El presidente de la Generalitat, Quim Torra, veló armas en Bescanó antes de su juicio por desobediencia. Se celebraba en la localidad gerundense una de esas pitanzas solidarias por los presos y Torra se puso hasta la boina de "botifarra amb mongetes", según propia confesión. Fue aquello un atracón, tal empapuzamiento que en parlamento posterior a la desmesurada ingesta aseguró el molt honorable que según fueran las preguntas en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) "la cosa puede salir por un lado o por otro". El contexto no deja lugar a muchas dudas. Por un lado sería regüeldo y por otro, ventosidad. Esa catalanista querencia por lo escatológico.
Se comprende que Torra esté de un humor excelente. El TSJC le puede eliminar de la partida con un coste perfectamente asumible, algo así como 20 meses de inhabilitación y 30.000 euros de multa, lo que comparado con las penas de Mas y Junqueras o el destino de Puigdemont viene a ser como regresar de Vietnam con un ojo morado y ya. O tiene algún amigo en el tribunal o una flor en aquella parte, puesto que el más pincho de los presidentes catalanes está a punto de pasar a la historia con una inhabilitación que no cuadra con sus baladronadas y soflamas. Cierto es que no ha hecho más que mantener una pancarta unas horas en campaña electoral porque, de momento, Torra mucho bla bla bla, pero poco lirili.
El caso es que el juicio de Torra es el menú único de todos los medios, que más o menos intuyen que en unos meses no quedará más remedio que anticipar las elecciones autonómicas. Es la tesis de El País, que titula en portada con que "El juicio a Torra abre el camino al adelanto de las catalanas". Escribe Pere Ríos: "El juicio por desobediencia contra el presidente de la Generalitat, Quim Torra, que se celebra este lunes en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) supone el inicio de la cuenta atrás para la celebración de elecciones autonómicas. Es muy probable que se dicte una sentencia condenatoria que será recurrida después al Tribunal Supremo, con lo que los tiempos de la justicia acabarán de definir la disolución del Parlament y la convocatoria de elecciones anticipadas, con el independentismo inmerso desde hace tiempo en la división".
Continúa líneas después la pieza: "La sentencia es recurrible al Tribunal Supremo y cuando este se pronuncie será firme, lo que muy probablemente obligará a Torra a abandonar la presidencia. El Parlament tendrá que elegir entonces a un sucesor, algo que resultará muy complicado. Los 34 diputados de Junts per Catalunya y los 32 de Esquerra Republicana (ERC) suman 66 de los 135 escaños, lo que hace inviable una investidura, ni siquiera en segunda votación y por mayoría simple. Los cuatro parlamentarios de la CUP resultarán decisivos para que prospere la investidura, pero ya han anunciado que son partidarios de adelantar las elecciones y que no apoyarán a un candidato a president, una opinión que también comparten el resto de grupos: Ciudadanos, PSC, Catalunya en Comú Podem y el PP".
La idea de Torra es montar el pollo en el TSJC, acusar al Estado y a la misma Justicia de vulnerar sus derechos. Se toma la cita como un partido de fútbol y dice que no va a defenderse, sino a acusar, de modo que es previsible que salga en tromba y la cosa acabe como el rosario de la aurora. Mientras tanto, los hinchas de Torra le jalean, aunque sea a base de mentiras como la de inferir que a Torra lo eligieron los catalanes en vez de la CUP porque no iba de candidato, sino de número primo en la lista de Junts per Catalunya (JxCat). Uno de los fans más intensos es Suso de Toro. De El Nacional: L'escriptor gallec Suso de Toro s'ha referit al judici al president Quim Torra per explicar per què l'Estat no acceptarà cap president que hagi estat escollit pels ciutadans de Catalunya.
De Toro ha explicat en un missatge a Twitter que creu que Espanya rebutjarà tots els presidents votats pels catalans "fins que es rendeixin". "És una evidència", considera l'escriptor, que posa d'exemple l'escena que es viurà dilluns quan Torra sigui jutjat al Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) per haver mantingut el llaç groc i pancartes a la façana del Palau de la Generalitat".
