Paciente oncológica / EUROPA PRESS

Paciente oncológica / EUROPA PRESS

Vida

Día Mundial contra el Cáncer: la salud mental es tan importante como la física en los pacientes

Elena Font, psicóloga clínica en el Hospital Clínic de Barcelona, destaca la importancia del acompañamiento psicológico durante el proceso oncológico

4 febrero, 2022 00:00

Este viernes se celebra el Día Mundial contra el Cáncer, una fecha dedicada a la prevención y la concienciación sobre la importancia de la investigación para acabar con esta patología. La jornada sirve para recordar los avances científicos y las terapias más novedosas para tratar esta enfermedad, pero se suele olvidar el impacto emocional que produce el cáncer y que, a menudo, deja secuelas en los pacientes incluso después de haber superado la enfermedad.

Elena Font es psicóloga clínica en el Hospital Clínic de Barcelona y desde 2018 se dedica exclusivamente al acompañamiento de pacientes oncológicos en fase avanzada de la enfermedad o en fase terminal. Además, forma parte de un equipo de atención psicosocial (EAPS Clínic) financiado por la Fundación La Caixa, formado por dos psicólogas y una trabajadora social, y que está especializado principalmente en el acompañamiento de los pacientes oncológicos.

Apoyo psicológico desde el inicio

La especialista pone de relieve la importancia del apoyo psicológico en la forma en la que el enfermo afrontará su proceso. Por eso, incide en la necesidad de dar a conocer los servicios de psicología que ponen a disposición de los pacientes oncológicos algunos hospitales públicos. “Lo ideal es que se ofrezca este servicio desde el inicio para que el paciente sepa que tiene a su disposición esta ayuda y que puede recurrir a ella en cualquier punto del proceso si lo necesita”.

En este sentido, Font explica que puede ser el oncólogo quien informe al paciente o que puede ser el propio enfermo quien demande esta asistencia. “Lo ideal sería que el oncólogo, por defecto, ofreciera siempre este servicio, pero los recursos son limitados”, lamenta la psicóloga. Por eso, explica, aunque debería ser un servicio extensible a todos los pacientes que padecen una enfermedad grave, por ahora solo se ofrece a las personas que más lo puedan necesitar.  

Recursos insuficientes

“Cada vez se está invirtiendo más en la salud mental, pero los recursos continúan siendo insuficientes. Hay otras personas con enfermedades graves que también requieren de este apoyo, pero que no pueden optar a esta ayuda simplemente porque el cáncer es más prevalente y tiene una mayor demanda que esa otra patología. Aun así, los pacientes oncológicos necesitarían más ayudas”, aclara Font.

La psicóloga aclara que entre el 30% y el 40% de las personas diagnosticadas con algún tipo de cáncer acaban sufriendo síntomas depresivos y de ansiedad. Por eso, el Clínic pone a disposición de los pacientes este soporte en distintas fases del proceso de la enfermedad: desde el diagnóstico, el tratamiento –por los efectos secundarios asociados–, el regreso a la vida normal, las recaídas o, cuando el tratamiento no funciona, se ofrece un acompañamiento durante la fase terminal.

Las secuelas emocionales del cáncer

El diagnóstico es un momento muy difícil para los pacientes de cáncer. “El impacto emocional depende en gran medida de la manera en la que se transmita”, explica Font. Por eso, es fundamental que el profesional esté formado en habilidades comunicativas y esté preparado para trasmitir la noticia con sensibilidad. “De la manera en la que el profesional traslade esta noticia dependerá, en gran parte, el cómo asumirá el paciente el proceso, aunque hay otros factores determinantes como la personalidad o sus experiencias vitales previas”.

A veces todo pasa tan rápido que la persona no puede asimilar lo que ha vivido hasta pasado un tiempo. Las heridas emocionales con frecuencia tardan en sanar incluso más que las físicas. “Los pacientes lo describen como una vorágine. Un proceso muy rápido, desde que empiezan los síntomas y les hacen las pruebas hasta que llega el diagnóstico y enseguida empieza el tratamiento”. Si no se trata, explica, puede derivar en una serie de secuelas que experimentan con posterioridad y que persisten en el tiempo como síntomas de estrés postraumático: evitación, pensamientos intrusivos y activación fisiológica.

El autocuidado de los profesionales

Además de a los enfermos, el Clínic ofrece apoyo a las familias de los pacientes oncológicos. Como los recursos son limitados y no es factible ofrecer terapias individualizadas, Font aclara que están “intentando crear grupos de atención a familiares para trabajar con las parejas, padres, madres, hijos o hermanos de los pacientes con cáncer”.

Pero, recuerda, para los profesionales también es muy duro acompañar a estos pacientes, sobre todo cuando se encuentran en fase terminal. “Todo profesional, no solo del área de oncología, debería contar con ayuda psicológica, lo que llamamos autocuidado”, reivindica la terapeuta. La enfermedad, el sufrimiento y la muerte acaba haciendo mella también en los especialistas. “Si no lo hiciera sería preocupante”, confiesa Font. La psicóloga lamenta que, mientras ayudan a otros compañeros del hospital a gestionar estas emociones, ellos no tienen quien cuide de su salud mental.