La maqueta de un coche encima de un mapa / CG

La maqueta de un coche encima de un mapa / CG

Vida

El coche: ¿propiedad o alquiler?

Los automóviles dejan de ser objetos de lujo para convertirse en bienes de uso y compartidos, una tendencia que crece en las grandes ciudades

25 septiembre, 2017 00:00

El coche como un producto utilitario y low cost aparece a principios de este siglo, aunque tras la crisis se han incrementado las apps y plataformas relacionadas con la economía colaborativa y los vehículos particulares.

Avancar fue de las compañías pioneras en alquiler de coche por horas, luego surgieron plataformas como BlaBlaCar para compartir viajes (y costes) pasando por el uso de coches con chófer como Uber --reduciendo gastos del tradicional taxi--, hasta la llegada de Drivy, una app con la que se puede alquilar un automóvil al vecino.

Más desapego de los jóvenes

El coche no es solo un bien de lujo, como pasa con los pisos, ahora es posible sacar algún rédito económico para que el auto no se convierta solo en un gasto fijo. La tendencia de socialización del automóvil está relacionada a la no necesidad de posesión del bien, así lo entiende Pau Noy, presidente de la Asociación Española de Car-Sharing.

Noy considera que “están llegando a la madurez las nuevas generaciones en relación al uso del coche, ya que éste ha pasado de ser un bien de lujo y de uso exclusivamente personal a convertirse en un bien de utilidad. Aunque en los pueblos hay otra realidad, porque allí los automóviles son, a veces, la única forma de relacionarse socialmente; en las ciudades europeas y de Estados Unidos hay cada vez más desapego”.

BlaBlaCar incentiva el uso compartido del coche, una tendencia que crece entre los jóvenes de las urbes

BlaBlaCar incentiva el uso compartido del coche, una tendencia que crece entre los jóvenes de las urbes

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Alquiler por horas

Ana Juan, coordinadora de marketing de Avancar, explica el funcionamiento de una compañía que desde 2004 propone el alquiler por horas. La empresa tiene coches repartidos por toda la ciudad, no solo en Barcelona, sino en muchos núcleos urbanos densos donde solo se paga por el momento en que se utiliza. “El car-sharing es un beneficio para las ciudades porque al conducir menos hay menos emisiones”, asegura. Desde Avancar calculan que un coche es utilizado por unos 49 conductores diferentes, lo que elimina entre 13 y 15 vehículos de la circulación cotidiana de una ciudad.

“Las personas prefieren utilizar a poseer”, afirma Ana Juan, y agrega que el target de una persona que utiliza este servicio es un adulto de entre 30 y 50 años. Avancar ofrece alquilar un coche desde 1,50 euros por hora o 30 euros por día, sin necesidad de dejarlo en el mismo sitio de donde se ha retirado.

avancar mapa bcn

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Mapa con los puntos en donde se puede recoger y dejar el coche alquilado de Avancar

El modelo de ahorrar y compartir

A diferencia del modelo de Avancar, las plataformas Bla Bla Car y Drivy tienen por objetivo reducir los costes no solo para quien quiere alquilar coche, sino también para quien lo tiene. BlaBlaCar (creada en Francia en 2006) es una aplicación que permite compartir viajes a larga distancia en un mismo vehículo con personas desconocidas, que comparten gastos con el conductor. Algunos usuarios de la app no la consideran solo una forma de ahorrar o hacer dinero, sino también de conocer gente o hacer un viaje largo más ameno.

Drivy nació en 2010 y es un híbrido entre Bla Bla Car y Avancar. Si se tiene coche es posible rentarlo por días, o bien alquilar el de alguien que lo ofrezca. Se puede escoger por tipo de vehículo o lugar de recogida, y el precio oscila a partir de los 19 euros diarios. Lo interesante de esta aplicación sería tener un vecino que usase la plataforma y se le pueda alquilar el coche cuando haga falta.

El coche alquilado… con chófer

No se puede dejar fuera de la lista a Uber. La polémica plataforma surgió en California en 2009 y, aunque en un principio decían tener vehículos propios, a la empresa le cayeron algunas demandas por parte de los sindicatos de taxistas, ya que casi cualquiera podía ser parte de la app y recoger pasajeros que pagan a través del móvil.

Lo cierto es que tras la crisis, el coche ha pasado a ocupar un nuevo lugar: ya no solo es un bien de lujo para quien se lo puede permitir, sino también una utilitiy para quien lo usa solo cuando lo necesita, o lo pone en alquiler y lo comparte cuando no lo usa.