Valls dice que si no logra ser alcalde de Barcelona será concejal, dejará "la política"

Manuel Valls, el ex primer ministro francés y candidato a alcaldía de Barcelona, ha asegurado este lunes que si tras las elecciones municipales no logra ser alcalde, dejará la política y se quedará a vivir en la capital catalana.

Ha manifestado que trasladarse a la ciudad condal es para él "una opción de vida", y por eso, aunque no alcanzase su objetivo político, se quedaría a vivir en la ciudad. Además, ha observado que no considera un fracaso irse de Francia y continuar su carrera política en España. Más tarde, ha querido precisar que "dejar la política" sólo afectaría a la "política francesa", y que aceptará "la responsabilidad" que le toque "pase lo que pase" en las elecciones. Eso implica que si no llega a ser alcalde seguirá como concejal en el Ayuntamiento. 

Ciudad natal

"No puedo ver como un fracaso una trayectoria como esta", ha añadido Valls. Ha apuntado que este martes renunciará a su acta en la Asamblea Nacional por el departamento de Essonne. Ha mantenido su decisión de hacer política en Barcelona, señalando que es su ciudad natal.

Además, ha admitido que tenía que aprovechar la "oportunidad única" que surgió cuando le animaron a concurrir a las elecciones municipales de Barcelona. "No traiciono a nadie", ha matizado cuando le han preguntado por quienes le votaron para ser diputado en Francia.

Izquierda y derecha

Valls ha recalcado que es "un candidato independiente" que se presenta a los comicios con una plataforma que reúne a "personas procedentes de todos los sectores de la vida económica y cultural" de la ciudad condal.

"Las etiquetas de izquierda y derecha en este gran espacio de centro son etiquetas que hoy en día me parecen del mundo antiguo", ha asegurado. También ha recordado que "muchos de los líderes" de Cs en Barcelona "proceden del socialismo".

Contra el populismo

El ex primer ministro francés ha explicado que en Barcelona quiere impulsar políticas relacionadas con el alojamiento, la contaminación, la seguridad, la cultura, el transporte, la economía o la imagen de la ciudad. Aunque ha subrayado que también quiere librar una batalla contra "el populismo y la demagogia".

Valls ha admitido que cree que esa batalla existe también a nivel europeo y que Barcelona es "una de las ciudades que mejor simboliza Europa".