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Las estafas piramidales saltan a las criptomonedas

Detrás de las promesas de grandes beneficios a cambio de una mínima inversión a menudo se ocultan fraudes

19 junio, 2022 00:00

Una vida llena de lujos. Fácil, rápida y a golpe de clic. Yates, chalés y viajes al Caribe sin mucho trabajo. Pagar la hipoteca, la carrera de tus hijos y olvidarte de tus problemas. Cientos de plataformas, falsas academias financieras y personas particulares presumen de tener la clave para hacerse rico gracias a las criptomonedas. Las grandes ganancias a cambio de un mínimo esfuerzo atraen a millones de usuarios sin conocimientos para operar en un mercado tan volátil. Detrás de la promesa de considerables beneficios a cambio de un pequeño sacrificio, a menudo se ocultan estafas.

La Asociación de Afectados por Inversiones en Criptomonedas (AAIC) ha atendido a más de 6.000 personas que han caído en estafas durante el último año. Su presidenta, Emilia Zaballos, explica que los pequeños inversores son los más afectados, ya que invierten más de lo que pueden permitirse. Estas estafas ocurren cuando un usuario coloca su dinero en manos de una persona o entidad que se hace pasar por broker. Zaballos matiza que estos fraudes no suponen que haya que estigmatizar las inversiones en criptomonedas, ya que considera que estas son las divisas del futuro y reclama formación y regulación.

La promesa de grandes beneficios

La estafa más habitual es aquella en la que un gerente de inversiones o una plataforma se pone en contacto con el usuario y promete ganancias a cambio de aportaciones reducidas. Esta primera comunicación puede darse a través de personas, anuncios en redes sociales o, incluso, aplicaciones de citas, donde un enamorado virtual pide criptomonedas. Zaballos afirma que los estafadores no advierten del riesgo del producto y que no tienen intención de que su cliente recupere el dinero.

En muchos casos, estas estafas son la adaptación de otros fraudes al mundo de las criptomonedas. El más habitual es el sistema piramidal, en el que el estafador promete notables rentabilidades. Sin embargo, estos intereses solo se cubren con la entrada de nuevos inversores. El phishing, la extorsión y las operaciones relámpago que inflan el valor de activos sin demanda real también se aprovechan de la falta de regulación del mercado de las criptomonedas.

Chiringuitos financieros

Zaballos explica que las plataformas que median sin autorización entre los inversores y el negocio de las criptomonedas normalmente tienen su sede en un paraíso fiscal y carecen de cualquier tipo de regulación. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) denomina a estas entidades como “chiringuitos financieros”. Según relatan, son peligrosos ya que, en la mayoría de los casos, la aparente prestación de servicios es solo una tapadera para apropiarse del capital de sus víctimas.

Mientras las empresas autorizadas para prestar servicios de inversión están sometidas a normas que regulan los mercados de valores y controles por parte de los organismos supervisores, los chiringuitos financieros actúan al margen de la legalidad. Esto supone que no están registrados ni en la CNMV ni en el Banco de España, por lo que no tienen la aprobación para prestar servicios de inversión, ni están adheridos al Fondo de Garantía de Inversiones o Depósitos.

Cajeros de bitcoins instalados en comercios / EUROPAPRESS

Cajeros de bitcoins instalados en comercios / EUROPAPRESS

Imposibilidad de recurrir

Según explica la CNMV en su guía sobre chiringuitos financieros, confiar en estas plataformas es una forma segura de perder el capital, ya que no es posible recurrir a ninguno de los mecanismos de protección previstos en las disposiciones legales. El organismo regulador advierte de la necesidad de desconfiar de productos complejos y altas rentabilidades sin riesgo.

Los intermediarios autorizados por la CNMV que ofrecen un producto deben evaluar la conveniencia e idoneidad de la inversión con base en los conocimientos y la situación financiera del inversor a través de un perfil o cuestionario.

Caso Arbistar

La plataforma Arbistar 2.0 prometía a sus usuarios rentabilidades de entre el 8% y el 15% mensual, que devolverían a los propietarios cada semana en criptomonedas en el caso que no decidieran reinvertirlas. Según un auto del Juzgado Central de Instrucción 4 de la Audiencia Nacional, “lo que esta trama hizo presuntamente fue utilizar una parte del dinero obtenido de los inversores para entregarlo a otros inversores anteriores en pago de los altos intereses convenidos, lo cual generaba una gran confianza en ellos acerca de que su inversión era segura y muy rentable”. El documento judicial añade que esta técnica incentivaba a los usuarios a aportar una mayor cantidad de dinero.

La plataforma se vendía como una herramienta para alcanzar la libertad financiera y supuestamente ejecutaba sus operaciones gracias a unos robots que maximizaban los beneficios. Sim embargo, en septiembre de 2021 optó por congelar las cuentas de sus inversores, después de rechazar varias peticiones de reembolso las semanas anteriores. De momento, 5.900 víctimas se han personado en la causa y según expuso el magistrado en uno de sus primeros autos sobre este asunto, el número de afectados puede rondar las 32.000 personas. El perjuicio económico se cuantifica en 41 millones, pero podría superar los 100.

