Dos trabajadoras sanitarias atienden a una paciente en un Centro de Atención Primaria (CAP) / Glòria Sánchez (EP)

Dos trabajadoras sanitarias atienden a una paciente en un Centro de Atención Primaria (CAP) / Glòria Sánchez (EP)

Vida

La apertura online de citas en atención primaria se estrella con la brecha digital

Los sanitarios de los CAP lamentan que este nuevo sistema deje de lado a los pacientes más mayores y vulnerables, ponga en peligro sus datos y quite valor a ciertas tareas que deben hacer los médicos

31 octubre, 2021 00:00

La digitalización se ha convertido en el epicentro de nuestro día a día, por lo que cada vez son más los trámites que se realizan de forma online. El último en dar el paso y ofrecer esta posibilidad ha sido el Servicio Catalán de Salud (CatSalut), que ha lanzado un nuevo sistema para pedir cita en los Centros de Atención Primaria (CAP) a través de internet o de la aplicación de La Meva Salut. Este permite programar visitas no urgentes con el objetivo de simplificar el proceso y evitar trámites “innecesarios”.

No obstante, los profesionales de la atención primaria han recibido esta herramienta con cierto recelo. Y es que, aunque celebran que se innove y ofrezcan mejoras como esta para facilitar el acceso a la sanidad pública, lamentan que se dejen de lado otros factores como la brecha digital, la confidencialidad de datos y el problema de la sobrecarga de trabajo que denuncian que sufren desde hace más de una década por los recortes.

“Convierte a los mayores en dependientes”

Según un estudio realizado en el 22 Salón de las Personas Mayores de Cataluña la brecha digital afecta a un 23% de la población de entre 65 y 74 años del territorio, siendo los trámites con las administraciones públicas uno de los mayores obstáculos a los que se enfrentan. En esta línea, fuentes del colectivo Rebelión Primaria han manifestado a Crónica Global que les preocupa como, con esta nueva forma de gestionar la demanda, “el sistema sanitario convierte a la gente mayor y no digital en personas dependientes de otra persona hábil en nuevas tecnologías”.

Recuerdan que este sector de la población es, precisamente, el más vulnerable y el que más acude a los centros de atención primaria, pues son los que más problemas de salud presentan. “Fomenta la ley de cuidados inversos, ya que favorece los cuidados de personas que no lo necesitan en detrimento de los que realmente sí lo hacen”, subrayan desde la entidad.+

Un técnico administrativo del CAP Roger de Barcelona utiliza el nuevo sistema de gestión de la demanda de citas online del CatSalut / CG

Un técnico administrativo del CAP Roger de Barcelona utiliza el nuevo sistema de gestión de la demanda de citas online del CatSalut / CG

Preocupación por la confidencialidad

Por otra parte, el vicesecretario general de Metges de Catalunya y médico de familia del CAP Manso de Barcelona, David Arribas, ha explicado a este medio que una de las mayores preocupaciones del sindicato es la confidencialidad de los datos personales, ya que pedir cita por la vía online implica detallar el motivo de la consulta a un receptor que desconocemos. “No pueden pretender que cualquier persona pueda leer los motivos por los que un paciente pide un servicio sanitario, sino que hay que ser muy riguroso porque muchos pueden ser susceptibles de tener un impacto elevado en quien lo lea”, expone el doctor.

A esto hay que sumarle que la lista de opciones a escoger a la hora de exponer el motivo de consulta es limitada porque se trata de un programa informático que, por ahora, solamente contempla los más frecuentes. Preguntar dudas sobre el tratamiento, obtener los resultados de una prueba, hacer un seguimiento de un problema de salud crónico, tramitar una baja y consultar trámites administrativos son algunos de ellos. Por ello, desde Rebelión Primaria lamentan que “las personas tienen reticencias a escribir en la plataforma el motivo real de su consulta”.

Tareas burocráticas asociadas a asistenciales

Otra de las opciones que se ofrecen a la hora de pedir cita a través de internet es la renovación del plan de medicación. Aunque pueda parecer un trámite burocrático simple, el doctor Arribas señala que “no se trata de hacer un simple clic en un botón y ampliarlo un año más”, sino que hay que “analizar cómo ha funcionado el tratamiento y contrastar la eficacia con el plan terapéutico”.

