Joaquín Benítez, exprofesor de gimnasia de los Maristas, acusado de abusar de menores / EFE

Joaquín Benítez, exprofesor de gimnasia de los Maristas, acusado de abusar de menores / EFE

Vida

Benítez dice que se sintió "amparado" por los Maristas y que conocían los abusos desde 1986

Los médicos forenses han definido al exprofesor de gimnasia como una persona narcisista y con poca empatía al considerar que "no reconoce el sufrimiento ajeno"

26 marzo, 2019 19:11

Joaquín Benítez, exprofesor de gimnasia de los Maristas, ha declarado este martes que se sintió amparado por la orden religiosa, que tuvo conocimiento de los primeros abusos sexuales en 1986, pese a que no actuaron.

El exdocente ha admitido que realizó tocamientos a uno de sus alumnos en aquello época y que poco después el padre se presentó en el despacho del director, quien le dijo que “era importante que no volviera a ocurrir”. El acusado por cuatro casos de abusos a menores entre 2006 y 2010, ha reconocido dos, ante la Audiencia de Barcelona.

Narcisista y con poca empatía

Los médicos forenses han definido a Benítez como una persona narcisista y con poca empatía al considerar que "no reconoce el sufrimiento ajeno". Tres facultativos y un psicólogo han comparecido como peritos en el juicio y, a preguntas de las partes, han descartado que el exprofesor acusado de abusos tenga rasgos de psicopatía o una parafilia como la pedofilia.

También han detallado que no es una persona con un trastorno cognitivo o mental que le impida entender la realidad, pero que, en relación a los casos de abusos por lo que le están juzgando, "niega la existencia de falta de consentimiento". La sesión de este martes ha empezado con la declaración de una testigo que, como psicóloga, ha explicado las secuelas que sufrió una de las víctimas a la que trató: problemas con relaciones de autoridad y en los estudios, así como inseguridad, y desconfianza hacia hombres adultos.

Confesión parcial

Benítez está acusado de abusar sexualmente de cuatro alumnos de 13 y 14 años, en dos casos de forma reiterada, aprovechando que estaban solos en su despacho y valiéndose del "temor" que le causaba a las víctimas la posición dominante del profesor, según el escrito de acusación de la Fiscalía.

El exprofesor de gimansia se enfrenta a unas peticiones de penas que van hasta los 36 años de cárcel por cuatro delitos de abusos sexuales.

Sancionar a la congregación

El padre de una víctima de abusos confesados por el propio Benítez, Manuel Barbero, ha pedido este martes que la Generalitat se reúna para investigar y "abrir un expediente sancionador a Maristas".

El padre que destapó el caso lo ha dicho después de que el exdocente haya indicado durante el juicio que los responsables de su colegio conocieron uno de sus primeros casos de abusos sexuales en 1986 pero que no lo sancionaron. Barbero ha manifestado que no considera "una victoria" esta declaración del acusado a pesar de reconocer parte de los hechos --ha confesado dos de los casos--.