Primeras planas

Proponen una campaña para pagar la multa de Mas

En 'El Nacional' se lanza la idea de una cuestación popular para abonar las sanciones de los inhabilitados. Rufián again y ahora en el 'Vanity Fair': Pujol es español

15 marzo, 2017 09:14

Resacón soberanista. Las masas no se han lanzado a las calles. Tras las turbulencias, boca seca, pupilas dilatadas y vacío en el estómago. Del éxtasis al alka-seltzer. Artur Mas sigue en su día a día en el imponente despacho de expresidente en el Paseo de Gracia, aunque Junqueras pretende enviarlo por Europa de embajador volante del proceso. Pasen y vean a la víctima del Estado español. Tiene un aspecto excelente, pero es que la malvada judicatura provoca lesiones internas que no dejan huella. Le han atizado con una pastilla de jabón envuelta en un calcetín, pero ahí está, de pie, jamás arrodillado. Mentón al frente, tupé erizado. El diagnóstico es determinante. Mas está convencido de que todo el mundo, menos Joana Ortega, está en su contra.

La señora de las camisetas de los morritos calientes apoya la cabeza en el hombro del hombre, que huele a "eau de procés". Se retiró de la política pero quiere volver de alcaldesa de Barcelona. Ni punto de comparación con Ada Colau. También Rigau resurge de sus cenizas y se atornilla al escaño. La terna del 9-N luce la medalla del "ho tornaria a fer", la cruz de hierro de la urna de cartón. La clase de tropa espera el llamado de la ANC, Òmnium y Súmate para desfilar en procesión. Según explican en Nació Digital, el día D será la Diada de Sant Jordi, probablemente la fiesta más ñoña del mundo. Miles de personas inundarán las calles de toda Cataluña. Truco o trato. Cómpreme usted esta rosa por Mas y esta otra para Rigau. Regalamos el último libro de El Terrat con prólogo de Vicent Sanchis.

Mientras el calendario avanza hacia la gloriosa jornada, unos muchachotes de las juventudes de la porra y la estelada persiguen a los quintacolumnistas y les queman la oriflama de España en el campus de la Universitat Autònoma de Barcelona. Ojo al titular de El Nacional: "Incidentes entre SCC y grupos antifascistas en la UAB". Y es que van provocando. ¿A quién se le ocurre exhibir símbolos constitucionales en territorio comanche?

Para ir calentado al personal, Iu Forn, en el mismo diario, firma una sensacional columna en la que propone una cuestación popular para pagar las sanciones impuestas en el oprobioso fallo: "La multa para Artur Mas es de 36.500 euros, la de Joana Ortega es de 30 mil y la de Irene Rigau de 24 mil. Y aparte está la condena de pagar la mitad de las costas judiciales. Veremos la multa y las costas que le toque pagar a Homs, pero al fin y al cabo, es un dinero que tendrán que pagar de su bolsillo".

elmundo.200

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Sigue Forn: "Pues bien, teniendo en cuenta que estas personas no actuaban como miembros de ningún partido sino de un conjunto de 2.344.828 personas humanas catalanas, pregunto: ¿es lógico que tengan que pagar sólo ellos (y ellas) 4 la broma? Lo digo desde la visión indepe, que se reclama transversal y plural. Es decir, si el 9-N se reivindica como la expresión de un pueblo y resulta que sólo hay cuatro personas individuales que tienen que pagar políticamente y económicamente por lo que se supone era de todos (y de todas), ¿quiere decir que no estamos ante una incongruencia? ¿Es de cuatro o es de todos? Pues si es de todos, lo afrontan todos, ¿no? Cuando en el país tenemos dos organizaciones civiles muy potentes y capaces de convocar actos multitudinarios, ¿no sería lógico, y lo repito, en nombre de esta unidad repetidamente invocada, que organizaran un verkami (aquello que antes le llamábamos una colecta)? Es que si no, la filosofía del discurso me queda coja".

Lástima que en la pieza no figure una cuenta corriente donde abonar la tasa patriótica. Es más, el abono debería comportar que los donantes recibieran un certificado de adhesión a la causa, una chapa como la de Mas, una miniatura de urna y un CD con "A las barricadas": Aunque nos espere el dolor y la muerte (...) alta la estelada...

