Primeras planas

Policías locales contra el 1-O y el principio del fin de Mas

Pedro Sánchez respalda las acciones del Gobierno contra el referéndum. Rufián, el último cazafantasmas. Puigverd niega la nación y Del Pozo escribe sobre Pi i Margall

18 septiembre, 2017 09:27

Entre la propaganda para el referéndum emerge la figura de las policías locales, los guardias urbanos despreciados y maltratados por los alcaldes del cambio, del derecho a decidir y de la barra libre para los okupas. En Vic, los pitufos requisan material de la CUP y la alcaldesa flipa. Anna Erra, convergente, gobierna la localidad con el apoyo del PSC, pero se dice en primera línea de la consulta y promete vía Twitter que está "trabajando" para frenar a los municipales y "dejar sin efecto" la instrucción de la Fiscalía, según cuenta Nació Digital.

En Barcelona pasa lo mismo. Los guardias identificaron este domingo al secretario de inmigración de la Generalitat, Oriol Amorós, en un acto a favor del referéndum dirigido a los inmigrantes. No había más de 30 personas y Amorós negó que se tratara de un mitin. En el entretanto, los Mossos forman barreras policiales para que los manifestantes de la CUP no entorpezcan a la Guardia Civil en la requisa de material del 1-O.

El Estado gana el pulso, de momento. Nadie quiere perder su puesto de trabajo, verdadero sustento de la emancipación personal y la independencia individual. La Generalitat de Puigdemont y Junqueras ofrece un futuro esplendoroso, perros atados con longanizas y el famoso helado diario de postre. El Estado, en cambio, paga la nómina. No hay color.

Los mensajes del frente soberanista son pura ficción, una suerte de lamentable poética revolucionaria encarnada en Gabriel Rufián. En El Món jalean las andanzas del diputado revelación de ERC, que se saca otro conejo de la chistera: "El franquisme no va morir un 20 de novembre del 1975 a un llit de Madrid. Diem al món que el franquisme mor un 1 d’octubre de 2017 davant una urna de Catalunya". Si le dan más carrete es capaz de derrotar a Hitler 70 años después del fin de la segunda guerra mundial.

El denostado Pedro Sánchez parece poseer eso que llaman "sentido de Estado" en grandes dosis. Ayer domingo, en la Fiesta de la Rosa, remachó la posición estratégica de los socialistas, a pesar de que hay unos pocos alcaldes que son más del puño que de las flores. Mensaje contundente, según el texto en El País de Pere Ríos: "A menos de dos semanas del referéndum del 1 de octubre, Pedro Sánchez redobló este domingo en Barcelona su apoyo a la actuación del presidente del Gobierno para intentar evitar esa deriva de ilegalidad del independentismo.

“Estamos al lado del Estado de derecho y quien lo lidera para responder con proporcionalidad y respeto a la ley”, dijo el líder socialista en alusión a las medidas que está adoptando Mariano Rajoy para evitar la consulta. En paralelo, Sánchez insistió en que el conflicto solo se soluciona con diálogo y anunció que seguirá apoyando al PP si abre esa senda antes o después del referéndum".

Constitucionalistas y guardias urbanos de Cataluña no son los únicos reticentes al referéndum. En lo que era Convergència, un grupo de jóvenes encabezados por Marta Pascal tratan de labrarse un futuro al margen de la cuadrilla de inhabilitados que ensombrecen el panorama. Toni Bolaño apunta en una información en La Razón la cercanía de la sentencia del caso Palau y el dramático efecto que puede tener el fallo en el partido: "En 2008, los Mossos d’Esquadra entraron en el Palau de la Música de Barcelona. Después de siete años de instrucción y más de un año de vista, el caso quedó visto para sentencia. La resolución final se espera para los próximos días y Convergència se está preparando para lo peor. Además, de los principales encausados Félix Millet, Jordi Montull y Gemma Montull, y los exdirectivos de Ferrovial, la espada de Damocles pende sobre el extesorero de la Fundación Trias Fargas y de Convergència Democràtica de Cataluña Daniel Osàcar".

