Club Paradise, el macroprostíbulo de La Jonquera que fue objetivo de varios atentados con explosivos / CG

Club Paradise, el macroprostíbulo de La Jonquera que fue objetivo de varios atentados con explosivos / CG

Vida

Absueltos los siete acusados de atentar contra El Paradise, el macroprostíbulo de La Jonquera

La Fiscalía solicitaba 26 años de prisión para cada uno de ellos como autores de cuatro ataques con artefactos explosivos

24 mayo, 2022 17:46

La Audiencia Provincial de Girona ha absuelto a los siete acusados de atentar con artefactos explosivos contra el macroprostíbulo Club Paradise de La Jonquera (Girona) en diciembre de 2012. El auto recoge que en el juicio, celebrado a principios de mes, no pudo acreditarse la participación de los acusados en estos hechos.

El juicio contra los presuntos autores empezó a principios de mayo, casi 10 años después de la oleada de ataques al Club Paradise durante los días 12, 23, 24 y 31 de diciembre de 2012, a excepción de Xavier J.P. –al que los Mossos consideraban el cabecilla del grupo—que fue asesinado en 2017 en Viladecans al estallar una bomba en su coche.

Ataques con explosivos

El primer ataque al macroprostíbulo se remonta a las 6.00 del 12 de diciembre de 2012, cuando dos personas que circulaban en moto atacaron con explosivos la fachada del prostíbulo. En concreto, lanzaron dos artefactos: uno en una zona de almacén, que explotó, y otro no llegaron a detonar.

El segundo ataque se registró el 23 de diciembre de ese mismo año, poco antes de las 20.00. En esa ocasión dos personas accedieron con subfusiles al interior del club y dejaron un coche bomba aparcado en las inmediaciones, que no explotó por un fallo en el detonador. También quemaron otro de los vehículos que había aparcados cerca del club. 

Un ajuste de cuentas

El 24 de diciembre, presuntamente, los acusados enviaron un email a la policía y a los medios de comunicación reivindicando los ataques de los días 12 y 23 y anunciaron que si el dueño del Paradise no pagaba las deudas que había contraído con ellos, harían explotar varias bombas en el negocio. A la semana siguiente, el 31 de diciembre, uno de los miembros llamó a los Mossos y, con la voz distorsionada, alertó de que una bomba estallaría a media noche.

La sentencia señala que “no se trataba de acreditar la, sin duda, sospechosa conducta de los siete procesados, sino de probar más allá de toda duda razonable que fueron quienes organizaron y ejecutaron los hechos criminales declarados probados, que formaban una organización que se dedicaba a cometer este  tipo de delitos, relacionados con la extorsión”

Sentencia absolutoria

A pesar de la sentencia absolutoria, la Fiscalía consideraba a los siete acusados autores de un delito de organización criminal y les atribuía también, a cada uno de ellos, uno o varios delitos de hurto continuado, falsedad documental, tenencia de explosivos, daños continuados amenazas y robo con fuerza. Por estos delitos el ministerio público solicitaba una pena de 26 años de prisión para los acusados, mientras que las defensas solicitaban la absolución alegando la ausencia de pruebas.