Vida

A Mas se le ha caído el pelo y 'La Razón' delata su calvicie

El "president" ha perdido el tupé, pero se resiste a admitirlo y se peina como Anasagasti, estratégicamente. Trias: mano blanda con los okupas y mano dura con las drogas blandas en la capital del porro frito.

14 agosto, 2014 10:57

Ha llegado el momento del año en el que El País denuncia que los tomates ya no saben como los de antes; esos días en los que La Vanguardia se pretende un periódico de Barcelona para leer en Sa Tuna; el preciso instante en que los diarios son meros "containers" de recetas de gazpacho, cuentos de verano y fiestas de Gracia. En el mejor de los casos, papel mojado, del que se utiliza para no pisar por donde se ha fregado. Los editores en papel son rapaces amenazadas por los gorriones del gorroneo digital. Pero los halcones lo tienen claro: los periódicos tradicionales no morirán porque no se puede envolver un bocadillo con una tableta electrónica. Semejante hallazgo ha sido desarrollado hasta la extenuación, versión ska-tológica incluida, que es la de comprobar experimentalmente que una tableta tampoco sirve de nada a la hora del mantenimiento de la higiene íntima.

Los diarios, a estas alturas del año, son más ligeros y livianos. Tienen un aire intrascendente. Aun así, hay quien vendería a su padre por salir en ellos. Puede ser el caso del presidente de la Generalidad, Artur Mas, que según el periódico de Godó "pasó revista" a una compañía de miqueletes en Talamanca. Es eso que sale en todas las portadas de Mas con unos quintos disfrazados de medianas. Hay hasta una cantinera de época, maciza, y mozos bizarros con casacas azules de vueltas granas. Como es agosto, Mas se permite ir a trabajar sin corbata. En realidad, difunden sus medios, Mas nunca descansa, ni en vacaciones. Siempre en vela por Cataluña, igual que su padre político.

Lo del 13 de agosto en Talamanca es el tricentenario de la última victoria catalana sobre las tropas borbónicas. Bueno... eso es lo que dice la propaganda oficial y Miquel Calçada Olivella, antes Miquel Calzada y más conocido como Mikimoto. Toni Soler y Mikimoto son los inspiradores, productores y guionistas jefe de la nueva historiografía catalana; los adjudicatarios del gran show 1714-2014; los que cortan el bacalao. Mikimoto y Soler, Soler y Mikimoto. Ayer, el segundo, Calçada Olivella, es el tipo simpático que guarda la espalda de Mas mientras éste discurseaba sobre el 9-N en presencia de la dicha compañía de coros y danzas disfrazada de coronela con botas.

La última victoria del "ejército catalán" descubre la propaganda del régimen, que sugiere que lo de Stalingrado fueron unas maniobras con balas de fogueo al lado de la batalla de Talamanca, un 0-5 y un 2-6 en el Santiago Bernabeu. Buf, menuda historia la de los austriacistas contra los borbónicos en Talamanca. Tenía tal subidón de adrenalina el president que el bueno de Salvador Esteve, el preclaro presidente de la Diputación de Barcelona y alcalde convergente de Martorell, a poco echa el bofe para seguir el paso de Mas, cuya huida hacia delante ya no es una metáfora política sino una realidad física. Mas anda que se las pela. Se inspira en Kilian Jornet, el chiquito del Pirineo que corre por las montañas, deporte de mucho más mérito que el balompié.

Mas celebra la victoria y en el Abc insisten con el temita de las cuentas opacas de los Pujol Ferrusola. María Jesús Cañizares y Janot Guil descubren la estrategia jurídica del ex president y las amplias posibilidades que tiene su defensa de conseguir que el expediente se diluya con una paralela, cuatro complementarias y dos padrenuestros. En La Razón, el sustrato principal es el mondongo que les puede caer encima a Chaves y Griñán. Dice La Razón que éste último ya "admite irregularidades" en los ERE tras elevarse el caso al Supremo. Pero la gracia está en la fotografía de Efe. El viento azota el rostro del president y... ¡Horror! Se está quedando calvo, perfecta y completamente pelón. El tupé es un remedo de la ensaimada Anasagasti, por lo que Mas, al aire libre, pende y depende de una estratégica disposición de los cuatro pelajos que nos van quedando.

Hay dos formas de quedarse calvo: por la vía de la tonsura, que denota bonhomía y un carácter franciscano, y por la de la retirada frontal, que es lo que le sucede a Mas, cuyo aire facial se asemeja, en la fotografía de la portada de La Razón al menos, al de Pujol, como si el cargo en lugar de imprimir carácter contagiara fisonomía. Concretamente la del mito roto del catalanismo. De poco pelo a pelón: córtese la cortina, "president", y déjese coleta, si acaso.