Lo mismo sucede con dar una baja o alta laboral a un paciente, para lo que se requiere el diagnóstico de un facultativo. “A veces simplificamos mucho las cosas y no se ve todo el trabajo que hay detrás, pero hay muchas tareas burocráticas que normalmente van asociadas a las asistenciales”, sostiene el médico. Esta idea es compartida por el  colectivo Rebelión Primaria, pues creen que “no se les da el valor de acto médico que tienen porque lo convierten en un trámite meramente administrativo, algo que entra en conflicto con la legislación vigente”.

Cuestión de prioridades

La directora del CatSalut, Gemma Craywinckel, aseguró en una rueda de prensa el miércoles que los pacientes que describan lo que necesitan en el apartado de otros motivos recibirán una respuesta en 24-48 horas, mientras que los soliciten una visita presencial o telemática con su doctor lo harán en 48-72 horas, pero los profesionales lo niegan. “Es una información poco realista porque no se tiene en cuenta el fin de semana como días inhábiles para consultas”, apuntan fuentes de Rebelión Primaria. Una de las doctoras de la entidad asegura que su demora actual de atención telefónica es de siete días, de modo que “se crea una expectativa para el paciente que, como no se cumple, puede acabar en una visita forzada que posiblemente no sea necesaria”.

Esto ejemplifica que la atención primaria continúa colapsada, pues aplicar mejoras como esta no la descongestionan. “Lo más importante sería estudiar las cargas de trabajo, saber qué grado de sufrimiento tienen los sanitarios y, a partir de ahí, plantear soluciones”, expone David Arribas. El doctor reconoce que la nueva gestión de la demanda facilita la puerta de entrada al sistema a la población más joven, pero no cree que sea lo ideal para esponjar las listas de espera ni las agendas actuales.

Varios sanitarios de la atención primaria trabajan en un CAP de Girona / Glòria Sánchez (EP)

Varios sanitarios de la atención primaria trabajan en un CAP de Girona / Glòria Sánchez (EP)

Aspectos positivos de las citas online

La mayoría de los aspectos que destacan los profesionales de la primaria de este nuevo sistema para gestionar la demanda de visitas son negativos, pero también ponen en relieve alguno de positivo. Uno de ellos es la posibilidad de escoger el tipo de visita que se desea –telemática o presencial–, pues Rebelión Primaria recuerda que antes de la pandemia solamente se ofrecía la física.

En esta línea, resaltan la opción de escoger día y hora, pues anteriormente se asignaba la primera que había disponible con mayor anterioridad. “Esto permite al paciente escoger la cita cuando vaya a estar disponible y así no se pierden llamadas, algo que hace perder mucho tiempo y duplica visitas”, expone la misma fuente. Por último, la entidad celebra la liberación de tareas a los administrativos, pues no deberán atender a tantas llamadas y podrán realizar otras tareas.

Los mayores descartan usar la vía online

Con todo, los usuarios más mayores descartan hacer uso de este nuevo sistema del CatSalut, pues reafirman las quejas de los sanitarios acerca de la brecha digital. Pilar, una mujer de 74 años que acude con regularidad al ambulatorio, lo confirma a este medio: “Voy a seguir pidiendo hora por teléfono o presencialmente porque para hacerlo por internet dependo de alguien que me ayude, ya que no me aclaro y me es muy difícil”.

De hecho, lamenta que normalmente le toca desplazarse hasta su centro médico para concertar una cita, pues sostiene que por teléfono “casi siempre comunica” y no lo logra. Habrá que esperar para ver si este problema llega a su fin y las líneas dejan de estar saturadas gracias a la gente más joven, que ahora podrá pedir cita online. Pero, por ahora, hay algo que los sanitarios de la atención primaria tienen muy claro: “las novedades como esta ayudan, pero hay que priorizar el problema real de la sobrecarga de trabajo”, concluye el doctor Arribas.