Un operativo conjunto de la Policía Nacional, los Mossos d'Esquadra y la Policía de Rumanía, coordinado por la Europol, ha desarticulado una organización internacional de proxenetas en Girona. El clan criminal se dedicaba “presuntamente a la trata de mujeres para su explotación sexual”, según explican los cuerpos policiales.
En la intervención han participado más de 180 agentes de España y Rumanía. Tras la operación se han liberado un total de 18 mujeres --7 en España y 11 en Rumanía-- y han sido detenidas 19 personas --8 en España y 11 en Rumanía-- del clan, que contaba con ramificaciones en Reino Unido, Dinamarca y Alemania.
Tatuajes y violencia
La organización criminal internacional obligaba a las mujeres a prostituirse e, incluso, en algunos casos “marcaban con tatuajes para demostrar su propiedad frente a otros proxenetas”. El clan pretendía monopolizar el negocio de la prostitución en las comarcas gerundenses del Alt Empordá y la Selva.
Los proxenetas del clan obligaban a las mujeres a trabajar “de manera ininterrumpida, en condiciones higiénicas deplorables, e incluso en aquellos casos en los que quedaban embarazadas”. El comunicado conjunto de los cuerpos de policía que han llevado a cabo el operativo en Girona, asegura que la organización hacía “uso de la violencia y la intimidación contra otras mujeres y proxenetas”.