Isabel Garcia Pagan, en La Vanguardia, se toma en serio las digresiones de Mas sobre el referéndum y el único plan, de modo que vierte el lenguaje cuartelero del president al idioma de la politica. Así, Mas queda entre sutil y sagaz. Escribe Garcia Pagan:

"Artur Mas es consciente de que uno de los activos del proceso soberanista es el consenso político en torno a la consulta, y es lo que está decidido a preservar frente a los nubarrones que se divisan en el horizonte. Ayer, en Talamanca, Mas presidía la conmemoración del tricentenario de la última victoria de las tropas austriacistas sobre el ejército borbónico durante la guerra de Sucesión, justo antes de la caída de Barcelona; pero el presidente de la Generalidad libraba en el mismo escenario su particular lucha contra el ejército de 'especulaciones' sobre los escenarios que debe afrontar su gobierno si el Tribunal Constitucional veta la consulta prevista para el 9 de noviembre. La obsesión del equipo del president era evitar que el mes de agosto se convierta en un pim-pam-pum de declaraciones y contradeclaraciones que quebraran la armonía de los partidos que avalan la consulta, pero Mas se ha visto obligado a intervenir justo antes de irse de vacaciones para devolver las aguas a su cauce. Un cauce que, de momento, alcanza hasta el decreto de convocatoria de la consulta. Desde el castillo de Talamanca, Mas blindó el discurso gubernamental asegurando que 'el único plan es votar', aunque advirtió que 'obviamente se tiene que hacer bien'".

La noticia está en el arranque de la crónica: "Artur Mas es consciente". A partir de aquí, partido a partido, que diría el Cholo Simeone, el último Valdano de guardia.

El cierre masivo de clubes de cannabis en Barcelona es el qué principal en la portada de El Periódico. Un teletipo de Efe aporta los datos necesarios:

"El Ayuntamiento de Barcelona ha ordenado el cese de la actividad de 49 clubes cannábicos de la ciudad al detectar deficiencias en su funcionamiento y por problemas de convivencia, un 34% de los 145 clubes que tiene la ciudad y que han sido inspeccionados.

En rueda de prensa, el primer teniente de alcalde y responsable de Seguridad, Joaquim Forn, ha advertido que 'la falta de regulación de estas asociaciones no puede convertir Barcelona en un lugar ideal para la venta y consumo de cannabis' y permitir que se desarrollen actividades fuera de la ley. Entre este martes y este miércoles, la Guardia Urbana ha precintado 13 de estos locales (diez en Ciutat Vella y tres en Horta-Guinardó), que han hecho caso omiso a la orden de cese y tenían las deficiencias más graves, y otras siete ya han cerrado voluntariamente. Las otras 29 deben cerrar y subsanar las deficiencias detectadas, por lo que se exponen al precinto si no lo hacen en el plazo de 48 horas, y se prevé que si no lo hacen puedan haber más precintos, ha avisado Forn".

Mano blanda con los okupas y mano dura con las drogas blandas. La estrategia de Xavier Trias, nuestro excelentísimo alcalde de Barcelona, pretende evitar que Barcelona se convierta en la capital del porro. Alberto Fernández, del PP, cree que Barcelona ya tiene más tirón en la materia que la propia Amsterdam. La izquierda oficial local está desorientada al respecto mientras que el consumo de psicotrópicos es para Podemos como lo del aborto para la derecha, uno de esos temas de los que más vale no hablar. Resulta que la nueva izquierda tiene la misma moral que Durruti, que mandó fusilar a una docena de las mujeres que seguían a su compañía para espantar a las prostitutas, por lo que no es muy partidaria de todo lo que distraiga de la revolución. Han leido al Marx que dijo que la religión era el opio del pueblo y han entendido al Marx que fumaba puros. Así que Pablo Iglesias está contra la religión y contra el opio también, por si acaso.

Gran despliegue gráfico en todos los diarios sobre Lauren Bacall. Veranos en blanco y negro. Pateras y fútbol. El fuera de juego es cuando el delantero está más adelantado que el último defensa al recibir un pase. La línea que marca el fuera de juego del dentro de juego es la que define la posición del defensa más retrasado de cada equipo. Si un delantero está aún más retrasado que dicho último defensa, o sea, detrás del defensa, se encuentra en fuera de juego posicional. Si recibe la pelota en esa situación, es cuando se produce lo que viene siendo conocido como fuera de juego, antes orsay. Dentro, fuera. Como en Barrio Sésamo. Mañana, en la sección "fútbol y tacones", el libre directo, el libre indirecto y previa del Lokomotiv-Galatasaray.

14 de agosto, San Maximiliano María Kolbe y Santa Virginia.