Primeras planas

Llega la vacuna y La Vanguardia echa tierra al 1-O

Un año después de la primera alerta sobre el coronavirus comienza la campaña de vacunación. El director de La Vanguardia aboga por una corrección del rumbo independentista

27 diciembre, 2020 09:15

Día D. La vacuna aterriza en España. Comienza la campaña sanitaria más vasta de nuestra historia, el combate ¿final? contra el coronavirus. En las últimas horas se han confirmado en Madrid cuatro casos de la cepa británica, la más contagiosa. En Cataluña aumenta el riesgo de rebrote. La lucha se aventura larga. La vacuna requiere de dos dosis con un periodo de 21 días entre la primera y la inoculación definitiva. No se puede bajar la guardia. La mascarilla, el gel de manos y la distancia social han venido para quedarse.

Los medios consagran el 27 de diciembre de 2020 como un día histórico. "España se vacuna" titula El País. Y así arranca la pieza de Pablo Linde: "Hace exactamente un año, el 27 de diciembre de 2019, el Centro de Alertas y Emergencias de España recibió la primera noticia de unas neumonías de origen desconocido que se extendían por China. Era el primer aviso del coronavirus. Hoy, un año después, en un tiempo récord que los científicos no podían ni vislumbrar en enero, un interno en una residencia de mayores de Guadalajara se convertirá en la primera persona vacunada en España. El pinchazo será el inicio de la mayor campaña de inmunización colectiva del país".

Y: "Las dosis que se administrarán hoy serán simbólicas. Mañana comienza la verdadera campaña, a razón de 350.000 dosis por semana. Los cálculos del Gobierno son que antes de primavera estén inmunizados 2,3 millones de españoles: los mayores que viven en residencias, sus cuidadores, los sanitarios y los grandes dependientes. En el verano, el 70% de los españoles se habrá vacunado. Se alcanzará así la inmunidad de rebaño. Y en teoría, el coronavirus estará vencido".

Portada de El País del 27 de diciembre de 2020

Portada de El País del 27 de diciembre de 2020

En el ABC y La Razón la vacuna es otra buena excusa para atizar al Gobierno. El primero titula "Sánchez, a la cola en la gestión y a la cabeza en propaganda". El diario de Planeta aprovecha que el Gobierno ha puesto sus pegatinas en las cajas que transportan el remedio para advertir: "Vacunas made in ¿Gobierno de España?".

Como se ha dicho, las personas mayores, sus cuidados y el personal sanitario serán los primeros en recibir las dosis. El sacrificio de los sanitarios es digno de homenaje en El Independiente, donde Cristina Castro escribe: "Las últimas cifras oficiales del Ministerio de Sanidad el 17 de diciembre hablan de 93.000 sanitarios contagiados de coronavirus en España pero médicos y enfermeros creen que las cifras reales son muy superiores. Tan sólo enfermeras, el dato que maneja el Consejo General de Enfermería es de más de 70.000. Sin contar médicos, técnicos o auxiliares. No hay cifras oficiales de profesionales sanitarios fallecidos. La falta de datos ha sido una de las constantes demandas de estos profesionales que en la primera ola se expusieron frente al virus sin la protección necesaria, lo que les colocó durante los primeros meses de la epidemia al frente de un triste ranking. En un informe del Centro Europeo de Control de Enfermedades de finales de abril, los sanitarios españoles eran los que más se contagiaban del mundo con una tasa del 20% frente al 10% de Italia o el 3% de Estados Unidos o China".

Sigue Castro: "Y es que desde marzo, apenas dos días después del Estado de Alarma, El Independiente ya recogía los «mensajes de angustia, miedo, ansiedad, desesperación e impotencia» que lanzaban los médicos de Madrid. Así lo denunciaba aquellos días el principal sindicato de médicos de Madrid, AMYTS, a través de su portavoz Julián Ezquerra: «Los refuerzos no llegan. No hay médicos para sustituirlos, ya escasean también enfermeras y otros profesionales. Los centros de salud saturados y con pocos profesionales, el SUMMA112 desbordado. No hay suficientes servicios de limpieza»".

Cambio de tercio. Coletazos del discurso del Rey. La impresión demoscópica es favorable al monarca. Podemos calla. Deben estar a la espera de que la prensa conservadora informe sobre alguna trapacería del emérito para volver a la carga. Dos sondeos prueban el afecto del pueblo llano a la Corona. En El Español, el 66,9% de los encuestados prefiere la monarquía frente a un 28,3% al que le gustaría vivir en una república. El 4,8% no sabe o no contesta. Más apretado es el sondeo de Ok Diario: el 53,2% opta por la monarquía, el 40,8% por la república y 6% no se pronuncia.

