Expertos de ROC Clinic han detallado cuáles son las enfermedades urológicas más frecuentes durante las primeras etapas de la vida / SERVIMEDIA

Expertos de ROC Clinic han detallado cuáles son las enfermedades urológicas más frecuentes durante las primeras etapas de la vida / SERVIMEDIA

Vida

Estas son las enfermedades urológicas más frecuentes durante el crecimiento de los niños

Conocer cuáles son las patologías habituales durante las primeras etapas de la vida es vital para lograr su detección precoz

30 mayo, 2022 15:52

Expertos de ROC Clinic han detallado cuáles son las enfermedades urológicas más frecuentes durante el crecimiento y desarrollo de los niños, así como una serie de recomendaciones para facilitar la detección y su seguimiento.

Mientras en los lactantes la consulta más común es la criptorquídia --la ausencia de testículo en la bolsa escrotal--, a partir de los tres años es habitual empezar a tratar la fimosis y en la adolescencia, los varones deberían comenzar con la autoexploración para descartar tumores o quistes.

Patologías prenatales

Una de las patologías prenatales más comunes es la ureterohidronefrosis, una enfermedad diagnosticada durante la gestación. Se trata de la dilatación de la vía urinaria superior, es decir, el conducto que lleva la orina desde el riñón hasta su entrada en la vejiga. Puede deberse a diversas patologías, siendo las más prevalentes el reflujo vésico-ureteral (RVU) y la estenosis pieloureteral (EPU), entre otras.

“En concreto, el RVU es el hallazgo urológico más frecuente en el periodo neonatal, ocurriendo aproximadamente en el 1% de los recién nacidos y hasta en el 30% de aquellos que presentan infecciones urinarias con fiebre, además de tener un alto factor genético, pudiéndose heredar de padres a hijos hasta en el 35% de los casos y entre hermanos en el 27% “, explica la cirujana pediátrica, especializada en Urología Pediátrica y responsable de la Unidad de Suelo Pélvico Pediátrico de ROC Clinic, Laura Burgos.

Enfermedades del lactante

Durante el primer año de vida, es importante llevar a cabo revisiones periódicas para poder diagnosticar de forma precoz posibles anomalías del desarrollo que requieran tratamiento en edades tempranas. La patología más frecuente durante esta etapa es la ausencia del testículo en la bolsa escrotal. Se conoce como criptorquídia y es debida a un fallo en el descenso normal del testículo, desde la cavidad abdominal hasta el escroto. 

De acuerdo con la doctora Burgos, “el testículo necesita unas condiciones óptimas para su correcto desarrollo y crecimiento y por ello es importante que, si lo precisa, sea intervenido para alojarlo en la bolsa escrotal”. Otra patología común es la hidrocele. No afecta al crecimiento del testículo y no provoca dolor, pero debe ser valorado por un especialista, pues el testículo se encuentra en su sitio, pero la comunicación con la cavidad abdominal permanece abierta y el líquido desciende al escroto, provocando el aumento de tamaño de éste a lo largo del día.

Patologías en niños

A partir de los tres años, empiezan a ser frecuentes enfermedades como la fimosis o la incontinencia urinaria. La primera consiste en la estrechez congénita de la piel del pene que impide la retracción del prepucio y por tanto, la correcta higiene de la zona. Respecto a la incontinencia urinaria, es habitual que aparezca en esta etapa, ya que el niño empieza a adquirir más autonomía y se dan situaciones en las que prioriza el juego y reprime las ganas de orinar, lo que puede derivar en escapes e infecciones de orina.

Entre los seis y los ocho años, empieza a ser frecuente la enuresis, los escapes de orina durante el sueño. Afecta al 10-20% de los niños de siete años. La doctora Burgos recomienda distribuir la ingesta de líquidos y, cuando indicado, contar con la ayuda ocasional de medicamentos para ayudar al niño a superar esta etapa.

Etapa adolescente

A partir de los 12 o 14 años, las patologías más comunes suelen ser las anomalías del pene y el testículo. Destacan la presencia de incurvación peneana o de frenillo corto, que provocan molestias durante la erección. “No todas las incurvaciones precisan tratamiento, pero sí aquellas por encima de los 30 grados”, precisa la doctora.

Destacan también las anomalías del testículo, para lo que es vital la autoexploración con el fin de identificar la presencia de quistes, varicoceles o tumores y hacer el seguimiento necesario.