Una ambulancia de Barcelona tras una imagen ampliada del coronavirus / CG

Una ambulancia de Barcelona tras una imagen ampliada del coronavirus / CG

Vida

Las ambulancias catalanas, saturadas por la histeria del coronavirus

Emergencias, desbordada por el alud de llamadas de posibles casos del covid-19 que provoca que las esperas para recoger pacientes alcancen las ocho horas

28 febrero, 2020 00:00

Presión asfixiante sobre las ambulancias catalanas por la crisis del coronavirus. Emergencias de Cataluña (SEM) está desbordada por la histeria del covid-19, que ha provocado un alud de llamadas telefónicas por posibles casos de neumonía de Wuhan (China). Por ello, las esperas para recoger a un paciente llegan a las ocho horas.

Esto es lo que ocurrió, precisamente, en el Centro de Atención Primaria (CAP) Trinitat Vella de Barcelona el miércoles por la tarde. Los médicos de familia del centro detectaron un paciente que presentaba síntomas clínicos y epidemiológicos de coronavirus. Ante este hecho, siguieron el protocolo: aislaron al enfermo en una habitación y le colocaron una mascarilla protectora. Después, avisaron a Emergencias. Cuál fue su sorpresa al comprobar que la ambulancia preparada con aislamiento para recoger posibles casos de infección se demoraría hasta ocho horas. "Sabíamos que cenaríamos en el ambulatorio, pero lo de pasar la noche no lo entendemos. Son las 3:22 horas de la madrugada y seguimos esperando respuesta del SUVEC (Servicio de Urgencias de la Vigilancia Epidemiológica de Cataluña). ¡Ocho horas esperando! Es excesivo e incomprensible", tuiteó una doctora del equipamiento. Otras compañeras suyas también mostraron públicamente su malestar.

Covid-19 colapsa las ambulacias en Cataluña / CG

Sindicatos: "El coronavirus no es prioritario"

La portavocía de prensa de Emergencias de Cataluña dejó claro ayer que no aporta información de los casos que no dan positivo. Sí la dieron los sindicatos. "Cuando tenemos un aviso de posible contagio se prioriza como caso no grave. Porque no lo es: el virus es similar a una gripe", ha explicado una portavoz de la parte social. "En estos casos, los trabajadores del SEM que van a recoger a los pacientes deben equiparse con trajes y mascarillas protectoras (equipos de protección individual). Además, tiene que acudir al domicilio, hospital o ambulatorio una ambulancia especial, medicalizada", ha agregado. "Cuando ha terminado el servicio, el vehículo debe desinfectarse. Y permanecer un rato cerrado y con productos químicos para evitar que el siguiente traslado se contagie con el patógeno. Imagina que no somos cautelosos y otro enfermo se infecta en la ambulancia: sería terrible", ha precisado la misma voz.

Toda la actuación se ciñe al manual. Lo que no contaban los procedimientos de intervención es la auténtica avalancha de llamadas y falsas alertas sobre coronavirus en toda Cataluña. ¿Ejemplos? El teléfono 061, que centraliza la atención, dejó sin atender 800 llamadas el lunes porque no había suficiente personal. Anteayer fueron otras 500. Tras estos episodios, hay que rellamar una por una para cerciorarse de la gravedad del aviso. La empresa pública adscrita al Servicio Catalán de Sanidad (CatSalut) ha puesto refuerzo de personal, pero el dispositivo no es suficiente: la ciudadanía está asustada. La situación es tan grave que el SEM está llamando a enfermeros especializados en enfermedades infecciosas para colaborar.  "Hay desborde de llamadas. Las ambulancias tardan hasta una hora y media. No hay suficientes ambulancias para atajar el pánico", indicó ayer una fuente del 061. ¿Es grave? "No. Un infarto es mucho más grave. O un ictus. Recoger a un paciente con sospecha de coronavirus no es grave si está aislado adecuadamente. Lo repetiremos una y otra vez: es como una gripe", recuerda el personal de las ambulancias.

Los hospitales aguantan

El boca a oreja y las redes sociales con la crisis del coronavirus molestan pero no inquietan a los hospitales catalanes. Los complejos sanitarios operan a pleno rendimiento, ya que la gripe se encuentra en el nivel epidémico bajo [consultar la última hoja semanal de Vigilancia Epidemiológica aquí] en Cataluña. Ciudades sanitarias como Vall d'Hebron Barcelona Campus Hospital no presentan excesiva: 49 pacientes esperaban cama de hospitalización ayer jueves en el mayor hospital de la región. Una cifra elevada, sí, pero no alarmante. El 5 de febrero eran 97 enfermos. El centro ha cerrado el Hospital de la Esperanza, que actúa de instalación de drenaje cuando hay presión excesiva. "Es que no hay congestión. Hay elevada afluencia, sí, porque el boca a oreja provoca que la gente venga al hospital cuando tiene fiebre o tos. Creen que tienen coronavirus y es un catarro común", indicaron fuentes sindicales. Lo suscribieron trabajadores del centro. "No hay saturación. Lo único que ha cambiado es que los médicos de urgencias llevan guantes y mascarillas. Y los protectores nasales se han terminado", explicó. Algo similar pasa en el Clínic y su hospital satélite: la Clínica Plató. "Hay una afluencia más elevada de pacientes respiratorios y, sobre todo, de la comunidad china", explicó un trabajador. En este último centro hay una médico de esta nacionalidad. "No para", añadió.

Un hombre con mascarilla a las puertas del Hospital Clínic, que atiende los casos de coronavirus en Cataluña

Un hombre con mascarilla a las puertas del Hospital Clínic, que atiende los casos de coronavirus en Cataluña

¿Pero cómo funciona el protocolo de Emergencias contra el coronavirus? Cuando un ciudadano detecta un posible caso, debe notificarlo al 061. El personal del dial CatSalut Respon lo criba y, si cumple con los criterios clínicos y epidemiológicos, avisa al SUVEC. Con los médicos ocurre algo parecido. Se les proporciona un teléfono de urgencias de Vigilancia Epidemiológica, amén de un correo electrónico para enviar un formulario cumplimentado. Cuando se comunica un posible caso de infección, se activa la unidad territorial pertinente --hay ocho en toda Cataluña-- y éstas se coordinan con el SEM para efectuar el traslado del paciente a un centro hospitalario. Es aquí donde se produce un cuello de botella, pues hay muchos más avisos que gestores de llamadas y ambulancias disponibles. Hay "saturación asistencial", según el personal de Emergencias. Es por ello que las esperas se alargan. Hasta ocho horas, como ocurrió el miércoles.