El exconsejero de Presidencia de la Generalitat, Francesc Homs (tercero por la derecha) en una de las ediciones de la Universitat Catalana d'Estiu / UCE PRADA

El exconsejero de Presidencia de la Generalitat, Francesc Homs (tercero por la derecha) en una de las ediciones de la Universitat Catalana d'Estiu / UCE PRADA

Política

La Universidad de Prada ni es universidad ni es nada

El Gobierno catalán admite que las jornadas independentistas celebradas en la Cataluña norte no forman parte del sistema universitario público

30 noviembre, 2016 00:00

Las quejas de Francia por las injerencias independentistas de Cataluña son recientes, pero hace años que el ideario secesionista cruza la frontera. Lo hace cada verano, a través de las jornadas que la Fundació Privada Universitat Catalana d’Estiu (UCE) celebra en Prada de Conflent. Aunque no es universidad ni forma parte del sistema público.

“Esta no es una universidad en los términos establecidos en la Ley 6/2001 de Universidades y por la Ley 1/2003 de Universidades de Cataluña. La Fundación no es titular de ningún centro de enseñanza superior que imparta estudios universitarios oficiales autorizado por la Generalitat”, asegura el consejero de Empresa y Conocimiento, Jordi Baiget, en respuesta a una pregunta parlamentaria formulada por la diputada de Ciudadanos Sonia Sierra.

Estas conocidas jornadas, que los dirigentes secesionistas aprovechan para explicar su ideario, cuentan no obstante con un amplio abanico de subvenciones públicas. Entre 2010 y 2016, la secretaría de Universidades e Investigación de la Generalitat destinó a la UCE un total de 719.000 euros, a los que hay que añadir los 16.143 euros que la Agencia de Gestión de Ayudas Universitarias e Investigación (AGAUR, por sus siglas en catalán) gastó en esas sesiones el pasado verano.

Colau se descuelga del proyecto

Pero la Generalitat no es la única administración que tutela económicamente la UCE. En 2015, las cuatro diputaciones provinciales aportaron 43.292 euros, mientras que varios ayuntamientos, entre ellos el de Barcelona, pagaron 6.875 euros. Ese fue el último verano que el consistorio barcelonés participó en esas subvenciones, pues la alcaldesa, Ada Colau, decidió no gastar más dinero en esa pseudouniversidad secesionista. En esa edición, según consta en los presupuestos de la Fundación, el Ejecutivo autonómico dio 158.000 euros a la UCE.

Poner una pica secesionista en el sur de Francia es caro. Pero la Generalitat no repara en gastos. En abril de 2005, inició los trámites para adquirir una finca situada en el número 1 de la route de la Ria, en Prada, para ubicar el Centro de Estudios Transfronterizo Pau Casals, un proyecto con financiación europea –1,2 millones de euros— al que la Generalitat aportó 1 millón de euros y destinado a ser sede de la UCE.