Una tostada en una mesa de un restaurante en Barcelona / CG

Una tostada en una mesa de un restaurante en Barcelona / CG

Vida

¿Es Barcelona una ciudad hostil a las intolerancias alimentarias?

La amplia oferta gastronómica de la urbe aún no acaba de incluir a un colectivo que debe comer sin gluten, sin lactosa, sin frutos secos o sin azúcares

17 marzo, 2018 00:00

En un conocido restaurante de Barcelona, especializado en brunch, dos clientes se sientan a una mesa compartida y piden la carta. Uno de los comensales comenta que tiene intolerancia a la lactosa y pregunta si puede pedir algo fuera de menú. “No, es imposible, solo lo que está allí es lo que hay”, dice señalando la carta la camarera; a lo que el cliente responde, “¿un bocadillo de pan y jamón, no puede ser?”. La camarera insiste en que no, que lo siente, y acto seguido la pareja se levanta de la mesa y se va.

Celíacos, intolerantes a la lactosa, a la fructosa, al sorbitol, alérgicos al pescado o a los frutos secos, a la soja, cada vez se descubren más trastornos alimentarios en la población y los restaurantes, bares y supermercados no siempre están preparados para afrontar las necesidades de este colectivo. En Barcelona no es diferente. Si bien “cada vez hay más sitios preparados”, según fuentes del Colegio de Dietistas-Nutricionistas de Cataluña, lo cierto es que son muchos los que no lo están.

Más opciones sin gluten

Mariona vive en Barcelona, tiene 28 años y hace unos pocos meses le diagnosticaron celiaquía, por lo que debe comer estrictamente sin gluten. Para hacer la compra explica que va a Mercadona porque es donde encuentra más variedad de productos aptos para ella. “Desde que soy celíaca intento comprar también productos ecológicos y naturales en Casa Ametller, por ejemplo, aunque no tienen casi nada específico sin gluten, y en Veritas, donde hay algunas cosas”.

En cuanto a los restaurantes, explica: “En Barcelona hay muchos restaurantes con cartas en las que se indican las opciones sin gluten o que cuentan con cartas específicas para celíacos, lo que es de agradecer. Además, si preguntas, en muchos locales conocen la problemática y te pueden especificar la manera en que están hechos los platos para asegurarte que no llevan gluten”.

Restaurantes flexibles y restaurantes imposibles

Mientras que para celíacos los restaurantes están más identificados, o cada vez se ofrecen más productos sin gluten, no es así para otros tipos de intolerancias. Mariona menciona las pizzas de Ginos o Telepizza, pero para quien tiene intolerancia a la lactosa, este alimento no es una opción.

Algunos restaurantes poco (y nada) flexibles con las intolerancias son las cadenas como Brunch and Cake, Buenas Migas, Sandwichez y bares modernos como el Cosmos y Al Sur Café. Pedir algo fuera de carta o de lo que hay presentado en las neveras de estos conocidos locales es “imposible”, según los propios camareros.

Por otro lado, son de destacar restaurantes como Teresa Carles, el Pic Nic, Tokyo Sushi, y Florida, que además de tener bien identificados los ingredientes de los platos, existe la posibilidad de modificarlos a pedido del cliente.

Supermercados

La oferta de productos para personas con alergias e intolerancias se amplía cada vez más. En algunos supermercados incluso hay secciones “sin gluten”, “sin lactosa”, bien identificadas. Sin embargo, de las cadenas consultadas, no todas han brindado la información de los productos que ofrecen a sus clientes.

Fuentes de Mercadona explican que buscan ofrecer alimentos aptos para cada intolerancia o alergia, y “si esto no se pudiese conseguir, por la naturaleza del producto, lo que sí hacemos es informar al consumidor de manera clara y eficiente a través del etiquetado”. Mercadona tiene 1.200 productos aptos para celíacos y 800 referencias sin lactosa.

Información detallada en etiquetas

Las mismas fuentes aseguran que de los 14 alérgenos que son de obligada declaración en el etiquetado, "hay muchos otros ingredientes que a determinadas personas pueden provocarles problemas, por lo que existen múltiples combinaciones posibles". "Por ello, entendemos que la mejor forma de ayudar a los diferentes colectivos es ofreciendo una información rigurosa y exacta en el etiquetado de todos y cada uno de los productos".

Por su parte, fuentes de Caprabo a las que ha consultado este medio no han brindado información en cuanto a la cantidad de productos que ofrecen para personas con alergias o intolerancias. Del mismo modo, prensa de Sorli Discau ha evitado compartir la información.

Más concienciación de riesgos

Anna Grifols, secretaria titular del Colegio de Dietistas-Nutricionistas de Cataluña (Codinucat), admite que en el caso de la celiaquía hay más regulaciones que en otros tipos de intolerancias, aunque tampoco quiere decir que los restaurantes estén completamente preparados. Si bien la regulación obliga a los locales a detallar en sus cartas los ingredientes que lleva cada plato, “no todos tiene cocinas con doble utensilio para cocinar para celíacos, que es fundamental para que no haya contaminación cruzada”.

En relación a otras intolerancias, como la lactosa o la fructosa, Grifols cree que “hay un vacío legal”, por ser más minoritarias. La nutricionista considera que en general hay cada vez más restaurantes que incluyen las intolerancias en sus cartas, pero cree que falta mucho más por hacer. “Falta mucha concienciación, los propietarios de los establecimientos deben saber que las no especificaciones en las cartas pueden hacer mucho daño a alguien, esta toma de conciencia es básica para generar un cambio real y que las personas con intolerancias y alergias se sientan integradas”.