Primeras planas

Aragonès tiene planes y el Gobierno subirá los impuestos

El presidente de la Generalitat siembra el pánico en JxCat al ponderar una crisis de Govern. Hacienda incrementará la presión fiscal sobre las rentas del capital. El efecto sacudida de Meloni

27 septiembre, 2022 08:19

Se reabre el Parlament, ya sin la presidencia de doña Laura Borràs, suspendida de funciones al estar procesada en una causa relativa a las subvenciones de un amigo, lo que generalmente se entiende por corrupción. Sesión doble en el hemiciclo pegado al Zoo. Es el debate de política general. Por la mañana, intervención de Pere Aragonès. Por la tarde, los grupos. Hay una cierta expectación porque el presidente de la Generalitat tiene un plan para la autodeterminación que le van a comprar hasta los grupos de la oposición, según dicen los asesores del segundo de Oriol Junqueras.

De momento, el entorno del Palau ha filtrado que Aragonès también tiene un proyecto para paliar la emergencia social causada por la inflación dotado con trescientos millones de euros. Pero eso es lo que menos les interesa a sus señorías, sobre todo a los de Junts per Catalunya (JxCat), que esperan de Aragonès concreciones sobre la implantación de la república de Puigdemont.

Sin embargo, se han aplacado las voces posconvergentes que reclaman romper el Govern. Y es que se está tan a gusto cobrando del pueblo. JxCat  ya no amenaza y Aragonès, que presume de lince, ha movido pieza, según la pieza de apertura de Crónica Global. "Aragonès presiona a JxCat con una crisis de gobierno como alternativa a la ruptura", es el titular que acompaña un texto de María Jesús Cañizares que empieza así: "Junts per Catalunya (JxCat) había planteado el Debate de Política General (DPG) que comienza hoy en el Parlament como una especie de deadline de su pacto con ERC. Una cuestión que divide a la formación neoconvergente, donde ahora se busca la forma de eludir la crisis de gobierno sin desdecirse demasiado. Consciente de ello, ahora es Pere Aragonès quien presiona con una remodelación del Govern como alternativa a esa ruptura. Sobre la mesa, la recuperación de una vicepresidencia económica --la que inicialmente debía ocupar Elsa Artadi-- que podría recaer en Jaume Giró. Un cambio que afectaría a Jordi Puigneró y que provocaría un seísmo en el sector más radical de JxCat".

Y: "La falta de avances en el proyecto independentista fue el argumento utilizado por Jordi Turull, secretario general de JxCat, para advertir de que “así no podemos seguir”, que ERC incumplía su pacto de gobierno y que, en función del desarrollo del DPG, se sometería a la militancia a una consulta sobre el futuro de la coalición. Con el tiempo, Turull, e incluso la propia Laura Borràs, fueron matizando sus palabras. Negaron haber formulado un ultimátum y precisaron que no hay voluntad de romper, sino de forzar a Aragonès a demostrar su voluntad de implementar la "república catalana". La consulta, en cualquier caso, no se producirá a corto plazo. Como muy pronto, en noviembre, explican fuentes cercanas a Junts".

Portada de 'El Mundo' de 27 de septiembre / KIOSKO.NET

Portada de 'El Mundo' de 27 de septiembre / KIOSKO.NET

Pero las bases secesionistas se remueven inquietas. Hay un rumor de fondo, ganas de gresca, de volver a las calles con la murga de la república. "El independentismo llama a la 'liberación' de Girona como preludio de un nuevo 'procés'", avisa El Confidencial. En el sumario se abunda en que "la plataforma Desobediencia Civil impulsa un plan similar al del referéndum ilegal, con acciones orquestadas en pueblos y ciudades. "Es un entrenamiento que nos llevará a la confrontación", dicen los organizadores".

