Primeras planas

El Congreso de la mama, el puño en alto de Iglesias y la mirada del tigre

Los leones de la puerta son lindos gatitos al lado del pelaje de algunos diputados. Bescansa juró con el niño colgado del pezón. Madrid compite con Barcelona en cachondeo parlamentario

14 enero, 2016 09:09
ABC:El congreso de las caras nuevas y las caras de sorpresa

El Mundo: Show político de Podemos para eclipsar a PSOE y C's

El País: Podemos roba el protagonismo a la política en el nuevo Congreso

La Razón: Sánchez llamará a Puigdemont para "tender puentes" con Convergència

Ara: El Congrés arracona l'Espanya plural

El Periódico: La tensión entre PSOE y PP aleja el pacto

El Punt Avui: Per feina

La Vanguardia: El pacto del Congreso aleja a Sánchez de Podemos

Carolina Bescansa, diputada de Podemos, introdujo ayer a su bebé en el Congreso. Pablo Iglesias e Íñigo Errejón juegan a papás con la criatura, se la pasan de regazo en regazo para solaz de los fotógrafos y pasmo de la concurrencia. Una cámara parlamentaria es como un casino lleno de humo, un lugar impropio para menores de 18 años, un antro. Consiguieron la foto y que se hablara de ellos mientras PP, PSOE y Ciudadanos ensayaban los primeros pasos del baile de la gran coalición, un detente bala frente a las indisimuladas intenciones de Podemos y los nacionalistas de comenzar el derribo del sistema de la Transición. En primera instancia, hasta Ada Colau "condenó" el hecho. Luego rectificó. Fue la sesión de la mama, con el socialista Patxi López como nuevo presidente del kinderhemiciclo. Los juramentos y las promesas fueron una juerga tipo "prometo ser fiel a la Constitución hasta que se acabe la cazalla y destapemos la botella de aromas de Montserrat".

Ojo a la portada del ABC, que protagonizan el pasmo de Pontevedra y el rastadipu Alberto Rodríguez. Mariano Rajoy parece una desvalida y asombrada presa ante la mirada del tigre. Patibulario parlamentario. El curso de la carrera de San Jerónimo puede ser más entretenido y disparatado aún que el presidido por seño Carme Forcadell.

En líneas generales, el número podemita no ha gustado ni a izquierda ni derecha. En El Mundo, Arcadi Espada no deja títere con cabeza en su artículo: La diputada Bescansa utilizó a su hijo de objeto propagandístico, sin que eso tenga nada que ver con la leche que mamó el cagoncillo, sino sólo, y escuetamente, con la burda estrategia comunicativa del partido Podemos, sistemáticamente basada en lo que llamaré a partir de ahora el anecdotismo, y que consiste en la usurpación de la realidad a manos de la simpleza. Cuando miembros de ese partido acuden a ver al Rey Felipe y le regalan 'Juego de tronos' (un folletín que han visto varias veces); o acuden a ver al presidente Rajoy y le regalan 'Juan de Mairena' (un libro del que no han leído ni las tapas), se apoderan de la crónica de un modo que causa rubor. Ni el serial televisivo ni las lecciones del maestro Mairena tienen nada que ver con la circunstancia en que fueron usadas, por más que la irrisoria vanidad de los petimetres pretenda elevarlos al rango de metáforas. De igual modo, obviamente, que la obscena ceremonia láctea que organizó la diputada Bescansa nada tiene que ver con su toma de posesión como diputada.

En líneas generales, el número podemita no ha gustado ni a izquierda ni derecha. En

En la misma línea va el editorial de El País: "Sobran las faltas de respeto al Parlamento. Los diputados de Podemos se excedieron en las fórmulas de acatamiento a la Constitución; aún aceptándola, inmediatamente se sintieron obligados a proclamar que trabajarán para cambiarla. Una aspiración política perfectamente canalizable a través del trabajo parlamentario, sin necesidad de convertir el pleno del Congreso en una suerte de teatro donde solo cuenta la imaginación de cada cual para montar números presuntamente espectaculares. Podemos tiene un problema evidente: sus dirigentes están tan acostumbrados a manejarse ante las cámaras de televisión que han confundido el Congreso de los Diputados con un plató".

Pero hete aquí que hay otras miradas, como la de Luz Sánchez Mellado, que en el mismo El País contradice en parte la opinión general con un texto soberbio: "Las que tenemos una edad hemos visto cosas que no creeríais, pipiolos. Cuando una gestó a sus hijas, a caballo entre el siglo XX y el XXI, que mira que es difícil parir a horcajadas entre dos milenios, se escondía el embarazo bajo burkas de camuflaje. Tu jefe ponía careto si pedías permiso para ir a clases de parto. Reclamar tus horas de lactancia era de marujas. Solicitar meses sin sueldo para criar al cachorro, un suicidio. Y estaba peor visto salir media hora antes para llevar al nene al dentista que ni aparecer por el curro por venir de un festival de house. Y eso que hablo del menos malo de los gremios para las mujeres. Un día, sin embargo, eso cambió para siempre. Desde entonces, he visto a orgullosas preñadas exhibir bombo a ídem y platillo. Oído a colegas ordeñarse —ñic, ñic, ñic— en el aseo entre entrevista y entrevista. Contemplado a señoras enchufarle la teta al mamón de tres años a pie derecho en la calle. Y escuchado, también, mandar a parir de nuevo a Soraya Sáenz de Santamaría y a Susana Díaz por no agotar sus bajas y dejar a sus niños abandonaditos con sus señores padres. En eso, admitámoslo, las peores somos nosotras. Ellos no osan soltar un gallo, no sea que les decapiten por machistas. (...) Que si es una sobreactuación para la foto. Pues claro. Pero las fotos mueven el mundo, y esos gestos ya chirrían, pero aún no sobran. La noticia, hoy, sería ver a un señor con toda la barba con el crío a la chepa".

Mientras tanto y en Cataluña, Artur Mas ha dejado el acta. Pero no se va. De entrada, todas las regalías de un expresidente: despacho en el Paseo de Gracia, escolta, personal funcionario, secratarias y una pastizara anual y vitalicia. Pelotazo para cinco años de revuelta de las sonrisas. El que ríe el último... parece decir el molt honorable. Y ahora, a refundar CDC, que se desmorona a momentos. Gordó está por la insurrección y por mandar a Mas a la trituradora de papel. Los de la CUP, para esto, son unos aprendices y por eso sólo se les ocurrió tirarlo a la papelera.

Por un lamentable error del suprafirmante, ayer les endosé el santoral de hoy. Quede claro que estamos a 14 de enero pero que los santos son los de ayer: Hilario de Poitiers, Agricio, Godofredo y santa Juta de Huy.