Política

Zapatero, sobre el 9N: "Una pregunta en blanco es la puerta a muchísimas preguntas"

El ex presidente del Gobierno y ex líder del PSOE rechaza un referéndum secesionista porque -además de ser ilegal- genera más incertidumbres que certezas

9 octubre, 2014 10:18

El ex presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ha argumentado este miércoles de forma contundente contra la celebración de un referéndum secesionista en Cataluña, más allá de su ilegalidad.

"A bote pronto, en una primera reflexión, cuando se plantea que la gente decida, que los ciudadanos voten, que elijan su futuro, en una cuestión de esta naturaleza parece que es difícil decir que no. ¿Cómo negarse un demócrata -todos somos muy demócratas- a que los ciudadanos voten? Pero claro, como pasa en las grandes decisiones políticas, no basta con la primera reflexión. Hay que ir un poco más allá. Y hay que hacerse las preguntas que surgen de hacer una pregunta a los ciudadanos y que se plantean al día siguiente", ha señalado durante una entrevista en TVE.

Y ha analizado las consecuencias que se derivarían de un referéndum independentista:

"Por ejemplo, es bastante constatable que un referéndum de esta naturaleza provoca una fuerte división en la ciudadanía. Como estamos viendo en Escocia, quien pierde, suele querer tener la revancha, antes o después, con lo cual, estamos en un permanente derecho abierto a decidir, que no parece que sea el objetivo de constituir un marco político de convivencia, que tiene que ser estable. El Estado es eso, un Estado, algo estable".

Una pregunta que genera incertidumbres

Por otra parte, Zapatero ha advertido que la independencia conllevaría unas incertidumbres que no recoge un referéndum:

"Además, las preguntas en abstracto, en blanco, como ¿quiere ser británico, escocés...?, llevan aparejadas otras muchas preguntas que no se hacen en ese momento, que son decisivas. Por ejemplo, ¿qué moneda va a tener usted? Es que, si hacemos un referéndum de esa naturaleza, se va a ir a votar sin saber los ciudadanos qué moneda van a tener, porque es imprevisible. ¿Va a estar usted en la UE? ¿Qué relacion va a tener con España? Surgen muchas más preguntas de esa pregunta. Y muchas más preguntas que no tienen respuestas. Por eso yo concibo que en la democracia que conocemos -que es la válida, la que ha funcionado, hasta que no se demuestre lo contrario- los referéndums tienen que ser decisiones y pronunciamientos de la ciudadanía sobre un programa o un plan concreto: un Estatuto con sus artículos, una Constitución con sus artículos, un acuerdo sobre la UE con su contenido... pero una pregunta en blanco suele ser la puerta a muchísimas preguntas y a una contienda que no termina".

Por todo ello, Zapatero se ha atrevido a hacer "un pronóstico": "Solo tenemos dos experiencias en las democracias consolidadas, que conocemos, de referéndum de esta naturaleza, Quebec y Escocia. Creo que no volveremos a verlas. Son las dos únicas experiencias y no volveremos a verlas".

El proyecto independentista no es diferente al de España

En ese sentido, el ex presidente del Gobierno y ex líder del PSOE ha destacado que "no ha habido ningún país democrático, constitucional, donde la libertad y la pluralidad sea el eje que articula la vida, con toda la diversidad que pueda haber, que haya conocido una separación de una parte de su territorio".

Y ha subrayado que "el proyecto que pueden tener los catalanes [independentistas] se asemeja bastante al del conjunto de España: queremos estar en la UE, tener la moneda euro, tener un Estado social o de bienestar, una sociedad con amplios e intensos derechos y libertades individuales, con igualdad de géneros... en definitiva, no parece que estemos hablando de un proyecto que en las bases políticas del modelo de convivencia sea distinto del que representa la España democrática".

La votación del 9N es un referéndum encubierto, y no se celebrará

Finalmente, Rodríguez Zapatero ha asegurado que no habrá referéndum secesionista en Cataluña el 9N, "no puede haberlo" porque "consultar a la generalidad de los ciudadanos ante una decisión política no está en manos de las CCAA, es muy claro".

Y ha denunciado que "la Ley de Consultas ha intentado construir una especie de ficción: no llama censo al censo, lo llama registro; no llama juntas electorales a las juntas electorales, las llama comisión de control; no llama referéndum a lo que es un referéndum, lo llama consulta... pero la cosa es lo que es, y no cómo se la llame, jurídicamente es muy claro".