viene una persona a por una vacante y pregunta qué contrato puedo ofrecerle. Pero solo se la puede contratar por tres meses porque es una sustitución. Evidentemente, no le interesa", sentencia este interlocutor. Pero precisamente por eso plantea soluciones como permitir las horas extra en centros públicos por parte de otros enseñantes, al igual que ocurre en el Institut Obert de Cataluña (IOC), o bien mejorar las condiciones de las plazas de difícil cobertura. Además, reclama más rapidez en la resolución de estos episodios por parte de la Administración.
La situación es paradójica. Pese a tratarse de estudios clave en la nueva economía perfilada por las tecnologías de la información, la Generalitat se topa con una infradotación de personal cualificado. "El problema no es de ahora, sino que viene de lejos. Este año se ha notado más porque ha habido un boom de matrículas", añade un docente. Pero aunque los alumnos quieran aprender a programar, la tarima sigue vacía.