El texto viene con la firma de Antonio Fernández: "“Los próximos 30 de septiembre y 1 de octubre, ¡todos a Girona! Pueblo a pueblo y ciudad a ciudad, liberaremos el territorio. ¡Vamos!”. Esta es la arenga con la que Desobediencia Civil, una plataforma apoyada por la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y el Consell per la República, intenta movilizar a las bases independentistas en lo que se ha llamado 'liberación' de la capital gerundense y una especie de preludio para un nuevo 'procés'. Para la fecha, que conmemora los cinco años del referéndum ilegal, se ha preparado una acción que supone un salto cualitativo. Tras hacer lo propio en pequeñas localidades como Bàscara, Amer, Sant Esteve de Palautordera, Folgueroles y Corbins, para el 1-O se escogió esta ciudad porque es el epicentro del feudo nacionalista por antonomasia".

Continúa la nota: "Según Desobediencia Civil, las 'liberaciones' realizadas hasta ahora “suponen un aprendizaje y un entrenamiento que nos llevarán al punto de confrontación con el Estado español, al mismo tiempo que nos permitirán presionar a la clase política catalana”. Con ello, ratifica la tesis de emplear la misma estrategia que con el referéndum: empezar por los pueblos pequeños, tejer una red de complicidades y acabar con un enfrentamiento total con el Estado. O, en el lenguaje independentista, el “embate democrático contra el Estado español”. La supuesta 'liberación' tiene una cuidada puesta en escena. Se cuelgan banderas ‘esteladas’, se establecen aduanas o ‘check points’ en la entrada de las poblaciones, se extiende documentación ‘republicana’ e incluso, en ocasiones, se inventa una moneda con la que pagar durante una o dos jornadas. La meta es provocar una ‘revolución’ a través de la ruptura unilateral. La previsión que hace el independentismo dice que si pudo hacerse el 1-O después de cientos de referéndums locales, lo mismo podrá producirse un ‘levantamiento popular’ en Cataluña, al unísono en todos los municipios, dentro de un plazo razonable".

¿Fantasía? Uno de los muchos problemas de los procesistas, tanto de ERC como de JxCat, es la desactivación del complejo político-emocional que sustenta la denominada "mayoría del 52%". La dirigencia de los partidos está atrapada por sus propias promesas.

Mientras tanto y en materia de política nacional, La Vanguardia anuncia en portada que "El Gobierno elevará la presión fiscal sobre las rentas del capital". O sea que sigue la batalla de los impuestos. El PP promete rebajas y supresiones y el PSOE planea desactivar la subasta fiscal por la vía de incrementar la presión a los ricos. El texto en el diario condal es de Fernando H. Valls: "El nuevo paquete de impuestos que está preparando el Ministerio de Hacienda, como respuesta a la ofensiva fiscal iniciada por el PP, se centrará en los principales patrimonios y rentas. Al impuesto a las grandes fortunas, que el Gobierno pretende lanzar a través de una ley propia y que servirá para anular la bonificación de patrimonio en algunas comunidades autónomas, se sumará un endurecimiento del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) para los rendimientos de capital, explican fuentes gubernamentales".

Sigue el texto: "Las negociaciones para elevar el IRPF a las rentas de capital en sus tramos más altos se centran en el umbral a partir del cual se elevará el impuesto. Un elemento sobre el que se está apoyando Hacienda es el acuerdo de coalición, donde se recoge que el tipo estatal “se incrementará en 4 puntos porcentuales para rentas superiores a 140.000 euros”. En este momento, las ganancias por vender una vivienda, acciones de una entidad cotizada o cobrar di­videndos tributan un 26% en el tipo más alto, a partir de 200.000 euros. Pero el objetivo del Gobierno es ampliar esa base­ e, incluso, está negociando endurecer el tipo máximo en algún­ punto, hasta el 27%".

Líneas después se ofrecen datos sobre los posibles afectados: "La medida es totalmente selectiva, defiende el Gobierno, y va dirigida a elevar la presión fiscal sobre “quienes más tienen”. En los últimos tramos del IRPF se sitúan escasos contribuyentes. De los 21,6 millones de declaraciones, fijar el listón en los citados 140.000 euros apenas afectaría a unos 150.000 contribuyentes. Según los últimos datos de la Agencia Tributaria, hay 11.000 contribuyentes que declaran más de 600.000 euros por rentas de capital, mientras que algo más de 103.000 tributan por haber obtenido ganancias patrimoniales de entre 150.000 y 600.000 euros".

