Vida

'El País' exhibe la lista de los 22 altos cargos mejor pagados de la Generalidad

Los directivos sanitarios y de TV3, por encima de los cien mil euros. El artículo de Francesc de Carreras revela que Homs pide ayuda en Madrid para salir del atolladero de la consulta.

20 noviembre, 2013 09:22

A José María Aznar se le hace más caso en Barcelona que en Madrid. Mientras en la capital de España la presencia y actividad del ex presidente es asumida con la naturalidad de lo cotidiano, en Barcelona se le presta atención como si sus palabras aún tuvieran la resonancia del ejercicio del poder. Ni La Vanguardia ni El Punt Avui han resistido la tentación de aliviar la portada con la última declaración del presidente de honor del PP. Aznar representa en Cataluña la prueba viviente del lenguaje tenso y despojado de florituras de la Castilla tópica y típica; es un personaje fácil de caricaturizar y sirve a los efectos de ejemplificar el verdadero cuajo de una España imaginaria, tosca, chabacana y tronada, incapacitada para el pacto, el acuerdo y el consenso. Le pasa a Aznar lo mismo que a Duran en Madrid, que sus sombras son más grandes que el espacio que ocupan.

La sugerencia de que él no tendría inconveniente en mandar a prisión a Mas si convoca un referéndum ilegal sería una obviedad en Francia o en el Reino Unido, nada fuera de lo común. Sin embargo, aquí y ahora es interpretada como una agresión, lo más parecido a unas maniobras militares de la División Acorazada Brunete en la Panadella. Para rematar la impresión, el PP, poco dado a replicar las andanadas nacionalistas, ha salido en tromba a aclarar que Aznar sólo se representa a sí mismo, que su "ocurrencia" no forma parte del plan de Rajoy para Cataluña y que, evidentemente, el tono de las relaciones con CiU no es ese. Vale.

En el primer vistazo, La Vanguardia se limita a reflejar en su portada las palabras de Aznar: "Aznar pide castigar con cárcel a Mas si convoca la consulta". En una lectura más atenta, ese titular es el pase de la muerte para que Mas meta un gol por la escuadra y aparezca como un tipo sensato, un presidente modélico, un hombre templado. "El Gobierno remite al Código Penal y el president deplora el 'lenguaje antiguo y desfasado'" es uno de los subtítulos que acompañan al titular principal. Sin embargo, en La Vanguardia se evitan los pronunciamientos editoriales sobre el particular. La opinión del periódico queda en manos de Pilar Rahola: "En una España determinada, que Aznar representa con precisión, el espíritu imperial está intacto, y sólo cambian los instrumentos para imponerlo. Es la misma España bajo palio que usa el nombre de Dios para santificar la sagrada unidad...". Es bastante menos de lo que cabía esperar en Rahola, quien ha debido hacer un enorme esfuerzo de contención para ceñirse a los tópicos habituales.

Como decía, en el plano editorial las palabras de Aznar no provocan ninguna valoración. Ha de tenerse en cuenta la importancia de los asuntos del día. A saber: "Reformas y crecimiento en China", "Nueva red de bus" y "Poniatowska", Premio Cervantes 2013. Está claro que lo del señor del bigote no entraba por ninguna parte, ni en los semáforos. Sólo hay uno rojo y es para Zlatan Ibrahimovic. ¿Qué ha hecho el pobre hombre? Pues perder con su selección, la sueca, el pase al Mundial, ahí es nada la atrocidad del pelotero.

No obstante, en La Vanguardia hay pistas de lo que está ocurriendo entre manteles. Francesc de Carreras titula su artículo: "CiU en malas compañías", y apunta un dato noticioso relevante: "También Francesc Homs, del ala más soberanista de CiU y hombre de confianza de Artur Mas, está pidiendo en discretas comidas en Madrid con relevantes miembros de ciertos poderes fácticos que se les ayude a salir en el atolladero en el que se encuentran".

Confiemos que en Madrid no se vayan a pensar que los modos de Homs y sus acólitos son los habituales en Cataluña. En cualquier caso y en El Mundo, Duran es la referencia catalana, según se desprende de la crónica de Daniel G. Sastre titulada: "Preocupación en el PP catalán por la relevancia que el Gobierno otorga a Duran". En la misma página, la 20 de la edición catalana, pero mucho más pequeña lleva el periódico la referencia de Aznar, lo que viene a demostrar dos cosas: primera, que Aznar es ex presidente y, segunda, que en Madrid se le escucha lo justo, incluso entre los muy partidarios. Recuérdese el pleno al quince, pero al revés, de su última presentación literaria: no fue ningún ministro. En la portada del diario madrileño, el acuerdo entre PP y PSOE para renovar el Consejo General del Poder Judicial. "El PP incumple su palabra y se reparte con el PSOE la Justicia". No son partidarios. En cambio, en El País no lo ven nada mal: "PP y PSOE pactan un gobierno de los jueces con amplio apoyo". Añaden que: "IU y nacionalistas entra en el Consejo del Poder Judicial" pero advierten que el Gobierno "se garantiza mayoría suficiente de conservadores para imponer los nombramientos estratégicos del Supremo". Firma la crónica Fernando Garea. La diputada convergente Mercè Pigem será la vocal nacionalista en el CGPJ. De la fotografía de la página 10 de El País, de Uly Martín, en la que se ve a Ruiz-Gallardón y Pigem abrazados y frotándose las mejillas, cabe deducir que la realidad se parece más a lo de Francesc de Carreras que a lo de Pilar Rahola.