Hay más noticias. En TV3 prosigue el ensalzamiento de los CDR y el Tsunami, organización que a través de dos sujetos de espaldas y con la voz distorsionada se rió del ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska en una pieza de la televisión autonómica. Que son dos millones de catalanes, sostuvieron los prendas ante el "incisivo" responsable del 30 minuts. Se echa en falta que en la cadena se entreviste también a los que quitaban lazos. Y con el mismo tratamiento, reserva de identidad e idéntica empatía.
En Ok Diario, Joan Guirado establece paralelismos indiciarios entre los partidos independentistas y las organizaciones "cívicas" y escribe: "En las acciones del Tsunami Democràtic, las más numerosas y lesivas, es fácil encontrar a diputados de Junts per Catalunya como Laura Borràs, Aurora Madaula o Francesc de Dalmases. Los tres forman parte del ala más radical del partido y tienen un perfil muy similar al de la mayoría de seguidores del Tsunami: personas de mediana edad, con una posición económica y social estable y que se ha radicalizado en los últimos meses".
Sigue la pieza: "En las protestas de los CDR, más pequeñas pero más agresivas, es fácil encontrarse con diputados y cargos electos de la CUP. Además, la mayoría de acciones que organizan los autodenominados Comités de Defensa de la República, llevan la marca también de Arran, las juventudes de la CUP. El perfil de los que acuden a estas protestas, últimamente, es el de personas jóvenes, con la cara tapada y dispuestos a todo para conseguir sus fines mediante la violencia callejera".
En este contexto, a ERC le toca Òmnium, según se refiere en Ok Diario.
Noticias nacionales. El Mundo accede al testamento de Franco 44 años después de su redacción. Es una exclusiva con la firma de Emilia Landaluce. El dictador, según las cuentas oficiales, era un pelanas que solo dejó 28,5 millones de pesetas más el Pazo de Meirás a su mujer y su única hija después de cuarenta años de mano férrea. A día de hoy, esos 28 millones y pico equivaldrían según la actualización de la renta a 1.778.165 euros. La teoría era que Franco era de una gran austeridad y no le importaba el dinero, igual que aquel otro. Y si cuela, cuela.
Pánico en los mercados según el ABC, que asegura en portada que "La inversión extranjera en España se lo piensa" por aquello de la "coalición socialcomunista". Pablo Iglesias es el rostro de la primera del diario monárquico, en el que Javier Tahiri, Guillermo Ginés y Javier González Navarro redactan un tenebroso informe: "Inversores y grandes fortunas observan con preocupación la entrada de Podemos en el Gobierno de Pedro Sánchez, hasta el punto de que fondos extranjeros pueden paralizar nuevas compras. Desde operaciones que se han frenado ante la incertidumbre creada por el nuevo horizonte político en España hasta patrimonios y empresas que miran al otro lado de la frontera. En la memoria están los presupuestos fallidos de 2019, cuyas líneas maestras pretende aprobar para 2020 el Ejecutivo, y que incluían una subida de impuestos de más de 3.800 millones de euros a grandes empresas".
Continúa la pieza: "El sector inmobiliario se sitúa en el epicentro de esta incertidumbre. Las fallidas cuentas que acordaron hace un año el PSOE y Unidas Podemos ya recogían un gravamen del 15% a los beneficios no distribuidos de las Sociedades Cotizadas Anónimas de Inversión en el Mercado Inmobiliario (Socimis). La iniciativa, que ataca a uno de los vehículos de inversión más utilizados en los últimos años en el sector inmobiliario, perjudicaría sobre todo a las pequeñas empresas, ya que las grandes, como Merlin, Lar o Colonial, suelen distribuir la mayor parte de sus beneficios. Fuentes del sector explican que estas firmas viven con una 'calma tensa' los vaivenes políticos, y advierten de que algunos grupos están estudiando trasladar su negocio a Francia y Portugal si la regulación se endurece".
18 de noviembre, santoral: Dedicación de las basílicas de San Pedro y San Pablo, Odón de Cluny y Romacario de Constanza.