Pere Aragonès y Ramon Tremosa son los responsables de la gestión de las ayudas europeas por parte del Govern / FOTOMONTAJE CG

Pere Aragonès y Ramon Tremosa son los responsables de la gestión de las ayudas europeas por parte del Govern / FOTOMONTAJE CG

Política

El vacío del Govern convierte los fondos europeos en un caos

Las empresas puentean a la Generalitat, lastrada por la pugna entre Tremosa y Aragonès, y acuden directamente al Gobierno, que tiene la última palabra en los Next Generation

9 abril, 2021 00:00

“Si el Govern no nos acompaña, al menos que no ponga trabas”. En estos términos se dirigen muchos empresarios a ACCIÓ, Agencia para la Competitividad de la Empresa dependiente de la Consejería de Empresa de la Generalitat. Ignoran cómo evoluciona la gestión de los fondos Next Generation, que han despertado muchas expectativas. Y también confusión. Pues, en realidad, estas ayudas para la reconstrucción postCovid están destinadas a cambiar el modelo productivo, no a salvar empresas deficitarias.

Pero más allá de la intensa labor de tutela y asesoramiento que realizan los técnicos de ACCIÓ, fuentes empresariales aseguran que crece la sensación de caos por el vacío existente en un Govern en funciones, donde el consejero de Empresa y el vicepresidente económico, Ramon Tremosa (JxCat) y Pere Aragonès (ERC), están inmersos en una pugna política que ha cortocircuitado todo tipo de comunicación.

 

 

Confusión por los fondos Next Generation de la UE / CG

"¿Qué hay de lo mío?"

Y lo que es peor, la Generalitat apenas tiene relación con el Gobierno español, el competente para decidir qué proyectos catalanes se presentarán ante la Comisión Europea para ser financiados con los fondos Covid. De ahí que las empresas con más recursos decidan puentear a la Generalitat y acudir directamente al Ejecutivo español. “Pero no todas las compañías pueden hacerlo. El 99% del tejido catalán está formado por pymes que representan el 70% del PIB. Acuden al Govern para preguntar qué hay de lo mío. Y también es cierto que Pedro Sánchez debería haber descentralizado más la gestión de los fondos, apostar por la proximidad”, explica un exalto cargo de la Generalitat.

Las mercantiles, dicho de otra manera, no saben a quién acudir y patronales como Foment del Treball o Pimec suplen esa labor de asesoramiento, consistente en distinguir que una cosa son las ayudas extraordinarias que la Comisión Europea ha creado para transformar el modelo productivo --el gobierno catalán ha presentado 27 proyectos emblemáticos, entre los que destacan la transición ecológica, la digitalización o el turismo inteligente, entre otros--, y otra, los fondos plurianuales que concede la Comisión Europea.

De los 750.000 millones presupuestados por la CE para la reconstrucción postCovid, a España le corresponden 140.000 millones. La cifra asignada a Cataluña no está clara. Tremosa reclama 50.000 millones.

Se necesita una negociación más política

“Muchas empresas creen que el dinero lloverá del cielo, se han levantado demasiadas expectativas”, advierte la citada fuente.

En circunstancias normales, Tremosa y Aragonès mantendrían una interlocución constante con el Gobierno para gestionar los Next Generation. “¿Alguien se imagina a Jordi Pujol adoptando un papel irrelevante en esos fondos?. Las comunidades autónomas están obligadas a establecer una negociación más política”, apunta otro empresario preocupado por la situación actual de Cataluña. 

Malestar del Ayuntamiento de Barcelona

En este sentido, las administraciones locales también piden paso en esa gestión de los fondos Covid. En el Ayuntamiento de Barcelona, que en diciembre de 2020 presentó siete líneas estratégicas de las que podrían beneficiarse un centenar de programas --con una financiación de entre 1.500 y 2.500 millones--, ha causado malestar el hecho de que la Generalitat solo le haya incluido en uno de los 27 proyectos presentados. "Con fondos europeos o no, la idea es sacar adelante esos proyectos", aseguran fuentes municipales.

De ahí que el consistorio haya optado por invocar el régimen especial que le otorga la Carta Municipal para acudir directamente al Gobierno español. Obviamente, que los socialistas cogobiernen la ciudad facilita la comunicación, pero la falta de información por parte de un Govern en funciones no deja otra salida.