En la parte política abunda María Jesús Cañizares en una información en Crónica Global: "No todos los puentes entre el independentismo y el Gobierno de Mariano Rajoy están rotos. Dirigentes de PDeCAT han mantenido el contacto con Moncloa con la finalidad de explorar una posible salida al embrollo del referéndum del 1 de octubre. Lo hacen con suma prudencia, casi a escondidas, pues el pulso entre Gobierno y Generalitat ha llegado a un punto tan extremo que a ninguna de las dos partes conviene divulgar que no pierden la esperanza de una solución pactada".

Sigue: "Según ha podido saber Crónica Global de fuentes próximas al Ejecutivo español, existen conversaciones con dirigentes convergentes, especialmente a través del grupo parlamentario del PDeCAT en Las Cortes. Por parte de los convergentes, se admiten esos contactos, pero niegan que se trate de una negociación. (...) Para los nuevos dirigentes de Convergència, se hace cada vez más perentorio pasar página de la etapa liderada por Artur Mas, que todavía es presidente del PDeCAT".

portada vanguardia

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Curioso artículo en La Vanguardia de Antoni Puigverd, que niega la existencia de la nación española. Se conoce que España es mentira, una falsedad histórica, una trampa dialéctica, una artificiosa construcción. Ahí va un extracto: "Todavía espero que los líderes españoles del periodismo y la política osen cuestionar el mito más falso. El mito inicial: el de los 500 años de nación (“la más antigua de Europa”). Rajoy apela a ella constantemente. En el reciente debate del Parlament lo utilizó el portavoz del PP; y Miquel Iceta le secundó. ¡Por favor! ¡Eso sí es producto del adoctrinamiento! Siempre se olvida que muchos de los que ahora mandan en España se educaron en la Formación del Espíritu Nacional (FEN). Son 500 años de Estado, cosa muy distinta. Un Estado con territorios di­versos que fueron reducidos a las “leyes de Castilla” después de 1714. Tampoco es verdad, como dice el romanticismo catalán, que hasta 1714 los catalanes estuviéramos al margen de España. Para lo bueno y lo malo, la re­lación es muy antigua".

Sigue: "Los estudios demoscópicos demuestran que, ni en este gravísimo momento, la mayoría de los catalanes desea romperla. Pero tampoco quiere someterse a la versión posmoderna del decreto de nueva planta que jacobinos, liberales, conservadores y ultraderechistas se empeñan en imponer, desde que los intelectuales del aznarismo instrumentalizaron al filósofo Habermas y su patriotismo constitucional. Mientras el dilema sea sumisión o ruptura, el pleito persistirá (por más que la fuerza legalista imponga). El pleito sólo encontrará pausa y respiro el día en que las élites españolas del periodismo y la política consulten en el diccionario el significado de la palabra respeto".

Uno que no es élite sino un ignorante de la vida a la intemperie se pregunta si en el mismo diccionario vendrán las palabras democracia, ley, lealtad e historia.

Raúl del Pozo también habla del pasado en su columna en El Mundo: "Toda esta pesadilla empezó cuando Pi i Margall ideó aquella cursilada de las nacionalidades, después del cantonalismo y la república federal frustrada. Desde entonces los españoles se han enfrascado en una conversación bizantina, estúpida e interminable, preguntándose si es igual nación que nacionalidad, sustancia que calificación y si es posible un solo Dios entre tantos dioses".

Y concluye: "Mientras, los sediciosos preparaban el asalto a la nación después de una escalada de intoxicaciones, una charca de mentiras, una sucesión de gatadas, astucias, engaños y simulaciones. Empezaron con el derecho a decidir y acabaron con el referéndum de autodeterminación. Y ahora la gente en Cataluña no sabe quién representa la ley y quién el delito, cuando está clarísimo quienes están con la democracia. Que no duden: el delito está en los que han atacado la Constitución, el Estatuto de Autonomía, la Generalitat y la soberanía nacional".

18 de septiembre, santoral: José de Cupertino, Ricarda y Senario.