Política

Un 'escrache' a Trias le obliga a abandonar precipitadamente el Paralelo

El alcalde de Barcelona huye ante el acoso de medio centenar de personas que protestaban por la reforma urbanística del barrio. "Sí se puede", "a por él" y "huye como las ratas", son algunas de las proclamas lanzadas. La CUP, entre los promotores del 'escrache'.

14 marzo, 2015 17:56

El alcalde de Barcelona, Xavier Trias, ha sido víctima este sábado de un 'escrache' durante un acto para inagurar unas obras en la Avenida del Paralelo de Barcelona.

Alrededor de medio centenar de personas, convocadas a través de Twitter mediante el hashtag #EscracheTrias y con el apoyo de la CUP ("Hoy los vecinos del Paralelo recibimos al alcalde como se merece. Contra el autoritarismo, escrache a Trias", han indicado en un tuit), esperaban al alcalde.

"Sí se puede", "a por él", "huye como las ratas"

Ante la intensidad de las protestas, Trias ha suspendido el paseo que estaba programado y ha abandonado precipitadamente el lugar en el coche oficial y protegido por los agentes de seguridad que le acompañaban.

En el vídeo adjunto puede comprobarse cómo los manifestantes han lanzado proclamas del tipo "sí se puede", "a por él" y "huye como las ratas", mientras el edil se marchaba. También han mostrado pancartas con lemas como "menos farolas y más escuelas" y "bienvenidos al nuevo Benidorm".

Críticas por la reforma urbanística del Paralelo

El Ayuntamiento defiende que el plan urbanístico del Paralelo ha ampliado los espacios públicos y la iluminación pública de la zona, revitalizándola como "eje cultural y cívico de la ciudad". Sin embargo, diferentes colectivos vecinales hace tiempo que vienen mostrado su oposición a la reforma por considerar que está diseñada pensando más en el turismo que en los vecinos del barrio, y que esta se ha llevado a cabo sin consultarles.

Desde el Ayuntamiento han quitado hierro a lo ocurrido este sábado, asegurando que ha sido la lluvia la que ha obligado a suspender el paseo previsto por la zona, y que el almuerzo celebrado con entidades vecinales y de comerciantes -partidarios de la reforma- en un restaurante ya estaba programado y no ha sido para refugiarse de los manifestantes.