La ciudad de Barcelona culminará el año con una recuperación turística del 85%

El repunte cosechado la pasada temporada estival invita al optimismo, a seguir en la línea de crecimiento que podría traer la recuperación absoluta a final de año. El sector turístico de Barcelona, con el claro objetivo de convertir la ciudad en el gran destino del Mediterráneo, cerrará el curso habiendo registrado el ochenta y cinco por ciento de las cifras que se dieron en 2019, justo antes de la pandemia. En aquel entonces, el número de turistas que se alojó en hoteles de la capital llegó a los ocho millones y medio.

Promoción del Ayuntamiento

A grandes rasgos, más de la mitad de los visitantes que terminan llegando a Barcelona proceden de otras ciudades españolas, además de países como Francia, Reino Unido e Italia. Esta es la tendencia que ha venido produciéndose en el último trimestre y que ha provocado además que la nueva promoción turística para el periodo navideño se centre sobre todo en esos mercados. El ayuntamiento catalán acaba de lanzar una campaña para este último tramo del año en la que la ciudad condal se vende como un atractivo destino de invierno.

Bajo el lema ‘Barcelona, el escenario de la Navidad’, se ha destinado una partida presupuestaria de más de cuatrocientos mil euros para reforzar la promoción turística de la ciudad desde actividades comerciales y culturales de primer orden. Eduard Torres, presidente de Turismo, ha destacado la importancia de invertir en estos segmentos, teniendo en cuenta que la inflación sigue su curso y que ofrece pocas opciones de cambio. Según el último informe del Observatorio Turístico, los visitantes se muestran muy predispuestos a la hora de disfrutar de este tipo de programaciones, donde la compras, la música y la gastronomía centran todo el interés.

La digitalización

Otro de los factores que ha contribuido a apuntalar este contexto de bonanza es el proceso de transformación digital al que se han sumado los principales turoperadores de Barcelona. Estos han hecho del big data un recurso cotidiano en sus portales web, orientándolo especialmente a conocer de manera precisa cuáles son los gustos y las preferencias de los viajeros y aprovechándolo para ofrecer unos servicios más personalizados. Se trata de una estrategia que se basa en el modelo de análisis de datos a gran escala empleado por entornos virtuales tan potentes como el comercio electrónico y las plataformas de juegos de azar. En el primero de los casos, los negocios digitales han implementado el big data en sus sistemas para estudiar el comportamiento de los consumidores a la hora de comprar, siempre en función de los datos que estos van dejando en la web mientras navegan. Así, la tecnología permite estudiar variables como, entre otras, el tiempo que un comprador dedica a las diferentes categorías, los artículos por los que se inclina o las modalidades de pago que más utiliza. Con este tipo de información los establecimientos tienen más claro qué ofrecer en cada situación.

Algo similar ocurre con los espacios que se dedican al juego en internet, donde estas técnicas sirven para proponer a los jugadores exactamente el producto que necesitan. En este sentido, los casinos online fiables en España son aquellos que incorporan el big data entre sus herramientas de observación para entender cuáles son las prioridades de los usuarios. De este modo, la industria del juego, que examina multitud de indicadores digitales, puede averiguar, entre otras cosas, qué temáticas de tragamonedas son más exitosas, qué salas tienen mejores niveles de participación o en qué franjas horarias se producen sesiones de juego más estables.

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El mercado asiático

Una vez que se confirmen los buenos datos de la recuperación turística actual, el sector apostará en la temporada 2023 por explotar el mercado asiático, posiblemente uno de los puntos débiles de Barcelona en materia turística. Se espera que China recobre en primavera la normalidad tras dejar atrás las políticas de ‘Cero-Covid’ impuestas por el gobierno, por lo que ese podría ser un buen momento para invertir en campañas de promoción específicas. La capital catalana contempla dedicar tres millones de euros para poner en marcha una amplia programación de ferias, congresos y viajes de negocios orientada a este perfil de visitante.

En esta misma sintonía, tampoco defraudan los planes que maneja el aeropuerto Josep Tarradellas para atraer un mayor volumen de pasajeros orientales. Aena ha confirmado que aumentará el flujo de vuelos entre continentes a través de ciudades como Tokio o Nueva Delhi, mientras que no se descarta sumar otras conexiones como las de Pekín, Shanghai y Hong Kong, al igual que ya sucedía en época prepandémica. A día de hoy, los únicos enlaces asiáticos de los que se nutre el aeropuerto catalán son Singapur y Seúl, por lo que la gran mayoría de viajeros que proviene de esa zona del planeta se ve obligada a volar a través de las escalas que proponen las compañías de Oriente Medio.

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