Un vecino señala el 'afterhours' del Eixample, situado en el número 37 de la calle Entença / CG

Un vecino señala el 'afterhours' del Eixample, situado en el número 37 de la calle Entença / CG

Vida

¿Quién está detrás del 'after' que desquicia al Eixample?

Vecinos y sector del ocio nocturno denuncian el local de amaneceres de Entença, 37: "Entran 200 personas sin mascarilla y no salen hasta las seis"

17 agosto, 2021 00:00

¿Quién está detrás del after que desquicia al Eixample? Vecinos y sector del ocio nocturno cargan contra el local de amaneceres electrónicos situado en la almendra central de Barcelona por "fiestas ilegales con centenares de personas sin mascarilla ni separación alguna". Los propietarios lo niegan y aseguran que los bajos, una discreta persiana coronada solo con banderas arcoíris o LGTBI, "es un negocio familiar". 

Quien habla son al menos tres fuentes del sector del ocio nocturno. Alertan de que en el número 37 de la calle Entença de Barcelona, junto a la plaza de España, "se celebran multitudinarias fiestas sin mascarilla ni distancia, organizadas por Whatsapp". 

"Prohibido salir durante el toque de queda"

Están dirigidas al público LGTBI, pero acuden todo tipo de clientes. Eso sí, con una condición. El requerimiento para fiestear en el after de Entença 37, según la noche catalana, es "entrar en el local antes de las 1:30 horas y no salir antes de las 06:00 de la mañana. No puede hacerlo nadie", explican las fuentes consultadas. Ello permite sortear el toque de queda nocturno, que ha liquidado el sector de las discotecas y salas de fiesta y ha sentenciado el verano turístico catalán, que aguanta a duras penas. 

"Se meten cientos de personas en unos bajos, convocados por Whatsapp. Lo hacen tan discretamente como pueden, entrando por un portal. Y la organización vela para que no se note para evitar actuaciones de la Guardia Urbana de Barcelona por ruidos. Pero lo hacen. En plena quinta ola con todo el ocio nocturno sin trabajar", lamentan. 

"Les denunciamos 50 veces"

Desde un establecimiento cercano al local corroboran la denuncia de que hay fiestas en el after, que la propiedad del espacio niega. Manel Guitart, vecino del 39 de la calle Entença, aporta contexto. "Yo puedo hablar de la anterior propiedad. Montaban tantas jaranas que les denunciamos cada vecino de la finca, 40 o 50 denuncias. Cinco siguieron el procedimiento y les ganamos en los tribunales", explica el residente. "Piensa que las juergas eran de tal calado que los decibelios doblaban los permitidos. Había drogas y follón hasta el mediodía del día siguiente", rememora. 

La anterior propiedad, por bien que conflictiva, también tomaba medidas. "Tenían dos porteros que hacían circular a la gente para evitar ruidos. Pero las molestias eran inevitables", apostilla la misma fuente. 

Propiedad: "Aquí no pasa nada"

En conversación con este medio, los nuevos dueños del local, ahora renombrado como Sonero, una coctelería abierta 24 horas, ha negado de forma categórica que se celebren fiestas ilegales en este espacio. "Esto era el propietario anterior. Los actuales dueños somos nosotros, y lo somos desde el 2018. Desde aquel año, esto es un negocio totalmente familiar y lícito", ha defendido. 

Lo que es más, desde Sonero, una coctelería marcada con banderas LGTBI, tiene una explicación a la información que aportan desde el mundo de la noche catalana. "Se trata de comentarios derivados de la gerencia anterior. Esto es ahora un negocio legítimo y familiar que paga las habladurías de lo que antes se hacía aquí. Y que no es, en ningún caso, lo que pasa ahora", ha agregado la misma voz. 

"Se paga todo en negro porque están embargados"

Una cuarta fuente de la industria de la noche corrobora la denuncia pública que hace el sector del ocio nocturno, que afirma que están ante un caso de "competencia desleal" en pleno Eixample. Unos rivales que actuarían desde la ilegalidad en, precisamente, el denominado barrio gay de Barcelona donde otros locales, como las icónicos discotecas Arena, están cerrados a cal y canto por las restricciones al ocio nocturno dictadas por el Procicat. "Lo lleva una pareja. Antes era un bar orientado a trans, y ahora es un after. Sí es un after y sí se celebran fiestas en plena quinta ola. El pasado viernes vino la policía", indican los mismos interlocutores. 

Los operadores del sector explican otro presunto problema de los gestores de un establecimiento que arrastra problemas. "Cobran todo en negro porque están embargados por el banco. Y así hacen negocio sin dejar rastro contable que pueda ser intervenido de forma juficial", agregan. ¿De quién es pues el after que saca de quicio al Eixample? "Una tal Zulema, lo lleva todo", afirman, antes de dar negarse a dar más datos. Los vecinos de la zona esperan el precinto definitivo del local.