Alumnos en una clase en la escuela Ágora Sant Cugat / Cedida

Alumnos en una clase en la escuela Ágora Sant Cugat / Cedida

Vida

El colegio de élite Ágora gana el primer juicio a las familias por las cuotas del confinamiento

La prestigiosa escuela volverá a los tribunales el 29 de noviembre por cobrar las mensualidades durante los meses de 2020 en los que no hubo clases presenciales

26 octubre, 2022 00:00

El colegio de élite Ágora Barcelona International School ha ganado a las familias el primer juicio por cobrar las cuotas íntegras durante los meses de confinamiento en 2020, cuando cesó la actividad lectiva presencial y la enseñanza pasó a ser en línea al 100%. La prestigiosa escuela ha vencido a un primer grupo de madres y padres, aunque volverá al estrado el próximo 29 de noviembre, cuando se celebrará otra vista civil contra otros 16 demandantes. 

Imagen del Ágora International School de Sant Cugat, que se enfrenta a una revuelta de padres y madres de alumnos / CG

Imagen del Ágora International School de Sant Cugat, que se enfrenta a una revuelta de padres y madres de alumnos / CG

Según una sentencia reciente a la que ha accedido este medio, el juez de la sala de Primera Instancia número 7 de Martorell (Barcelona) desestima las pretensiones de los padres y madres de uno de los dos centros, el de Sant Esteve Sesrovires. El magistrado considera que la condición de cuotas "abusivas" que denunciaban las familias no se puede demostrar. 

Cuatro argumentos

Para desestimarlo, el togado recuerda que los demandantes denuncian caída de la carga lectiva, pero solo aportan los horarios de antes y durante la reclusión, una prueba insuficiente, y que quedó probado "lo contrario", y que los horarios y los contenidos no se redujeron, o no se puede probar que así sea. 

Además, el titular corrobora que los alumnos con necesidades especiales continuaron recibiendo atención y concluye que la "caída de la calidad educativa" es una percepción. Lo que es más, recuerda el firmante que en las pruebas del bachillerato internacional de 2020, los alumnos lograron notas superiores a las del año anterior. 

"El juicio de noviembre ya no tiene sentido"

Preguntado por la resolución, una portavoz del grupo Globeducate explica a este medio que "la justicia ha desestimado la primera acción legal contra Ágora por las mensualidades de 2020".

Con ello, la institución educativa sita en Sant Cugat del Vallès (Barcelona) cree que el próximo juicio "carece de sentido, pues los tribunales ya han avalado la actuación" de la escuela. 

Se negó a pactar

Sea como fuere, abogados de Ágora volverán al juzgado el 29 de noviembre. Será en la sala de Primera Instancia número 7 de Rubí (Barcelona), donde se verán las caras con los letrados de otro grupo de "unas 15 familias" que les demandaron por cobrar íntegramente los pagos mensuales durante el encierro de 2020. 

Ocurrirá, han explicado fuentes conocedoras del caso, "porque en la audiencia previa de 2021 Ágora se negó a pactar", por lo que la vista se celebrará forzosamente al discurrir por la vía civil. 

Un acto deportivo en el Colegio Ágora de Sant Cugat / CEDIDA

Un acto deportivo en el Colegio Ágora de Sant Cugat / CEDIDA

Las cuentas y los ERTE

Asimismo, el juicio tendrá lugar después de que el juez pidiera a Ágora sus cuentas anuales, como explicó este medio, así como los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) de los que se benefició la institución educativa para sus profesores en 2020. Las fuentes consultadas recuerdan que el magistrado ha pedido ambas cosas para comprobar la tesorería del colegio, por cuanto una de las razones esgrimidas para seguir cobrando cuotas fue la de que peligraba su viabilidad. 

Con lo que respecta a los ERTE, el togado quiere comprobar si los profesores de Ágora siguieron trabajando, como dice la escuela, o de lo contrario se beneficiaron de una pausa temporal por el envite del coronavirus. 

Pagar marzo, abril y mayo

La cosa juzgada en las dos causas contra Ágora es si el colegio de élite tenía derecho a cobrar íntegras las cuotas de marzo, abril y mayo de 2020, cuando rigió un severo confinamiento en España que impidió la actividad lectiva presencial. Las escuelas adaptaron la enseñanza a distancia, aunque algunos centros educativos, sobre todo los privados, continuaron cobrando las mensualidades a los padres. 

Ante ello, algunas familias decidieron impagarlas en protesta por la caída de la actividad y calidad educativa, pues la enseñanza online no daba todos los contenidos por los que habían pagado. Tras ello y como explicó este medio, Ágora amenazó con impedir la matrícula a los padres que rehusaran abonar las cuotas. 

Quince colegios y la patronal se cuadra

De hecho, el conflicto en Ágora fue solo uno de los cerca de 15 que estallaron en colegios privados de Cataluña. En todos ellos, las direcciones se negaron a rebajar las cuotas o lo hicieron al mínimo, alegando que su viabilidad dependía de seguir cobrando a madres y padres pese a que la enseñanza era online y que, por lo tanto, clases como las deportivas quedaban anuladas. 

El pulso alcanzó a centros tan prestigiosos como La Miranda, Hamelin Laie, Saint George's-Colegio Británico de Cataluña, el Saint Patrick's International Schol y el Abad Oliva Loreto.

El Liceo Francés

El caso más paradigmática fue el del Liceo Francés de Barcelona y Madrid, que se enfrentó a sendas revueltas de padres de alumnos por el mismo motivo. No obstante, estos dos colegios recordaron que son instituciones concertadas por el Estado francés, y no privadas. 

Imagen aérea del Liceo Francés de Barcelona / CG

Imagen aérea del Liceo Francés de Barcelona / CG

Eso sí, el pulso afloró algunos problemas de gestión que las familias venían denunciando hace tiempo. 

La patronal se cuadra

En paralelo a ello, la patronal del sector, Escoles Privades Independents de Catalunya (EPIC), amparó a las gerencias de los centros fuera del perímetro público y avaló que estas siguieran cobrando las mensualidades íntegras.

Su presidente, Álex Cerdà, aseguró que la organización contaba con un informe jurídico que confirmaba que podían seguir girando recibos pese a la caída de la actividad lectiva.