La Guardia Civil custodia la finca de Rodalquilar, en Níjar (Almería), en la que se está inspeccionando el pozo en el que supuestamente Ana Julia Quezada ocultó el cuerpo de Gabriel

La Guardia Civil custodia la finca de Rodalquilar, en Níjar (Almería), en la que se está inspeccionando el pozo en el que supuestamente Ana Julia Quezada ocultó el cuerpo de Gabriel

Vida

Ana Julia pasará otro día detenida mientras la Guardia Civil sigue investigando

El juez prorroga el arresto, mientras la autora confesa del crimen volverá al juzgado el jueves

14 marzo, 2018 15:53

Ana Julia Quezada, la autora confesa de la muerte del pequeño Gabriel Cruz, pasará otro día detenida. El titular del Juzgado de Instrucción 5 de Almería, Rafael Sobrino, ha prorrogado el arresto para la práctica de nuevas diligencias policiales.

Quezada ha prestado hoy declaración por la muerte de Gabriel, el hijo de su pareja. Posteriormente, ha sido conducida de vuelta, en un furgón policial, a la Comandancia de la Guardia Civil de Almería. La mujer volverá a declarar mañana al juzgado, al mediodía.

Una discusión

En las inmediaciones de los juzgados se han concentrado medio centenar de personas que han increpado a Ana Julia Quezada y han intentado acercarse al furgón que la trasladaba, lo que ha sido evitado por agentes de la Policía Nacional. Esta escena se produce apenas 24 horas después de que la principal sospechosa confesase el crimen a las preguntas de la Guardia Civil. Eso sí, su versión carece de la total confianza de los investigadores.

En concreto, ha trascendido que Ana Julia convenció a Gabriel para que la acompañase a la finca donde lo mató. Ella se puso a pintar la casa (tenía que instalarse allí con el padre de Gabriel) y él, siempre según su versión, se quedó fuera jugando y cogió un hacha. Ella le preguntó que qué hacía y el muchacho, según dice, comenzó a insultarla y a decirle que no era su madre, que no le mandaba y que no quería verla más.

¿Asesinato?, ¿homicidio?

A continuación, Ana Julia trató de quitarle el hacha, forcejearon y le dio un golpe a Gabriel. Entre la rabia y el susto, lo asfixió. Tras matarlo, entró en la casa y se dio cuenta de que tenía un problema "importante". Se puso a fumar y pensó que lo mejor era enterrarlo, para no "hacerle daño" al padre, Ángel. Lo desnudó y escondió su ropa en casa de la abuela antes de tirarla a un contenedor de vidrio.

Con su declaración, Ana Julia quiere evitar la pena por asesinato de un menor (entra en los supuestos de prisión permanente revisable) y que se la castigue por homicidio (10 a 15 años de cárcel) u homicidio imprudente (de 1 a 4 años).