Firma del acuerdo presupuestario entre el Gobierno andaluz y el grupo parlamentario VOX / EUROPA PRESS

Firma del acuerdo presupuestario entre el Gobierno andaluz y el grupo parlamentario VOX / EUROPA PRESS

Política

Vox consigue 100.000€ contra la inmersión lingüística catalana en Andalucía

La formación de extrema derecha consigue imponer la terminología "violencia intrafamiliar" para negar la existencia de las agresiones por razones de género

14 junio, 2019 08:23

100.000 euros para combatir "los efectos" de la inmersión lingüística en Cataluña, Valencia y Euskadi. Eso es lo que ha conseguido Vox, pero en un acuerdo para la junta de Andalucía. Este ha sido uno de los puntos del acuerdo firmado entre Vox y el gobierno andaluz –con PP y Cs en el ejecutivo–. La formación de Santiago Abascal ya dejó entrever sus posicionamientos al reclamar ayudas de la administración andaluza para que las comunidades emigradas no perdieran sus raíces culturales.

El acuerdo fue suscrito este jueves con solemnidad, cansado de sentirse ninguneado por Ciudadanos. Tanto la formación naranja como PP han asegurado que se sienten cómodos con el pacto “porque contribuye a la estabilidad política y por tanto a la económica”. "Lo que los andaluces quieren es que pongamos medidas para crear trabajo, y este acuerdo lo que recoge son propuestas de trabajo y mejora de los presupuestos", justificó Bravo.

"Violencia intrafamiliar"

Vox consigue introducir algunas tesis ultras en los presupuestos de Andalucía. Por ejemplo, en la puesta en marcha de un teléfono de atención a las víctimas de la "violencia intrafamiliar", que utiliza la formación de extrema derecha para negar la existencia de la violencia de género. De la misma forma, ha conseguido introducir tesis sobre la inmigración, con 600.000 euros para mejorar las infraestructuras judiciales. 

El grueso de los poco más de 20 millones arrancados por Vox se destinarán –según El Periódico– a la reorganización del sector instrumental. El punto donde más ha apretado las tuercas la formación para poner coto a lo que denominan “chiringuitos ideológicos” junto con el control de las subvenciones.