Fue una denuncia anónima la que llevó a los Mossos d'Esquadra hasta dos plantaciones de marihuana en una zona boscosa de Pardines, en Girona. Allí los agentes localizaron dos cultivos, que sus propietarios regaban con el agua del río Sagadell.
El chivatazo se ha saldado con cuatro detenidos por la policía catalana. Tienen entre 19 y 34 años y están acusados de un delito contra la salud pública.
Un 'chivatazo' contra el cultivo de marihuana
Fue el pasado 13 de junio cuando, "gracias a la colaboración ciudadana", los agentes verificaron que los delincuentes habían desbrozado la zona de bosque para instalar los cultivos. Todo ello, en una zona de difícil acceso.
De hecho, fueron integrantes del Grupo Especial de Intervención (GEI) los que primero inspeccionaron la zona, ya que hasta allí no podían acceder vehículos. Un torrente separaba ambos cultivos, donde los agentes se incautaron de más de 5.300 plantas de marihuana.
Cuatro detenidos en libertad
Tras pasar a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de guardia de Ripoll (Girona), los cuatro arrestados han quedado en libertad con cargos.