La demanda del transporte público en el área metropolitana de Barcelona ha caído hasta un 80% durante el primer fin de semana de cierre perimetral de los municipios. Desde el pasado 30 de octubre y, al menos, durante 15 días, los habitantes de una localidad no podrán salir de ella entre las seis de la mañana del viernes y la misma hora del lunes, una medida adoptada para intentar frenar el avance del Covid-19 en Cataluña.
Los datos facilitados por la Autoritat del Transport Metropolità (ATM) este lunes muestran que el transporte ferroviario tuvo una reducción de la demanda de casi el 60% el viernes respecto al mismo fin de semana del año anterior. Durante el sábado y el domingo, la demanda cayó entre un 70% y 80%.
Menos caída dentro de Barcelona
ATM también ha señalado que la caída en el consumo del autobús urbano de Barcelona y del área metropolitana no ha sido tan pronunciada. Este dato es comprensible, puesto que estos trayectos se ejecutan dentro del término municipal, por donde los vecinos sí tienen libertad de movimiento.
Así pues, donde más se notó la caída fue el domingo en Rodalies-Renfe (83,8%) y en el bus interurbano (84%). Por su parte, el uso del metro cayó un 73,5%, mientras que el de los ferrocarriles lo hizo un 72% y el del Tram, un 70,1%.