Un abejaruco con una abeja en el pico / EUROPA PRESS

Un abejaruco con una abeja en el pico / EUROPA PRESS

Vida

¡Que viene el lobo colmenero!

La sequía y el abejaruco dan la puntilla e indignan al sector mielero

23 octubre, 2022 00:00

Cada año más de 100.000 parejas de abejaruco, según datos de SEO Birdlife, migran desde África. Los apicultores denuncian que, quizá por el cambio climático, permanecen miles de ejemplares de este pájaro, vistoso sin par pero voraz y protegido como el lobo. Le acusan de esquilmar los colmenares y dar la puntilla, junto a la sequía, al sector mielero.

Las organizaciones agrarias andan haciendo cuentas de los daños de este superdepredador, considerado el ave más bella de Europa, avistado hasta en el Alto Pirineo. Reclaman a las Administraciones indemnizaciones millonarias.

Asedio continuado

“Ha sido el remate en un verano fatídico tan seco y largo como este”, aseguran en la Asociación Española de Apicultores. El pájaro, explican, se apuesta junto a las colmenas y vuela en perpendicular para capturar las abejas según llegan. O espera su salida en la piquera para atiborrarse de ellas.

José Luis García, apicultor de Ariza (Zaragoza), cuenta que solo su canto las asusta y les impide salir de pecoreo, a recolectar el néctar de las flores. Como resultado del asedio continuado, disminuyen las crías y las supervivientes consumen el agua de la miel, lo que carameliza el producto y lo hace inservible para la comercialización.

Un abejaruco come una abeja / EUROPA PRESS

Un abejaruco come una abeja / EUROPA PRESS

Voracidad creciente

La sequía y los pesticidas, que han eliminado charcas y otros insectos voladores (libélulas, avispas…) han llevado, según los productores, de miel a que las abejas constituyan el principal alimento del lobo colmenero.

Su población ha crecido un 78% desde el 2000, según el Servidor de Información Ornitológica de Cataluña. Un estudio del CSIC (Carrascal de la Puente y Palomino, 2008) estima una media en España de 6.010.000 ejemplares. Casi el doble que colmenas: 3.049.065, de acuerdo con el último censo oficial. Se calcula que una veintena de abejarucos se comerían unas 25.000 obreras al mes. Una colmena completa tiene unas 45.000 abejas, por lo que 40 de ellos se la pueden comer entera en 30 días.

Cosecha inexistente

El responsable de Apicultura de COAG, Pedro Loscertales, califica la campaña como “la peor en la última década”. El de UPA, Antonio Prieto, sostiene que la producción de miel se sitúa “por debajo de la mitad de un año normal”.

En la Alcarria (comarca de Guadalajara y Cuenca) han obtenido unos cinco kilos de miel por colmena frente a los 15 de años pasados. En Aragón, Extremadura, Andalucía y Galicia, la cosecha no ha llegado ni al 30%. “Es prácticamente inexistente”, subraya Mariano Abad, de Calamocha (Teruel).

Un abejaruco amenaza una colmena de miel en una campaña de COAG

Un abejaruco amenaza una colmena de miel en una campaña de COAG

Daño añadido

Este apicultor ha decidido no hacer cata a su centenar de colmenas. Les dejará la cosecha, a ver si sobreviven al invierno, y a un año que tacha de “ruinoso sin paliativos, catastrófico”.

Para Abad, estudioso impenitente de su “ganado”, el abejaruco ha sido un “daño añadido” al invierno largo y la escasa floración primaveral por la sequía. “Ha contribuido –resalta— a diezmar la población al paralizar la actividad de la reina que pare sin parar durante 20 días”.

Protección cara y dudosa

El abejaruco está tan protegido o más que el lobo y el oso, otro depredador en los colmenares cantábricos. Incluido en los listados de Especies Amenazadas y Protección Especial, es defendido con fuertes sanciones a los agresores. Las Administraciones ni siquiera admiten disparos o sonidos disuasorios para espantarlos ensayados en Extremadura. Ni dispositivos visuales y aves de cetrería.

Las asociaciones ecologistas aseguran que, según recientes estudios, la depredación de los abejarucos “es puntual, temporal y no supone un riesgo para la viabilidad de las colmenas, ya que apenas consumen un 2% de las abejas”.  Sugieren protegerlas con mallas de sombreo, redes plásticas laterales y bebederos. Los productores consideran la inversión costosa y poco efectiva.

Colmena de miel / EUROPA PRESS

Colmena de miel / EUROPA PRESS

Ayudas y subvenciones

UPA y COAG esperan que el Ministerio para la Transición Ecológica sea sensible y promueva indemnizaciones similares a las que perciben los ganaderos por los ataques de lobos. Y que las Administraciones establezcan ayudas ante otras dificultades de los apicultores, unos 28.000 en toda España. El sector, que sufre la competencia de importaciones clandestinas de miel asiática y europea, produce cada año unas 30.000 toneladas, además de otros productos como cera, polen, propóleo y jalea real.

La Unió de Pagesos y varias asociaciones apícolas catalanas han logrado sentencias favorables y el reconocimiento de la Generalitat tras una lucha desde 2014. En 2020 atribuían al abejaruco una pérdida de 5,16 kilos de miel por colmena. El departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural se ha comprometido hace una semana a compensar por los daños. Otros apicultores españoles aguardan, esperanzados, a ver cómo se sustancia.