Después de 37 años de vida, el Miniestadi dejará de existir y el FC Barcelona ya tiene el permiso para derribarlo, un espacio que quedará libre para la construcción del nuevo Palau Blaugrana, que tendrá una capacidad para 12.000 personas.
El Ayuntamiento de Barcelona ha concedido este jueves al FC Barcelona la licencia para derruir el Miniestadi, que permitirá desmantelar esta instalación y las contiguas de la Barça Escola y la pasarela que lo conecta al Palau Blaugrana –que no afectará a la rampa que da acceso al Palau--.
Seis meses de obras
“Con este trámite, se da continuidad a las intervenciones que se derivan de la modificación del plan general metropolitano (MPGM) aprobado el pasado mandato”, han explicado el Barça y el ayuntamiento en dos comunicados.
La duración prevista de las obras será de seis meses, y el Gobierno municipal y el club se reunieron el pasado martes para explicar cómo se desarrollaran los trabajos del derribo, una operación que correrá a cargo del FC Barcelona.
Construcción
De este modo, y una vez finalicen las obras, quedarán liberados los terrenos de la parcela donde se construirá el complejo nuevo Palau Blaugrana, formado por el Nou Palau, el Petit Palau, la pista de hielo, las instalaciones de la Barça Escuela y una estación de autobuses subterránea.
Además de estas construcciones, el Espai Barça también prevé la reurbanización de calles del entorno, la remodelación del futuro Camp Nou y su “apertura al barrio”.
Material reciclado
Tal y como se ha visto en otros campos que han sido derribados anteriormente, antes de derruir el estadio se retirarán los asientos, los elementos decorativos, los fluorescentes y los gases de las máquinas de aire acondicionado. De hecho, el 80% de estos materiales se reciclarán y serán reaprovechados.
En cuanto al arbolado, tras un estudio y conversaciones entre el departamento de Parques y Jardines y Protección del Verde del Ayuntamiento de Barcelona y el club, se respetarán el 65% de los árboles existentes durante el derribo del Miniestadi.