Francia no se hunde y la "mafia" del PSOE

Hiperventilación francesa en los medios. Hay quien titula "Francia liberada" (El Periódico) como si hubieran desembarcado otra vez los americanos en Normandía. A pesar de las encuestas favorables a Macron, el fantasma de Le Pen amenazaba la suerte del hexágono y de media Europa. La sensación de alivio es general después de votaciones tan accidentadas como las del Brexit y los Estados Unidos. Macron denunció un ataque informático de última hora, pero los ciberpiratas no consiguieron alterar la jornada electoral.

Los franceses que acudieron a las urnas iban resignados a elegir entre lo malo y lo peor. Venció la primera opción, pero también la abstención. A Macron le toca restaurar la confianza, desterrar el miedo y consolidar la indispensable aportación francesa a la Unión Europea. Buenas noticias para el euro que los mercados ya habían descontado hace quince días, cuando saltó la sorpresa del joven y atildado Emmanuel, un pimpollo que no llega a los cuarenta, pero que ha sabido transmitir la imagen de un político aseado y vestido a la altura de las circunstancias.

En El Mundo, Enric González firma la crónica de urgencia: "Emmanuel Macron es el nuevo presidente de Francia. Una victoria frente a Marine Le Pen más amplia de lo que se esperaba, con el 66% de los votos según datos del ministerio del Interior, convierte a Macron, de 39 años, en el jefe del Estado francés más joven desde la Revolución de 1789 y en el ariete de un cambio generacional y político sin precedentes".

Continúa: "Macron obtuvo un buen resultado, marcado sin embargo por una abstención muy elevada (en torno al 25%) a la que se sumó un alto porcentaje de votos blancos y nulos, estimado en un 8%. El nuevo presidente se encontró en una situación paradójica: ganó con mucha ventaja y a la vez sufrió un castigo electoral. Un tercio de los franceses le negaron el apoyo, y otros muchos le votaron sólo para evitar que la ultraderecha, representada por Marine Le Pen, se alojara en el palacio del Elíseo".

El nuevo presidente carece de partido ("En Marcha" es una improvisación), pero tiene el apoyo de la clase política europea en pleno. Puede incluso que sea más popular fuera de su país. En Bruselas corrió el champán, según el texto de Beatriz Navarro en La Vanguardia: "Los brotes de una primavera europeísta que empezaron a vislumbrarse hace unos meses después de varias noticias aciagas de alcance histórico (el Brexit, el avance de la extrema derecha o el desdén del nuevo presidente de Estados Unidos hacia el proyecto) se confirman y alimentan las esperanzas de empezar a escribir una nueva página de la historia de Europa bien cargada de futuro".

Sigue con el desahogo de Juncker: "“La historia de la construcción europea está tan estrechamente ligada a la de Francia que su debate sobre el lugar de Francia en Europa ha resonado más allá del país que va a tener la responsabilidad de presidir”, destacó el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, en la carta de felicitación al líder de En Marcha publicada anoche, mientras su portavoz celebraba el “nuevo arranque para Europa, la remontada”".

¿Remontada? A Europa le queda todavía mucho partido que jugar y un divorcio nada amistoso con el Reino Unido, pero dado que se temía lo peor parece que el sol haya salido hoy por primera vez. PP y Ciudadanos se disputan la franquicia del macronismo en España. Según Rivera, el triunfo del político francés es la confirmación del avance del "centro liberal progresista y europeísta". En el PSOE están demasiado ocupados con sus primarias como para prestar atención a otra de las consecuencias de las presidenciales galas, la práctica extinción del socialismo francés. Hollande deja un partido destrozado, como el de aquí. 

En El País, Anabel Díaz relata la campaña a cara de perro de Pedro Sánchez: "Las descalificaciones hacia la presidenta andaluza arreciaron ayer en tanto que desde las plataformas de Díaz se hace un llamamiento a “reaccionar” y recordar que el anterior secretario general ha perdido dos veces las elecciones generales con resultados decrecientes y, además, “ha dividido al partido”. Unos grados superiores en la descalificación se detectaron ayer en la localidad murciana de Calasparra donde Pedro Sánchez protagonizó un acto ante militantes precedido por varios oradores, entre ellos, José Vélez, alcalde de la localidad. “Estamos asistiendo a un espectáculo bochornoso de una gestora que va a pasar a la historia por sus prácticas mafiosas, mafiosas para beneficiar a una candidatura concreta", dijo".

El proceso sigue. Hoy toca deposición judicial de la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, a la que acompañará Puigdemont hasta la misma puerta del TSJC en lo que supone una novedad en el protocolo victimista del nacionalismo. En Nació Digital, Sara González cuenta que Forcadell intentará "evidenciar que no és normal asseure al banc dels acusats membres de la mesa del Parlament pel simple fet de permetre un debat és un dels principals objectius dels encausats".

Ha muerto Hugh Thomas. En ABC se encarga del obituario Manuel Lucena Giraldo: "En 2001 se conmemoró con una edición especial en español la aparición, cuarenta años antes, de la obra fundamental de Hugh Thomas, «La Guerra Civil española». A pesar de que la ocasión le permitía reivindicarse como un clásico, pues en verdad lo era, se limitó a señalar en una entrevista: «Soy equilibrado en mis juicios, pero ahora soy más conservador que en los años sesenta. En la Guerra Civil no había conservadores, todos fueron revolucionarios o contrarrevolucionarios». Había recorrido un largo camino y, a pesar de que muchos textos apresurados hablarán ahora de él como un hispanista, era demasiado brillante para responder a una etiqueta tan gastada como ésa".

8 de mayo, santoral: Nuestra Señora de Luján y la aparición de San Miguel.