Otras plataformas

La Asociación de Afectados por las Criptomonedas también ha interpuesto denuncias contra plataformas como Mind Capital, Kuailian y N2 Group. La mayoría de casos relacionados con presuntas estafas a través de las criptomonedas están acusados por el modelo de estafa piramidal.

Zaballos explica que como la sede de muchas de estas empresas está en el extranjero, es complicado bloquear sus activos. También afirma que las macroquerellas en la Audiencia Nacional son la estrategia más efectiva para que los denunciantes recuperen el dinero debido a su agilidad procesal.

Un comercio de El Salvador, donde se acepta el bitcoin como moneda de pago / AGENCIA EFE

Un comercio de El Salvador, donde se acepta el bitcoin como moneda de pago / AGENCIA EFE

Un supuesto broker

Javier Biosca es un supuesto experto en criptomonedas acusado de estafar a cientos de personas. Ahora en prisión provisional, prometía altas rentabilidades a sus clientes gracias a un robot que realizaba miles de compraventas de divisas por minuto. Está acusado de estafa continuada, apropiación indebida y falsedad de documento público, delitos que habría cometido a través de la empresa Algorithms Group. Prometía a sus clientes una rentabilidad semanal superior al 4%, que podrían recibir en euros a través de una transferencia bancaria o reinvertir.

Una víctima que ha preferido no identificarse relata que tras comenta a unos amigos que quería comprar una vivienda en Benalmádena, estos le presentaron a Biosca. Después de comer en un restaurante de lujo, el supuesto broker lo invitó a su casa, donde le solicitó 500.000 euros en bitcoins para comenzar la inversión. El cliente rebajó la cantidad a 350.000 y le pidió un contrato que tardó meses en llegar. Según cuenta, cada semana recibía un e-mail que explicaba los beneficios de su inversión, que podía retirar o reinvertir. Como cuando pidió que le ingresara el beneficio semanal se lo devolvió, decidió transferir más capital.

El dinero no vuelve

El entrevistado afirma que cuando necesitó 100.000 euros para realizar un pago de la casa se los solicitó a Biosca, pero no obtuvo respuesta. Afirma que poco a poco la relación se fue enturbiando, hasta que el supuesto broker marchó a Guinea Bissau con la excusa de comprar un banco. Entonces, dejó de contestarle. El supuesto estafado relata que ha perdido cinco millones de euros. “Antes tenía la vida solucionada, pero desde entonces no levanto cabeza. Mi mujer hasta ha intentado quitarse la vida”, cuenta.

Samira Sofia relata una situación similar: un amigo de su esposo le recomendó invertir con Biosca. Afirma que no detectó ninguna conducta extraña hasta que dejó de pagarle. Según cuenta, ha perdido 38.000 euros, el dinero que tenía para pagar la universidad de sus hijas.

Las criptosectas

Zaballos explica que el usuario que contrata plataformas y brokers tiene más de 30 años. Sin embargo, entre los jóvenes con la mayoría de edad recién cumplida se están popularizando las academias financieras especializadas en criptomonedas. No obstante, según explica la presidenta de la AAIC, la formación para invertir en criptoactivos es escasa y esta se sustituye por cursos de captación. Por esta carencia formativa y su carácter hermético, ha llevado a denominar a estas instituciones como criptosectas.

La empresa más conocida de esta categoría es IM Academy, etiquetada como chiringuito financiero por la CNMV y que reunió a más de 9.000 jóvenes de todo el mundo el pasado abril en Badalona. Sus usuarios captan jóvenes a través de las redes sociales o acudiendo a la puerta de colegios, cantidad que se reduce si la víctima consigue captar nuevos inversores. La Policía Nacional detuvo a ochos de sus miembros por estafa y usar técnicas de persuasión propias de grupos sectarios.

Juantxo Domínguez en una protesta contra las criptosectas / EUROPAPRESS

Juantxo Domínguez en una protesta contra las criptosectas / EUROPAPRESS

Técnicas sectarias

El presidente de la Red de Prevención Sectaria (RedUNE), Juantxo Domínguez, alerta de la facilidad de los líderes de estas falsas academias para convencer a los jóvenes. “Les dicen que deben dejar de estudiar, que con invertir en criptomonedas les será suficiente para hacerse millonarios”, afirma. Dominguez cuenta que en los eventos se “machaca” a los asistentes con consignas vacías que prometen una vida de lujos.

Según relata, la academia ofrece a los jóvenes la posibilidad de ir a vivir a pisos: “Los aíslan, atacan a su familia y toda su vida gira alrededor del dinero. Viven hacinados y en muchos casos hasta contraen sarna”. Domínguez asegura que recibe todos los días llamadas de madres desesperadas, a las que les pide que mantengan un hilo conductor con sus hijos, ya que “en algún momento tienen que volver a la orilla y si no, tendrán un grave problema psicológico”.