Un foto de la Guardia Civil y la Policía alemana comprobando uno de los coches robados / GC

Un foto de la Guardia Civil y la Policía alemana comprobando uno de los coches robados / GC

Vida

Desarticuladas varias bandas especializadas en robo de vehículos

La Guardia Civil ha detenido, tras dos años de investigación, a 24 personas pertenecientes a bandas especializadas que robaron 70.000 coches y los vendieron en el norte de Europa o África

6 julio, 2018 13:00

La Guardia Civil ha desarticulado, en una operación conjunta con las policías alemanas de Baden-Württemberg y Frankfurt, la Policía de Polonia, la BKA de Austria, la Gendarmería Real de Marruecos y  la coordinación de EUROPOL,  distintas organizaciones criminales internacionales especializadas en el tráfico ilícito de vehículos robados en España y vendidos en varios países europeos y Marruecos.

La investigación se inició en 2016 tras analizar más de 70.000 caso de robos de vehículos en el país. Los agentes pudieron comprobar que esos mismos vehículos habían sido rematriculados en varios países de la Unión Europea y Marruecos. Con la ayuda de la EUROPOL las autoridades españolas pudieron contactar con los países receptores de estos vehículos. 

La operación ha concluido con 24 detenidos en Alemania, Marruecos y España y con la recuperación de 342 vehículos. 

Exportación a África

Marruecos fue el destino predilecto de la mayoría de los vehículos robados. En total 121, otros 60 en Alemania y 50 en Francia y así hasta en un total de 17 países. Los robos se produjeron todos en España, y la Guardia Civil ha podido recolectar información sobre estas bandas especializadas. 

La cooperación con las autoridades marroquíes ha sido de gran ayuda. Se descubró que estas redes de tráfico de vehículos eran organizaciones criminales "espejo". Varios de los detenidos en esta operación, ya habían sido arrestados por casos similares en España. 

Reincidentes

De esta manera se pudo constatar que se trataba de organizaciones criminales “espejo”, es decir, que los mismos integrantes desarrollaban la misma actividad delictiva en distintos países, como en España, que una vez descubiertos, trasladaron  su actividad criminal a Alemania y Polonia.

El aparato de falsificación estaba ubicado en Polonia, donde falsificaban contratos de compraventa y la documentación que debía acompañar a los vehículos, utilizando para ello impresoras profesionales que les permitía obtener copias prácticamente idénticas a las originales.

En total sustrajeron más de 70.000 vehículos de todo tipo al año, de los cuales 40.000 eran de propietarios españoles.