Mientras se cuece la erupción, el gran Rufián prosigue su campaña en el frente de los medios, primera de línea de fuego. En este caso, la gran esperanza suburbana del soberanismo posa en Vanity Fair con camiseta negra y cara de malote. Pequeño extracto: "“Queríamos ganar un país y sin Convergencia no se gana”, replica cuando le acusan de que un partido como ERC se alíe con uno de derechas en Junts pel Sí. Ese pacto fue necesario, pero eso no nos convierte en Jordi Pujol, que nunca fue independentista. ¡Si llegó a ser español del año! Eso demuestra que quizás Jordi Pujol sea un producto de España más que de Cataluña".

¿Pujol? Y tanto. Ese pedazo de español más hispánico que la morcilla de Burgos y el pelotazo inmobiliario. En la Audiencia Nacional se juzga a los pretorianos del Gran Ubú caído en desgracia. Alavedra ha llegado a un pacto con la fiscalía que tiembla el misterio. Prenafeta, en cambio, se mantiene en sus trece. Aún no han depuesto. El primer turno ha sido para el exalcalde de Santa Coloma. En La Razón se ocupa del juicio Ricardo Coarasa. La sesión del martes estuvo dedicada a las conversaciones de Bartolomé Muñoz con Luigi: "El ex alcalde socialista de Santa Coloma de Gramanet (Barcelona) Bartolomé Muñoz negó ayer que cobrara mordidas por amañar adjudicaciones en favor de empresarios de la «trama Pretoria» de corrupción urbanística, pero las conversaciones telefónicas intervenidas a lo largo de la investigación, que se escucharon en la sala a instancias de la fiscal Ana Cuenca, zarandearon su versión. Sobres con dinero, presiones para echar a la interventora que se oponía a una adjudicación, la omnipresencia en la trastienda de la gestión urbanística del supuesto «conseguidor» de la trama, el ex diputado del PSC Luis Andrés García Sáez, «Luigi»...".

Colea el nombramiento de Sanchis y Cristina Rubio avizora en El Mundo que lo mismo tuvo algo que ver aquel tengo una pregunta para usted en la que Puigdemont quedó como Cagancho en Almagro: "La anterior polémica entre el Govern y la cadena, y de no menos calado, se produjo a principios de este año, cuando TV3 preparó un programa al estilo del Tengo una pregunta para usted a Carles Puigdemont. El espacio contó con la participación de 12 ciudadanos, que preguntaron en directo al president por asuntos como el paro y los recortes, dejando el proceso independentista en un evidente segundo plano. El perfil de los entrevistadores -muy activos socialmente e incluso vinculados a otros partidos- y el tono a reprimenda que adquirió el programa enfadaron al PDeCAT, que pidió cambios a la dirección de la cadena". 

Cuidado con Mas porque con una televisión en sus manos puede convertirse en el Berlusconi/Lazarov de las Ramblas.

El resto del mundo contiene el aliento ante las opciones electorales del holandés Geert Wilders, otro tipo sin cerebro bajo un peinado dantesco. Entre tanto, el tribunal de Luxemburgo emite una sentencia que acepta el veto el uso del velo islámico en el trabajo. En El País, Rebeca Carranco y Cristina Vázquez suscriben una información en la que se da voz a las partidarias de la prenda: "“El velo no nos incapacita para hacer nuestro trabajo”, dice rotunda Wafae Moussaoui, de 24 años. En la actualidad, lo usa en su puesto como administrativa para una ONG musulmana en Cataluña. Pero antes ha tenido muchas experiencias negativas. Como cuando con 18 años optó a un puesto de dependienta para una panadería. “Me hicieron la entrevista por cortesía, y cuando me dijeron que para trabajar tendría que quitármelo, les dije que no podía, que para mí era como ir desnuda”, explica, y recuerda que la mujer le respondió que ellas habían luchado toda la vida para quitarse la falda. (...) Fatiha el Mouali también espera que el feminismo apoye a las mujeres que, como ella, acuden cada día al trabajo con el velo islámico. El Mouali lo hace en el Ayuntamiento de Granollers (Barcelona). “La esencia del feminismo es defender la libertad para decidir. Ya tengo 43 años, soy suficientemente madura y consciente de mis actos”, subraya El Mouali, que ejerce como portavoz de la plataforma Unidad contra el fascismo y racismo en Cataluña".

El antifascismo es lo que tiene, ungüento universal.

15 de marzo: César, Luisa y Raimundo.