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Los límites del antimilitarismo

Más catalanes quieren ser soldado pese a echar al Ejército de las ferias

Las inscripciones en las Fuerzas Armadas crecen hasta un 12% en Cataluña pese al hostigamiento a la fuerzas armadas desde numerosas instituciones públicas y privadas

5 min

Más catalanes quieren ser soldado pese a que algunas instituciones han echado al Ejército de las ferias para menores. Las inscripciones en las Fuerzas Armadas (FAS) crecieron hasta un 12% en Cataluña en 2017 pese al hostigamiento y su expulsión de varios salones.

Según los datos proporcionados por el Ministerio de Defensa a este medio, un total de 1.750 aspirantes a militar de tropa, marinería y reservistas voluntarios completaron su inscripción en la región en 2017. La cifra es un 6% superior a la del año anterior, cuando alcanzó los 1.648 ciudadanos. Por categorías profesionales, hasta 1.616 catalanes solicitaron participar en los procesos de selección del Ejército de Tierra y la Marina (+5%). Por su parte, las inscripciones en los reservistas voluntarios fueron 135 (+12,5%), frente a las 120 del ejercicio anterior.

Evolución según convocatorias

¿Cómo ha evolucionado el número de catalanes que quieren hacer carrera en la armada? Según las convocatorias anuales, igual que en el resto de España. Los 1.750 catalanes registrados en 2017 superan al número de inscritos en 2016 con un ciclo más de convocatoria. En el histórico de años, de 2013 a 2015 --dos rondas-- se registraron en las oficinas de las FAS en Cataluña 1.690, 2.548 y 1.787 personas. Curiosamente, la cifra más alta de inscritos se anotó en 2014, coincidiendo con la primera consulta del proceso independentista el 9 de noviembre de aquel año.

Registros para militar de tropa y reservistas

En el global nacional, hasta 60.014 personas se registraron en los procesos de selección del Ejército el pasado año, un 17,19% más que el año anterior. El guarismo prácticamente igualó al de 2015 (62.131), aunque quedó lejos del del bienio anterior: 74.903 (2014) y 44.821 (2013). El porcentaje de aspirantes a soldados catalanes se ha movido entre el 2,91% del año pasado y el 19,08% de 2014, siempre en torno la media del 3% del total. Como se aprecia en el gráfico, la participación en el conjunto de España ha idoi evolucionando desde el 6,5% de 2010 al 2,91% del año pasado. 

Menos oficiales y suboficiales

Donde se observa una mengua de catalanes en las FAS es en las peticiones de ingreso directo como oficial o suboficial en los Cuerpos Generales, Infantería de Marina y Escala de Oficiales de la Guardia Civil en 2017. En toda España se inscribieron 4.959 personas, un incremento del 1,35% respecto al ejercicio anterior. Por contra, hicieron lo propio 91 personas en Cataluña, cuatro menos que en 2016 (-4,21%). No obstante, la evolución de la participación en el total español es positiva, ya que pasa del 1,5% de 2013 al 1,8% de 2017.

Solicitudes para oficiales y suboficiales

Un dato curioso son los reservistas voluntarios: si en el total de las oficinas de las Fuerzas Armadas en España se registraron 1.663 solicitudes el año pasado, un descenso de casi el 30% respecto al ejercicio anterior, la cifra repuntó tanto en Cataluña (135, +12,5%) como en la provincia de Barcelona (103, +6,19%).

Estas participaciones, en cualquier caso, son muy bajas si se tiene en cuenta que la población catalana supone aproximadamente un 16% del total español.

Fuera de las ferias

El ligero repunte de registros de 2017 contrasta con la pérdida de varias plataformas de difusión en Cataluña de la carrera profesional en las Fuerzas Armadas. El Ayuntamiento de Barcelona veta la presencia militar en el Salón de la Infancia desde 2016. En noviembre del año pasado, el gobierno municipal de BComú renovó la exclusión tras una propuesta en sentido contrario del PP. Por su parte, el Ayuntamiento de Girona ha excluido al Ejército del salón Expojove, que se celebrará en el recinto ferial de la capital de provincia del 5 al 8 de abril.

Por contra, las FAS sí mantienen su presencia en el Salón de la Enseñanza, que arrancó ayer miércoles, 14 de marzo, en Barcelona. No obstante y como viene ocurriendo en los últimos años, los militares se enfrentaron a una protesta contra su estand en el salón.