Primeras planas

El acto menor de la ANC y la tristeza post coitum

Muerte de un niño. Vida de una víctima del 11-M. Las fuerzas vivas del periodismo catalanista comienzan a sospechar del proceso. Manifestantes independentistas muy mosqueados

12 marzo, 2018 09:39

La supuesta asesina del niño Gabriel Cruz actuó sola, según El País, y no actuó sola, según El Mundo. No se ha realizado la autopsia y habrá que esperar muchos días aún para componer un esbozo de crimen. Los medios inciden en las malas relaciones del niño con Ana Julia Quezada, la pareja del padre detenida por la Guardia Civil tras sacar de una balsa el cadáver e introducirlo en el maletero de un coche. 

Asoma en los noticiarios el sensacionalismo habitual en estos casos, de las niñas de Alcasser al asesinato de Diana Quer. Bajan de precio los términos conmoción, estupor, horror y está de oferta la palabra condolida. Así definen la actitud de Quezada frente a los padres del niño durante los días de búsqueda y llamados desesperados. En la sombra de la mujer aparece otra niña muerta hace unos años en Burgos, reporta El Español.

¿Qué pasa después de un asesinato? Hace catorce años y un día sucedió el 11-M, 198 muertos en varios trenes de cercanías. La onda expansiva es infinita, desgrana en El Mundo un hombre que perdió a su novia y malvive vendiendo pañuelos a los conductores bajo el Puente de los Franceses.

¿Para qué nos rompieron la cara el 1-O? Se lo preguntaba ayer por la tarde un ciudadano en la tarima de la lánguida manifestación de la Assamblea Nacional Catalana (ANC). El E-notícies recoge un singular fragmento de Jordi Basté en Rac 1 en el que habla de una "enredada global". "Sé que me estoy jugando las piernas, pero es lo que pienso", dijo el periodista despertador. 

elpais.200

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Cunde la sospecha de que nos han metido un gol. A todos, manifestantes, periodistas y buenas gentes de Cataluña en general. En La Vanguardia escribe Francesc Marc Àlvaro un inquietante artículo sobre la fatiga de los materiales humanos. Están saltando todas las alarmas: "La escena la explico como la viví. En un restaurante de calidad, en un pequeño pueblo del Penedès, muy frecuentado por todo tipo de personas, naturales de la región y gentes con buen gusto de Barcelona y todas partes. El establecimiento –glosado en guías internacionales– está en una zona electoral donde el sí a una hipotética independencia ganaría cómodamente. El propietario es un hombre inteligente y rápido. Es un buen auscultador del momento, habla a diario con mucha gente, con la franqueza que provoca el buen yantar. El otro día me dio este titular, mientras me servía una carn d’olla; tan sabrosa que reinventaba el canon: “La gente empieza a estar muy harta, de todo esto; me cuentan que, si se repiten las elecciones, no irán a votar, y son precisamente los más motivados”".

Así es que entre butifarras y secas, las gente bien de Can Fanga está hasta los huevos del proceso cuando hace medio año estaban a punto de montar la plaza Maidan en el parque de la Ciutadella. Ni un pas enrere. Cómo será el desastre que la manifestación de ayer de la ANC fue una depurada expresión de la tristeza post coitum con el agravante de domingo por la tarde. 45.000 personas según la Guardia Urbana. ¿Cuándo se ha visto un acto independentista tan parco?

Hay fotos en las portadas del Ara y El Punt Avui, La muerte de Gabriel ocupa las del resto. El ejercicio de estilo de El Punt es no incluir el caso en la tapa. ¿A saber dónde está Almería? La desconexión es lo que tiene.

Última hora de Lluís Salvadó. Sostienen en las redes: "Me jode, y mucho, que después de 30 años de militancia activísima en los valores republicanos y de lucha contra todas las discriminaciones haya de pasar por un miserable machista". Tres décadas luchando en las trincheras de las desheredadas, dándolo todo por ellas, a brazo partido por la igualdad. Y todo por hablar de tetas gordas, rumanas y brasileñas con un colega. Se balancea entre dimitir o no dimitir.

Sostiene Xavier Vidal-Folch en El País que la culpa de los presos es de Puigdemont en un texto titulado "Políticos presos, a la calle" y que concluye así: "Hay una manera obvia de mantener las ideas indepes y respetar a un tiempo el Estado de derecho y la independencia judicial. Conseguir que el fugado Carles Puigdemont y la CUP cesen en sus proclamas anticonstitucionales y en su (vigente) plan de “hacer República” ilegalmente, porque es su persistencia lo que permite sostener la persistencia del riesgo de que los encausados persistan en él. Puigdemont: ¡libera ya a Oriol, a Joaquim y a los Jordis!".

Los letrados Jordi Sànchez se han ahorrado que Estrasburgo les denegara la petición de medidas cautelares. En el blocao de Waterloo se activa el plan Turull. Torra, en la recámara. Artadi ya es tierra quemada.

12 de marzo, santoral: Elpegio, Inocencia y Teófanes Cronista.