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Vida

El abuso sexual silenciado: cuando las madres son culpables

Los chicos que han sufrido agresiones sexuales por parte de mujeres son más reacios a hacerlo público. Una de las razones es el tabú que envuelve aún a la maternidad y el papel de la mujer

28 enero, 2017 00:00

La maternidad es vista como algo sagrado en la mayoría de sociedades. Por esta razón resulta tan difícil aceptar que pueda haber malas madres, o que incluso algunas abusen sexualmente de sus propios hijos. Pero sí las hay.

Los expertos señalan que se trata de un delito menos frecuente que el incesto paterno, aunque reconocen que es complejo de cuantificar con exactitud, puesto que no existen estadísticas.

La mayoría de los hijos varones violados por sus madres no lo cuentan, y la ciencia se interesa solo parcialmente del caso. Este olvido científico está relacionado con el tabú que envuelve la maternidad, sostiene la psiquiatra Estella V. Welldon, una de las investigadoras pioneras en el campo, en su libro Madre, Virgen, Puta.

La científica explica que las madres abusan de sus hijos de forma directa y abierta, y no solo a través del chantaje emocional o de la dependencia, como habitualmente se cree.

Felaciones y masturbaciones

La psicóloga especialista Margarita García Marqués, de ASPASI, una entidad de prevención del abuso sexual infantil, es una de las profesionales que trata estos tipos de agresiones. En la actualidad, trabaja con dos pacientes víctimas de abusos por parte de sus madres. Según relata, fueron obligados por sus madres a felaciones y masturbaciones.

La mayoría de casos se inician cuando el chico aún está en etapa prepuberal y no es totalmente consciente de lo que significa una relación sexual. Los escasos episodios recogidos por la prensa en el extranjero muestran casos que van desde la manipulación psicológica a la violencia física para llevar a cabo sus objetivos. En algunos casos suele ocurrir cuando el hijo duerme habitualmente en la misma cama de la madre.

Desde este medio hemos intentado hablar con los dos pacientes en terapia, pero han rechazado el ofrecimiento. El abuso que sufren los hijos varones sigue siendo muy oculto y los mismos perjudicados muestran muchas reservas a la hora de denunciarlo ante los juzgados o hacerlo público. 

García Marqués es prudente a la hora de considerar si el tabú que envuelve este delito responde a que “hay pocos casos” o al hecho de que “se denuncian menos”. “En mis 30 años de carrera solo he tenido 8 u 9 casos con este perfil”, explica. 

El 19%, víctimas de una mujer

El catedrático de psicología de la sexualidad de la Universidad de Salamanca Félix López Sánchez es el experto más relevante a nivel nacional en este campo. Su estudio Los abusos sexuales. Lo que recuerdan de mayores arroja los datos más fiables sobre abusos sexuales a menores de los que se disponen hasta la fecha.

Según sus cálculos, entre el 20% y 25% de las mujeres en España han sufrido abusos. En el caso de chicos, es de entre el 10% y el 15%. De este 15% de chicos, un 19% ha sido abusado por una mujer. “Más que madres, son mujeres”, matiza López Sánchez, que considera “insignificante” el número de madres que cometen incesto.

No lo llaman violación

En relación a la baja cifra de denuncias, López Sánchez esgrime que muchos hombres no son conscientes de que se trata de un delito, o que incluso “han querido” mantener esas relaciones --en el caso de que la abusadora es una persona externa a la familia--.

A este respecto, el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) dependiente del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos publicó un informe bastante conclusivo: cuando separaban “ser forzados a penetrar” de “violación” se elevaban el número de casos. Mientras que solo uno entre 71 hombres se considera víctima de violación, 1 de 16 afirma haber sido obligado a llevar a cabo la penetración.

Uno de tres

Australia es uno de los países más avanzados en cuanto a estudio de este fenómeno. La Encuesta de Seguridad Personal de la Oficina Australiana de Estadística de 2005 estimó que unos 4.800 varones australianos habían sido abusados sexualmente por su madre o madrastra antes de los 15 años.

Actualmente, está en marcha una campaña titulada Uno de cada tres --en el que también se recogen las agresiones y el maltrato físico-- para ayudar a que más hombres denuncien estos casos. El lema de la campaña hace referencia a que, de cada tres personas maltratadas, uno es varón.

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¿Y España?

En España durante muchos años la edad legal de consentimiento para tener relaciones sexuales era los 12 años, ahora se ha elevado hasta los 16 años. A nivel europeo se produce una disparidad de edades legales que dificulta la lucha contra el fenómeno. “Habría que tener una edad de consentimiento común, porque en España venían muchos turistas a tener relaciones con chicas de 14 o 13 años”, asevera.

Otro de los problemas es legal. En nuestro país las agresiones sexuales prescriben entre los 10 y 15 años a partir de que la víctima cumple 18 años. En otros, como el Reino Unido, es un delito que ni siquiera prescribe.