Domingo de entrevistas golosas. En Crónica Global, Joaquín Romero entrevista al director de La Vanguardia, Jordi Juan, que anuncia un cambio de orientación del diario decano de la prensa condal: Jordi Juan: "El 14F Cataluña tiene la oportunidad de dejar de perder el tiempo". Además, Juan no tiene reparos en admitir que las ventas de papel no suben y que el liderazgo de su medio se basa en que es el periódico de papel que menos cae. Ahí van algunas de las preguntas y respuestas de mayor fuste:

Pregunta: Sus datos de difusión son buenos, ¿no?
Respuesta: Con sinceridad, lo que ocurre es que somos los que menos caemos en la venta de papel. El mes pasado fuimos líderes en España en difusión, pero no porque aumentáramos mucho, sino porque caemos menos. Esa es la situación del papel.
P: ¿Por qué cree que se mantiene esa diferencia de talante tan pronunciada entre la prensa de Madrid y la de Barcelona?
R: Es curioso porque incluso ahora, cuando hay medios muy a favor de la independencia y otros muy en contra, aquí no ves esa crispación tan habitual de Madrid, donde hay un ruido excesivo y mala relación entre las cabeceras. No sé por qué se produce esa diferencia, pero para La Vanguardia supone una oportunidad porque tratamos de ser líderes en España y podemos ofrecer una imagen del país sin crispación, distinta de la que se tiene en Madrid. No digo una visión desde Cataluña, sino periférica. Me identifico muchísimo con el discurso que está haciendo Ximo Puig, un señor de Valencia. Y me puedo identificar mucho con el discurso que hace Alberto Núñez Feijóo en Galicia. Hay una España diferente P: ¿Cómo se vive ese poder de influencia desde la dirección de un medio como La Vanguardia?
R: Lo asumo como el trabajo del día a día porque no lo hago con la idea de que tengo un cargo para toda la vida. Y entiendo que me debo a mis lectores y a mi editor. Como tienes buena relación con todo el mundo, lo más fácil es quedar bien y decir que todos lo hacen fantástico, pero tenemos una función muy importante de contrapoder que hemos de cumplir. Llevo en el cargo desde el 1 de marzo, o sea que el tiempo transcurrido desde entonces ha sido muy poco normal. A veces he preferido suavizar las críticas por la gestión de la pandemia, tan difícil de afrontar. Pero otras he impulsado semáforos rojos para responsables del Gobierno y de la Generalitat porque lo han hecho muy mal.
P: Debe ser un equilibrio difícil.
R: Somos un diario muy plural, que tiene su línea editorial, y en el que escriben gentes de posiciones muy distintas respecto de la independencia. Pero La Vanguardia entiende que en las elecciones del 14F Cataluña tiene la oportunidad de que aparezca un nuevo Govern que se dedique a gobernar y no a pasarse el día hablando del mandato el 1 de octubre, porque esto nos ha hecho perder cuatro años y creemos que no podemos estar más tiempo así. Eso no quiere decir que nadie renuncie a su ideología independentista, pero lo que no puede ser es que accedas a la Generalitat y te dediques a clamar por una independencia imposible por muchos motivos. Ahí nosotros le vamos a decir a la gente: "Oiga no perdamos otra oportunidad". Y es muy lícito que haya otros medios que entiendan que estamos ante una ocasión histórica, que falta un poquito, que un impulso más y la conseguimos.

En El Español el entrevistado del domingo es Federico Jiménez Losantos. El tronante titular es un anticipo de una conversación a pecho descubierto: "Hay que ilegalizar a Podemos, si no nos ilegalizarán ellos, nos quitarán el trabajo y nos mandarán al exilio". Las preguntas corren a cargo de Daniel Ramírez:

Pregunta: El comunismo también trajo la democracia: aceptó la bandera bicolor, la monarquía y colaboró en la llegada de la Constitución.
Respuesta: El comunismo no trajo la democracia. La historia real es la siguiente: a Carrillo lo iban a jubilar. Le tocaba a Tamames, el partido necesitaba un líder joven que no recordara a la Guerra Civil. El PSOE no existía. Sólo había Movimiento y Partido Comunista, donde estábamos bien organizados y ordenados. Juan Carlos pactó con Carrillo a través de Rumanía y un enviado especial. Fue una cosa de pillo a pillo. Juan Carlos trajo la democracia con Suárez. La trajeron los franquistas, que eran los únicos que la podían traer. Pero quien la legitimó fue el Partido Comunista.
P: ¿Conclusión?
R: Carrillo no sabía cómo era España ni cómo funcionaba el partido. Llevaba mucho tiempo fuera. Lo esencial fue cuando se votó la amnistía: "Las dos Españas nos hemos amnistiado, nunca más la Guerra Civil". La Constitución la hizo la derecha: de siete padres, cuatro de derechas. Tres de UCD y otro, Fraga. Pero el pacto de verdad fue entre el Movimiento y el Partido Comunista en 1977. 
P: Eso le decía, que el Partido Comunista también jugó un papel importante. 
R: Pero el Partido Comunista de la reconciliación nacional. Es que cuando Iglesias habla del PCE está, en realidad, hablando del FRAP, que no aceptó la democracia y prefirió el terrorismo. Políticamente, Pablo Iglesias es del FRAP. ¿Qué es Podemos? La negación de la reconciliación nacional. Cuando se produjo algo imposible como el suicidio de la dictadura, los únicos comunistas que no aceptaron la democracia fueron la ETA y el FRAP, que son quienes mandan hoy en el Gobierno.
P: Acabo de terminar su libro. Estaba en el Metro y tuve la sensación de que, al salir, sería detenido y encerrado en una checa por no ser comunista. 
R: Bueno, es que teatralizáis mucho. Perteneces a una generación que teatraliza para no tomarse las cosas en serio.
P: ¡El que teatraliza es usted!
R: No, no, no, no. Yo cuento lo que pasa. El libro está basado en hechos, pero hay gente a la que le molestan. Tenemos un gobierno social-comunista.
P: Pero, ¿realmente cree que vivimos en un "régimen social-comunista"?
R: Hombre, vamos a ver. ¡Es que es un régimen social-comunista! ¿Cuántas televisiones hay de oposición? Ninguna. Además, como los nacionalistas son sus socios, tampoco existen televisiones autonómicas que no sean del régimen. Ellos mismos lo dicen: "Estamos en una crisis constituyente". La ETA y ERC son sus socios, es público y notorio. ¿Qué necesitáis algunos para entenderlo? Y si estamos en un cambio de régimen, ¿adónde crees que vamos? ¿A Francia o a Venezuela? 
P: Federico, en los grandes regímenes comunistas se encarcela al disidente.
R: Da tiempo, da tiempo. Estamos empezando y todavía se puede impedir. Se nos mandará al exilio y nos quitarán el trabajo.

Portada de 'La Vanguardia' del 27 de diciembre de 2020 / KIOSKO.NET

Portada de 'La Vanguardia' del 27 de diciembre de 2020 / KIOSKO.NET

En La Vanguardia José Luis Ábalos es el personaje dominical. Su mensaje está especialmente dirigido a los independentistas:  “¿Indultos? Tenemos la obligación moral de aliviar tensiones”. La entrevista es de Juan Carlos Merino:

Pregunta: Próxima parada: Catalunya. ¿Espera que el 14-F abra un nuevo escenario político?
Respuesta: Es ineludible que así sea. No se puede situar la convivencia al borde del precipicio y seguir dando empujones al vacío. Las elecciones representan la oportunidad de empezar a soldar la fractura social y política que la unilateralidad provocó, de empezar a coser las heridas e inaugurar una nueva etapa en Catalunya. Es tiempo del reencuentro y de la reconciliación. Estoy esperanzado y confiado en que el 14-F abrirá un nuevo tiempo político e institucional en Catalunya beneficioso para el conjunto de los catalanes y de los españoles.
P: El Gobierno esgrimirá ante el 14-F su gestión, las reformas legislativas y las inversiones en Catalunya. ¿Pero antes de la cita con las urnas aprobará la reforma del Código Penal para rebajar el delito de sedición y tomará una decisión sobre los indultos a los líderes independentistas en prisión?
R: La previsión era que la reforma viera la luz este año pero las circunstancias que nos han rodeado lo han hecho imposible. No puedo precisar el momento exacto, pero se hará más pronto que tarde. Corregir algunos desfases del Código Penal permitirá su equiparación con los de otros países de nuestro entorno, donde un delito equivalente al de una sedición no protagonizada por militares no es castigado con más de cuatro años de cárcel. Con su actual redacción, hasta una concentración para impedir un desahucio podría ser tipificable como sedición. Respecto a los indultos, el Gobierno está obligado a tramitarlos pero no marca los tiempos, que están determinados por los informes preceptivos de los órganos jurisdiccionales.
P: La Fiscalía advierte que no existen razones de “justicia, equidad y utilidad pública” para conceder los indultos. Y es probable que el Tribunal Supremo también se oponga. ¿Estos informes desfavorables condicionarían la concesión de los indultos por parte del Consejo de Ministros?
R: Este es un Estado de Derecho con separación de poderes. El Gobierno respeta siempre las decisiones de los tribunales y espera respeto de las decisiones que tome en el ámbito de sus competencias. El Gobierno tiene la obligación legal de tramitar los indultos, y la obligación moral de aliviar tensiones que puedan dañar la convivencia.

27 de diciembre, santoral: Juan Evangelista y apóstol y Fabiola.