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El olvido que mata

La investigación del alzhéimer cumple 115 años sin un solo fármaco para atajarlo

19 septiembre, 2021 00:00

El Covid-19 se lo lleva todo, dinero para investigar y foco mediático. Ha dejado fuera a la enfermedad del olvido, el alzhéimer, que este martes se conmemora en todo el mundo. La también denominada epidemia del siglo XXI cumple 115 años del primer diagnóstico sin un tratamiento curativo. Apenas cuenta con medicamentos menores para paliar sus síntomas.

Han pasado 18 años desde que se aprobó el último, la memantina (2003). Demasiado tiempo para una enfermedad que va rápidamente a más, en un contexto de envejecimiento de la población, con el goteo de 40.000 casos nuevos cada año en España en el océano mundial de 50 millones (800.000 hispanos).

Factura bimillonaria

El alzhéimer supone unos costes médicos, sociales y de asistencia de casi 700.000 millones de euros al año, según Alzheimer's Disease International (ADI). Esta federación y la administración EEUU calculan que la factura ascenderá a dos billones si no se pone freno a la enfermedad.

“Los tratamientos actuales no tienen capacidad de cambiar el proceso del deterioro. Su efectividad es marginal a pesar de que casi todos están patrocinados por los laboratorios investigadores”, aseguran las asociaciones y confederaciones, volcadas cada año ante el Día Mundial. 

Fármaco dudoso y caro

Se muestran cautelosas ante el aducanumab (nombre comercial Aduhelm, de Biogen), aprobado por la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos, por sus siglas en inglés) en Estados Unidos el pasado junio. Se trata de un anticuerpo monoclonal que se administra por vía intravenosa una vez al mes. Ha sido diseñado para disminuir el número y tamaño de las placas amiloides, pero no mejora ni el curso de la enfermedad ni la calidad de vida de los pacientes.

Los detractores del esperanzador fármaco, todavía en la sala de espera de la Agencia Europa del Medicamento (EMA), denuncian que no sirve, cuesta casi 50.000 euros al año y tiene graves efectos adversos como hemorragias cerebrales, confusión mental, etcétera.

Expectación y controversia

En cualquier caso, la aprobación de aducanumab ha generado expectación, ya que innova en la forma de atacar el alzhéimer al ir al origen de la enfermedad y no solo a la sintomatología.

El nuevo fármaco también reafirma la necesidad de seguir investigando, para mejorar la detección de la enfermedad en su fase preclínica, mediante el desarrollo de más y mejores estrategias de diagnóstico precoz y certero. Y pone de manifiesto la importancia del uso de biomarcadores, especialidad del centro investigación de la Fundación Pasqual Maragall, el BBRC.

Reto para el sistema

Su potencial aprobación en España supondría un gran reto para el sistema sanitario, ya que requeriría dedicar muchos recursos al diagnóstico precoz y se debería actualizar a los profesionales en el ámbito de los biomarcadores y en el abordaje de las fases tempranas del alzhéimer.

Pero las tétricas estadísticas suman y siguen, ante la indiferencia y el fracaso de organismos, gobiernos y científicos de todo el mundo. Y la impotencia tras el fracaso de más de 200 fármacos en ensayos clínicos con pacientes.  

Demencias varias

Según el World alzheimer report, se está comprobando que casi un tercio de los casos diagnosticados como alzhéimer corresponden a otras enfermedades. Entre ellas la encefalopatía TDP-43, también llamada LATE. Se trata de un nuevo tipo de demencia, que suele aparecer a edades muy tardías y que provoca en el paciente síntomas casi idénticos a los del alzhéimer.

Los investigadores creen que en mayores de 85 años, habría tantos casos de LATE como de alzhéimer. Pero los cambios cerebrales son muy diferentes, lo que lleva a pensar que también deberían serlo los tratamientos.

¿Y mientras?

Encontrar un tratamiento efectivo sería una de las grandes noticias médicas de nuestra época. ¿Cuándo llegará? “¿Y mientras, qué podemos hacer?”, se preguntan los familiares y la sociedad.

Por ahora, tampoco contamos con ninguna prueba concluyente que nos indique que existe un elemento nutricional o procedimiento cognitivo que evite el riesgo de padecer alzhéimer.

Hábitos de vida saludables

Los expertos sugieren que es bueno, como para el corazón, prevenir los factores de riesgo cardiovascular (hipertensión arterial, diabetes, hipercolesterolemia…) y seguir unos hábitos de vida saludables basados en ejercicio físico moderado y regular, dieta sana y equilibrada, mente activa y cultivar las relaciones sociales.

La solución tiene que ser por vía científica.  Cuando llegue.