Muy recomendable resulta el tratamiento de la información en El País sobre el nuevo "código ético" del Ejecutivo autonómico, que obliga a hacer públicos los sueldos de los altos cargos. Miquel Noguer y Maiol Roger han echado cuentas y titulan así su información: "22 directivos de empresas públicas cobran más que los consejeros". La lista no tiene desperdicio. Sólo un par de apuntes. El director de la Coporación Catalana de Medios Audiovisuales es el cargo público mejor pagado, con 164.965 euros al año. El director general de la Corporación Sanitaria Parc Taulí, Joan Antoni Gallego, se embolsa 144.187 euros por año transcurrido. Josep Maria Piqué, a la sazón director general del Hospital Clinico recibe en nómina 127.352 euros/año. Brauli Duart, presidente de la corporación de TV3 y Catalunya Ràdio, 129.679 euros, menos que su teórico subordinado Sallent. Y así, hasta 22 directivos que están por encima de los 100.000 euros. El chocolate del loro, que más que un pájaro debe parecer un dinosaurio de lo que se come. No obstante, los 22 en cuestión salen más baratos que los 25 de plantilla del Barça, aunque hay futbolistas en ese equipo que cobren menos que los cracks de la fontanería pública.

En La Razón no están hoy por el tema catalán, aunque en el apunte de Toni Bolaño se dan pistas sobre la situación: "El PSC será señalado como el traidor local, Aznar será algo así como el hombre del saco y Rajoy será culpable de no querer negociar la soberanía de España, algo que por sí solo cae de cajón. De esta forma, echando pelotas fuera, Artur Mas podrá seguir a la intemperie. Sabe que siempre hace frío pero con excusas bien elaboradas podrá seguir calentando su propia hoguera de las vanidades. Quiere pasar a la historia como un patriota aunque ya sabe que está quemando sus últimos cartuchos y ahí sigue, a la intemperie".

En Abc, la portada es para José Antonio Griñán, el ex presidente de la Junta de Andalucía, del que afirman que dio ayudas millonarias a UGT y CCOO para organizar cursos en Venezuela y Ecuador. Reservan una esquina de la primera plana para un aséptico: "Aznar pide pena de cárcel por convocar una consulta ilegal", pero donde el diario monárquico muestra su genio es en el enfoque del caso Urdangarín. "Aizoon defraudó 218.000 euros, pero no cometió fraude fiscal". ¿Cómo es posible? Resulta que el fraude se cometió a lo largo de cuatro años y por importes inferiores en cada ejercicio a los 120.000 euros. Además, se aprovecha para insistir en que la infanta no se enteraba de nada. Firman el descargo Pablo Muñoz y Josep Maria Aguiló.

De vuelta a la prensa de Barcelona, El Periódico continúa en fase de descompresión política y dedica su principal titular a un tema social: "Alarma por la violencia machista adolescente". La foto es para los atentados ante la embajada de Irán en Beirut. En el plano político, advierten en un titular poco destacado: "Más de 70.000 inversores en 'bonos patrióticos' cobrarán a partir de mañana". No así los farmacéuticos, a los que el Gobierno autonómico, según se refleja en todos los diarios, obliga a esperar unos meses más para cobrar el principal de su deuda. Como diría Homs, se siente; haber comprado bonos patrióticos.

En El Punt Avui celebran como en ningún otro periódico las palabras de Aznar y titulan con un gerundio: "Calentando el ambiente". Aznar es como Mourinho o como el ministro Wert, el saco de todos los puñetazos soberanistas, del catalanismo lírico de Duran al independentismo radical de las CUP. El director del diario, Xevi Xirgo, no puede disimular su gozo: "Lo que les decía, dos noticias altamente favorables para que el proceso no se pare. La contraposición de aquellos que quieren una papeleta, una urna y un ejercicio democrático contra aquellos que suspenderían la autonomía de Cataluña, que creen que el diálogo no sirve para nada, que encarcelarían a Mas y, porque no se atreven a decirlo en voz alta, que envíarían tanquetas a la Diagonal. No saben el trabajo que nos hacen con estas declaraciones [...]. Estoy encantado con estas noticias".

En Ara, además de encantados como Xirgo por las declaraciones de Aznar también se muestran encantados de haberse conocido y dedican el diario a los niños. Es que es el Día Mundial de la Infancia y en Ara están muy atentos al diseño. Fotos de los columnistas de cuando niños, dibujitos y tal. Muy bonito. Hay que darle la vuelta al diario para encontrar la portada. Está en la contraportada y consiste en un artículo de Empar Moliner sobre Aznar y otro de Josep Ramoneda contra el PSC. Ramoneda, en plan constructivo, afirma: "Nos quedaríamos esgarrifados si se publicara la lista de cargos y militantes que han abandonado el partido últimamente. En la Cataluña interior hay lugares en los que el PSC ha dejado de existir, y en la provincia de Gerona falta poco para que pase". No da más datos.