La consejera de Salud, Alba Vergés, quien ultima medidas para reducir la movilidad en Cataluña / EP

La consejera de Salud, Alba Vergés, quien ultima medidas para reducir la movilidad en Cataluña / EP

Política

Vergés descarta un segundo aislamiento en Cataluña

La 'consellera' de Salud prevé un incremento de casos de coronavirus en otoño, pero rechaza una nueva reclusión porque las consecuencias serían “brutales”

18 septiembre, 2020 10:26

La consejera de Salud de la Generalitat, Alba Vergés, ha descartado un segundo aislamiento en Cataluña a causa del Covid-19. Las consecuencias económicas y sociales de un nuevo encierro serían “brutales”, en palabras de la consellera. No obstante, ha admitido que “es posible que el frío vuelva a dinamizar el virus” y la Generalitat “prevé un incremento de casos en otoño”.

El secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon, también ha alertado de un posible aumento de casos de coronavirus en Cataluña durante los próximos 15 días, por lo que están previstos una serie de cribados masivos a la sociedad que empezarán en los centros educativos.

Contagios en las escuelas

Asimismo, ante la posible inhabilitación del presidente de la Generalitat, Quim Torra, Vergés ha declarado que “la lucha contra el coronavirus seguirá siendo igual de efectiva”, aunque apunta que todo será “más difícil”. Con todo, la consellera ha quitado importancia al aumento de infecciones dentro de las escuelas, donde ya se contabilizan más de 72 grupos aislados en Cataluña, alegando que “la mayoría de los contagios tienen lugar fuera del entorno escolar, debido a la mayor movilidad asociada”. 

Vergés ha asegurado que “el retorno al colegio era totalmente necesario”, pero ha recomendado que “no se debería hacer el retorno presencial al trabajo al mismo tiempo”. La consejera de ERC ha pedido que aquellas empresas que puedan mantener a sus empleados teletrabajando lo hagan, como un gesto de “solidaridad” con aquellas personas que deben realizar sus labores presencialmente. 

El agujero de la sanidad privada

Durante los momentos más graves de la emergencia sanitaria, la Generalitat hizo uso de los centros y profesionales de la sanidad privada y concertada, un hecho que ahora deja una deuda de 1.800 millones de euros, según ha confirmado Vergés. 

“Era imprescindible para gestionar la epidemia”, se ha excusado la responsable de Salud, quien ha explicado que “ahora es necesario pagar los materiales, espacios y profesionales que el departamento público utilizó”.