Problemas en el desarrollo neuronal, pulmones y genes: así impacta la contaminación en el embarazo

La exposición durante el embarazo a contaminantes ambientales puede afectar al desarrollo y salud futura del bebé, incluso en la edad adulta. Así lo sugiere un informe elaborado por el Hospital Sant Joan de Déu en colaboración con el ISGlobal, que alerta de que algunas sustancias pueden atravesar la placenta del embrión y causar diversos problemas en el desarrollo neurológico, en los pulmones o incluso modificar el ADN del bebé.

En este sentido, los expertos aconsejan a las parejas que deseen tener hijos que tengan especial cuidado con la exposición a estas sustancias químicas que no solo se encuentran en el aire, sino también en entornos naturales y en productos del día a día como plásticos, sartenes o incluso cosméticos.

Contaminación del aire

De acuerdo con los autores del informe, que busca concienciar sobre las repercusiones de la contaminación ambiental en la salud maternoinfantil, los niños son especialmente vulnerables a los efectos de la contaminación del aire. En Barcelona, más del 50% de los casos de asma infantil son debidos a la polución, aseguran.

Otro estudio realizado por el hospital catalán, revela que los niños tienen mayor riesgo a ingresar en la UCI con una infección grave por rinovirus --el agente causal más común de las infecciones respiratorias-- si están expuestos a altos niveles de contaminación.

Barcelona bajo los efectos de la contaminación atmosférica / EP

Neurodesarrollo

El informe también pone de manifiesto que alrededor de un 20% de los menores de 18 años presenta alguna alteración o dificultad asociada al desarrollo neurológico. "Diversos estudios destacan el papel que tienen los contaminantes ambientales en el aumento de este tipo de trastornos, como son por ejemplo el déficit de atención o los síndromes de hiperactividad, entre otros", asegura Lola Gómez Roig, jefa del Servicio de Obstetricia y Ginecología del centro.

Asimismo, advierten, los cambios en el medio ambiente provocados por el cambio climático también incidden en el estado de ánimo y salud mental de los niños y adolescentes. En esta línea, recuerdan que la población infantil y juvenil es la más afectada por la ecoansiedad, una preocupación crónica por las consecuencias del cambio climático.

Contacto con la naturaleza

Para hacer frente a esta situación, los autores del informe consideran necesario llevar a cabo diversas actuaciones en las ciudades para reducir los factores ambientales negativos. En el caso de la población infantil, proponen intervenciones en las escuelas para garantizar la calidad del aire en un espacio donde pasan la mayor parte del tiempo.

También animan a las familias a estar más en contacto con la naturaleza. Solo un 20% de los niños y adolescentes salen alguna vez al mes a jugar al aire libre, y solo un 10% visita a un parque cada día. Con todo, insisten, "no hay niños sanos sin un planeta sano. Debemos cuidar a nuestro planeta".