Golpe a las cuentas del Real Club de Polo Barcelona, el campus deportivo de los ricos catalanes. El brote de coronavirus detectado en la centenaria institución, fundada en 1897, abrirá una vía de agua en sus libros. El Polo deberá retornar las cuotas de las colonias de verano a 300 niños, un menoscabo que se sumará a lo perdido durante la pandemia, cuando también retornó cuotas, y al gasto extra en test contra el virus.
Lo ha admitido una portavoz de la institución en conversación con este medio. La representante ha precisado que "unos 300 menores" participan en las actividades de las colonias de verano, que ahora se han suspendido tras aflorar cuatro positivos --tres de ellos asintomáticos-- de coronavirus. A las familias de estos niños se les devolverán los pagos de los casales de verano mientras dure la cancelación. La actividad se programó para finales de junio hasta agosto. No hay fecha de reanudación, por ahora.
"Devolución de cuotas"
A este esfuerzo financiero por resarcir los derechos de las familias afectadas por la suspensión de las actividades de verano del Real Club de Polo se le une otro: el daño causado por la pandemia. Igual que el resto de equipamientos deportivos de la Ciudad Condal, las prestigiosas instalaciones situadas en la zona alta de la avenida Diagonal tuvieron que cerrar durante buena parte de la crisis sanitaria. "Ese periodo se devolvió", ha precisado la misma representante.

Esa exención, o devolución de recibos, ya ha terminado. Rigen las llamadas cuotas sociales (de 121 euros al mes para adultos), ya que los socios pueden hacer uso de las pistas de tenis, de pádel y la piscina, entre otros servicios. Solo están cerrados los restaurantes --donde hubo un positivo-- y el bar de la piscina.
Facturación menguante
Pese a que los socios vuelven al exclusivo campus deportivo --donde, para inscribirse, hay que contar con el aval de dos miembros y pagar 25.000 euros a fondo perdido--, el daño podría ya estar hecho. En las últimas cuentas anuales publicadas, las de 2018, la Fundación del Real Club de Polo Barcelona facturó 3,3 millones de euros, un descenso del 13% respecto al ejercicio anterior. El excedente neto fue de apenas 8.726 euros, que se tendrá que reinvertir, al ser la institución una fundación.
El Polo, que preside Curro Espinós de Pascual, redujo endeudamiento hasta los 647.416 euros, un descenso del 18% respecto al año precedente. Quedan por ver los detalles del impacto que tendrá el coronavirus en las cuentas de esta entidad sin ánimo de lucro.