Además de estos planes impositivos, se atribuye al Gobierno la dimisión del presidente de RTVE, el "ente". Según cuenta Rubén Arranz, se trata de un plan de Moncloa para controlar los telediarios. Suena Elena Sánchez para el puesto, una silla eléctrica muy bien pagada. Del texto de Arranz: "Pedro Sánchez fue entrevistado en Los desayunos de TVE en 2016 y lució ante la periodista María Casado un lazo naranja. Lo hizo para denunciar la manipulación gubernamental de la televisión pública, en apoyo a los trabajadores de Torrespaña que se manifestaban cada viernes para reclamar que la corporación fuese un testigo neutral de la realidad del país. Entonces, Mariano Rajoy era el inquilino del Palacio de la Moncloa. Han pasado seis años desde entonces y José Manuel Pérez Tornero presentaba este lunes su dimisión como presidente de RTVE, después de haber sufrido fuertes presiones por parte de Moncloa y de algunos de los consejeros designados por el PSOE para ejercer su puesto en la corporación. Este catedrático llegó al despacho principal de Prado del Rey en marzo de 2021".

Portada de 'La Vanguardia' de 27 de septiembre / KIOSKO.NET

Portada de 'La Vanguardia' de 27 de septiembre / KIOSKO.NET

Internacional. Ya son más de 260.000 los varones rusos en edad militar que han huido del país para no ser enviados como carne de cañón a Ucrania.

Ecos de las elecciones en Italia. Sigue la sacudida. Meloni lo sacude todo: La Unión Europea, las relaciones internacionales, el equilibrio de los mercados. Es un seísmo global, catastrófico, terminal, según buena parte de la prensa española. 

En El Mundo titulan el día después que "Meloni prepara un Gobierno que guste a sus bases y calme a Bruselas". Escribe Pablo R. Suanzes: "Dos de las cosas que más gustan y entretienen en Italia son el 'calciomercato' y los 'totoministri'. El primero es el mercado de fichajes del fútbol, los rumores sobre compras, ventas y traspasos; el segundo, tres cuartos de lo mismo, pero sobre los ministrables, los nombres que suenan para ocupar carteras cuando se forma un Ejecutivo. Giorgia Meloni ganó el domingo las elecciones y todavía quedan semanas para que esté en condiciones de intentarlo, pero en los aledaños de Montecitorio, las quinielas son el tema preferido en los cafés. Despejado el panorama parlamentario a rasgos generales, aunque falten por conocerse algunos escaños y haya líderes históricos, como Emma Bonino, que piden recuentos para no perder su puesto, hay dos cuestiones, íntimamente entrelazadas, que van a marcar los próximos 12 meses: la composición del Gobierno más a la derecha en un siglo y qué consecuencias va a tener de cara a las relaciones con la Unión Europea".

Líneas más tarde Suanzes explica la situación italiana: "Italia tiene una deuda gigantesca y creciente y, si el mercado reacciona como está ocurriendo estos días en Reino Unido, los aprietos serían inmensos. Hay una crisis energética salvaje y los precios están descontrolados. Roma necesita el paraguas del BCE y las decenas de miles de millones del Plan de Recuperación con fondos 'Next Generation', para lo que es imperativo que la Comisión dé una evaluación positiva a las reformas pactadas. Una tensión ahora no es imposible, porque la derecha italiana ha demostrado ser incapaz de callarse incluso en los momentos más delicados, pero hay incentivos para el autocontrol. Y para escoger a un ministro que conozca bien la UE y sea respetado, de ahí que el nombre de Fabio Panetta, miembro del Banco Central Europeo, lleve sonando días en la capital para liderar Economía".

O sea que parece probable que la ultraderecha se rodee de tecnócratas para mitigar el efecto Berlusconi.

27 de septiembre, santoral: Vicente Paul, Bonfilio de Fara, Cayo de Milán, Elzearo de Sabran, Florentino de Sedunum y Hiltrudis de Liesse.