CSIF pide explicaciones por el incidente con la Urbana en Sants

El sindicato CSIF y Junts han pedido hoy explicaciones por el incidente que protagonizó la gerente del distrito de Sants, Aida Guillén, con agentes de la Unidad de Refuerzo a las Emergencias y la Proximidad (URPE) durante las Fiestas de Sants, y durante el cual la alto cargo de BComú habría invitado a los agentes a abandonar la zona. 

Imagen de una detención conjunta entre Mossos d'Esquadra y Guardia Urbana en Barcelona / CG

En sendos comunicados, la parte social y la fuerza independentista han pedido conocer qué ocurrió en la festividad de distrito entre Guillén y una dotación de cinco agentes de la URPE, a los que habría tratado de apartar de la Fiesta Mayor Alternativa "porque así lo pactó con el intendente". La fuerza de Jordi Martí Galbis, además, ha planteado si estas "presuntas indicaciones" las conocía la Jefatura de a Guardia Urbana. 

Dimisión

Por su parte, CSIF ha pedido "que se asuman responsabilidades políticas" y se destituya del cargo a Aida Guillén. Lo argumenta la parte social con la tesis de que "este hecho junto a otros que se han venido sucediendo durante este mandato y el anterior, son los que tienen al cuerpo de policía Guardia Urbana inmerso en una desmotivación profesional". 

La plataforma que dirige Eugenio Zambrano tilda de "grave" el incidente y ha avisado de que la política de "no ser bienvenidos" creará "guetos" en la ciudad. 

"Se pactó que no estuvieran"

Cabe recordar que como avanzó La Razón, agentes de la URPE y la gerente del distrito de Sants protagonizaron un encontronazo en el Parque de la España Industrial durante las Fiestas de Sants. Allí era donde se celebraban las llamadas fiestas alternativas, y la alto cargo habría ordenado a los cinco efectivos policiales abandonar la zona. 

Lo habría dicho Aida Guillén porque "se había pactado" con el intendente del distrito que no habría presencia policial en el interior del parque, por cuanto se celebraba una fiesta okupa en el interior. 

Desencuentros

Este choque llega tras casi dos mandatos de relación compleja entre Barcelona en Comú, partido de la alcaldesa Ada Colau, y la policía municipal. La fuerza llegó a la alcaldía en 2015 con la promesa de disolver la llanada Unidad de Apoyo y Protección (USP), aunque finalmente solo la transformó en la URPE. 

Por el camino se produjo una crisis de seguridad en Barcelona que la formación trató de ocultar en los tribunales, aunque finalmente perdió en segunda instancia.