Primeras planas

Los españoles son fachas, según 'La Vanguardia'

Recuento de víctimas y los Obama en Cuba. La prensa de papel se cae de las manos. El diario de Godó enseña un estudio para asentar tópicos políticos. Artículo de Jesús Cacho sobre la crisis del periodismo

21 marzo, 2016 08:57
ABC:Obama sella el deshielo con Cuba

El Mundo: Km. 333: Trágico Erasmus

El País: Obama llega a Cuba para acelerar la transición a la democracia

La Razón: Welcome represión

Ara: Tornada tràgica

El Periódico: Tragedia en la Ap-7

El Punt Avui: Diumenge de dolor

La Vanguardia: Trece vidas rotas

Si quieren noticias, absténganse de acercarse al quiosco. Contra la creencia generalizada, los periódicos de papel no se dedican a la información, sino a menesteres más prosaicos y menos arduos. Lo suyo es otra cosa, más plácida en general. Domingo por la tarde: Recuento de víctimas y los Obama en Cuba con el partido en El Madrigal (antes solía ser La Condomina) de fondo. Lo más parecido a la búsqueda de una noticia es darle a la tecla de actualizar y echar un ojo a los diarios digitales por aquello de la inspiración y de leer noticias, actualidad, última hora y todo lo particular relativo al viejo oficio de informar.

Encuestas. Es lo más de los lunes, señal de que las redacciones finisemanales son páramos con menos densidad humana que Siberia. Y en el aire, la vieja máxima: No cojas el teléfono, no; no vaya a ser una noticia. Las hojas del lunes son sondeos a peso, tipo nueve de cada diez dentistas recomiendan lavarse los dientes o que el 99 por ciento de los catalanes prefiere el pan con tomate al pan sólo con pan.

Mentiras, malditas mentiras y encuestas. "En estadística, lo que desaparece detrás de los números es la muerte", escribió Günter Grass. La Vanguardia solaza a sus lectores con una pieza de dicho género en la que se demuestra que los españoles son fachas. Así, a palo seco, como el anís del Mono. Se trata de un texto de Carles Castro sobre un ‘estudio’ académico: "Los catalanistas son de izquierdas, y los españolistas, fachas. Así serían vistos por los ciudadanos de Catalunya los diversos partidos ­políticos catalanes, al margen de su ideología, y así al menos se desprende de un estudio realizado por los profe­sores Guillem Rico, Robert Liñeira y Jordi Muñoz, titulado precisamente ¿O catalanistas o fachas? y editado por el ICPS. El estudio parte de la constatación de que en Catalunya operan dos ejes: el de izquierda a derecha (o social) y el eje nacional (o territorial). El primero responde a los grandes dilemas económicos y sociales, y el segundo, a las relaciones entre Catalunya y España. Y, en la práctica, “la posición en uno de los ejes no determina la posición en el otro”, ya que “hay partidos nacionalistas de derechas y partidos nacionalistas de izquierdas”".

En la barra de El Botillo llegaron a la misma conclusión con motivo del último Madrid-Barça. Más encuestas. Que no falten porcentajes. A. Bartolomé analiza un sondeo de La Razón en el que se constata que en el caso de repetirse las elecciones se va a liar una carajal de narices con las transferencias de votos. Dice así: "De los más de 25 millones de votantes en las pasadas elecciones generales, casi 2,5 millones no volvería a optar por el mismo partido si hubiera que repetir los comicios, según una encuesta de NC Report para LA RAZÓN. Además, una cifra algo más baja –2.107.342 ciudadanos– no sabe o no contesta a la pregunta en cuestión. En conjunto, más de 4,5 millones alteraría el color político de su papeleta o tiene dudas sobre qué siglas se llevarían esta vez sus preferencias. Se trata de una abultada cifra que puede decantar en un sentido o en otro el resultado global de unas nuevas elecciones. Como ejemplo, baste tener en cuenta que Podemos logró 3,1 millones de votos el 20-D –que le reportaron, sin sus confluencias, 42 escaños– o que Ciudadanos sumó 3,5 millones –traducidos a un total de 40 diputados naranjas de estreno en la Carrera de San Jerónimo–. En sentido contrario tenemos el signo de la fidelidad a la «marca». Así, un 82 por ciento de los votantes mantendría el sentido del voto que ya fue emitido en la cita con las urnas del pasado mes de diciembre, cifra que no llega por poco a los 21 millones de votantes". O sea que sí, pero no.

Opinión. El historiador Gabriel Tortella firma un artículo en El Mundo que recuerda y refuta los apriorismos nacionalistas: "La canción de 'los segadores', que se convirtió en himno de Cataluña en 1993, y que fue escrita a finales del siglo XIX sobre la base de canciones del siglo XVII (de tiempos de la Guerra de los Segadores o de Secesión) conservadas por tradición oral, tiene una letra violenta y agresiva, pero, por contraste, en ella se define a Cataluña con la elogiosa frase que encabeza este artículo. Pero si Cataluña era «rica y plena» a mediados del siglo XVII, mucho más lo es ahora en términos tanto comparativos como absolutos, con una renta por habitante que está un 20% por encima de la media española y más de un 10% por encima de la media europea".

Opinión. El historiador

Párrafos después apunta: "La actitud conciliadora que ha predominado en los gobiernos de Madrid desde la Transición, ha sido acertada, pero últimamente está encontrando una cerrazón injustificable por parte de la Generalitat. Y es que si de algo han pecado los gobiernos de Madrid, tanto los del PP como los del PSOE, ha sido de haber renunciado a tratar de comunicar directa y abiertamente con la población catalana para contrarrestar la propaganda nacionalista de tantos medios catalanes".

Algo de periodismo sobre el periodismo y la política. El artículo dominical de Jesús Cacho en Voz Populi es un texto de referencia. El último arranca así: "Las tres “Pes”, periodistas, policías y putas, tres oficios cabrones moviéndose a menudo, particularmente en el viejo y bohemio mundo del periodismo de sucesos [vean la nueva serie televisiva “El Caso”] en el filo de la navaja, en ese espacio lleno de sombras lindero con la transgresión de la ley. En la atmósfera de una España incapaz de dotarse de nuevo Gobierno, cansada del aluvión diario de frases vacías de la casta política, inerme ante asuntos de tanto calado como el envite separatista catalán, dolorida por la secuencia de paro y bajos salarios que sufren tantas familias, acaba de tener lugar un acontecimiento que, tronco de potentes ramas, es claro exponente de las miserias, tantas veces cantadas, de un régimen que ha llegado hasta aquí casi arrastrándose. Se trata de un caso que muestra en su desnudez los males que aquejan a la Justicia, la existencia de un poder policial paralelo en las cloacas del Estado, las miserias de un oficio, el periodismo, muy venido a menos, y los riesgos que acechan la travesía de los nuevos Reyes, cuya figura impoluta acaba de sufrir el primer lamparón grave. Jueces, policías, periodistas y reyes. Faltan las putas, quizá el único oficio noble en esta farsa".

Ha muerto Carles Flavià. Ramón de España escribe su obituario en El Periódico y deja este párrafo: "El cardenal Jubany le tenía aprecio, pero a veces le llamaba a capítulo porque lo habían visto bebiendo, con una mujer o bebiendo con una mujer. Pero Flavià tenía respuesta para todo. Según él, para combatir el pecado había que conocerlo, ¿y quién lo iba a conocer mejor que él, que caía a diario en la tentación?".

Santoral del 21 marzo: Elías, Benito, Nicolás, Blanca, Fabiola y Filemón.