Imagen aérea de los centros penitenciarios Brians 1 y Brians 2 / CG

Imagen aérea de los centros penitenciarios Brians 1 y Brians 2 / CG

Vida

Las cárceles catalanas se olvidan de las enfermedades psiquiátricas

Los internos con problemas mentales carecen de una atención sanitaria especializada

11 noviembre, 2016 00:00

Los presos que cumplen condena en un centro penitenciario catalán y tienen algún tipo de enfermedad psiquiátrica no están suficientemente controlados. Así lo denuncian los funcionarios de prisiones, que alertan de que no hay especialistas y, si los hay, no están disponibles siempre que son necesarios.

Las cárceles de Puig de les Basses --situada en Girona y abierta desde el verano de 2014-- y Mas d’Enric --en Tarragona y más nueva: desde finales de 2015-- cuentan con departamento de Psiquiatría, pero no han abierto sus puertas, según ha informado a Crónica Global la Agrupación de los Cuerpos de Administración de Instituciones Penitenciarias (ACAIP).

Su coordinador, Francesc López, explica que los internos con patologías psiquiátricas están en módulos ordinarios y, pese a que disponen de una atención farmacológica, no se les acompaña debidamente. “No puedes tener una atención pormenorizada para cada interno porque requieren que alguien esté encima de ellos”, explica.

Brotes peligrosos

El portavoz de ACAIP relata que en alguna ocasión se han dado circunstancias que han puesto en peligro al propio interno. Es el caso de "un preso que debería medicarse por su patología, pero deja de hacerlo y nadie se da cuenta, porque nadie le lleva un seguimiento": "Un día de puente, ni su familia ni sus amigos van a verlo, se desequilibra y le prende fuego a la celda. Esto ha pasado y es un peligro", aporta López.

En el centro penitenciario de Brians 1 se encuentra lo que López llama “el departamento estrella”, la Unidad Hospitalaria Psiquiátrica Penitenciaria (UHPP), una unidad de profesionales especializados en Psiquiatría destinados, las 24 horas del día, a los internos que sufren algún trastorno mental. “Allí, los presos dejan de ser presos y pasan a ser pacientes y queda en suspenso su historial penitenciario”, explica el coordinador de la agrupación.

Acompañamiento necesario

Algunos reos con patologías de otros centros catalanes se derivan a la UHPP, el problema es que se haga demasiado tarde. En la cárcel Modelo, por ejemplo, trabaja un médico generalista las 24 horas, pero solo hay dos psiquiatras, ambos en horario de mañana y de lunes a viernes: “Si a alguien le da un brote el viernes por la tarde y el médico de guardia no cae en la cuenta de derivarlo, hasta el lunes por la mañana que entren los expertos no se tratará a ese interno”.

López sostiene que los centros de Puig de les Basses y Mas d’Enric deberían abrir urgentemente sus departamentos de Psiquiatría y pide que el acompañamiento médico se realice antes de que el preso llegue a serlo: “Precisamente, algunos de estos enfermos entran en la cárcel porque no tienen una atención sanitaria adecuada en la calle y eso deriva que acaben en prisión”.