Temerario 'pique' entre un coche y un camión en la C-32

Temerario enfrentamiento sobre ruedas en la autovía C-32 en Barcelona. Un camión hizo ademán de embestir a un vehículo que lo había obligado a frenar en la vía rápida el pasado jueves. La escena la grabó la camara del salpicadero de un conductor, que ha podido identificar al automóvil, aunque no al vehículo de gran tonelaje.

El peligroso lance automovilístico ocurrió poco antes de las 10:00 horas de la mañana del 20 de marzo en la vía rápida de peaje a la altura de Viladecans (Barcelona). La grabación muestra a un automóvil utilitario frenando en la carretera. Ello obliga al camión que circula tras él a reducir velocidad lo que, al parecer, no sienta bien al conductor. Éste, en una maniobra diabólica, recupera velocidad, se pone a la altura del otro automovilista en el carril central y hace ademán de embestirle hacia la cuneta.

A la fuga

La imprudente maniobra acaba con el vehículo de carga escapándose a gran velocidad de la escena mientras deja al otro conductor previsiblemente acongojado. La maniobra de intimidación del camión casi roza el costado izquierdo del vehículo a más de 90 kilómetros por hora, lo que habría tenido consecuencias dramáticas para el conductor del pequeño automóvil.

De hecho, se observa como este último vehículo da un pequeño volantazo cuando el automovilista rival amenaza con echarlo de la carretera. Tras ello, reduce de manera significativamente su velocidad mientras observa a su agresor alejarse de la escena como si nada hubiera pasado.

Velocidad variable

Se desconoce si el conato de accidente tuvo que ver con la velocidad variable que rige en la vía rápida barcelonesa. Si bien inicialmente se puede circular a 120 kilómetros por hora, el Servei Català de Trànsit (SCT) puede modificar este límite en función de la contaminación o la meterología.

El sistema entró en vigor en 2009, con un umbral de velocidad de 80 kilómetros por hora, en consonancia con el resto de la llamada zona 80 que se impuso en las carreteras de acceso a Barcelona. No obstante, en 2011 se flexibilizó el esquema para que el límite fuera variable acorde con las necesidades de fluidez del tráfico.