El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, carece de mayoría para impulsar proyectos como el decreto ley sobre temporalidad de los funcionarios / EP

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, carece de mayoría para impulsar proyectos como el decreto ley sobre temporalidad de los funcionarios / EP

Política

Tres meses después de las elecciones catalanas: bloqueo ‘indepe’ hasta el último momento

Las negociaciones vuelven a la casilla de salida, con ERC retando a Junts y PSOE a una repetición electoral, mientras comunes y neoconvergentes solemnizan su incompatibilidad

14 mayo, 2021 00:00

Nuevo giro de guion en plena cuenta atrás para la repetición electoral. La ruptura de negociaciones con ERC anunciada ayer por Jéssica Albiach vuelve a colocar el foco en Junts per Catalunya (JxCat). Pero también en el PSOE, pues los republicanos no pierden la esperanza de que, casi en tiempo de descuento, los socialistas permitan desbloquear la situación para evitar unas nuevas elecciones que, a su juicio, no convienen ni a Pedro Sánchez ni a JxCat.

“Deciden los dos Sánchez”, bromeaba ayer un diputado soberanista en los pasillos del Parlament, donde la dirigente de los comunes solemnizó su desmarque de Pere Aragonès, después del acuerdo de mínimos firmado por JxCat, ERC y CUP. Un pacto incompatible con la exigencia de Albiach de que los neoconvergentes queden fuera del futuro Gobierno para apoyar la investidura del candidato republicano. Nuevo bloqueo, por tanto, tres meses después de las elecciones del 14F.

Aragonès llama a Junts, CUP y comuns a trabajar "hasta el final" / EP

¿Gobierno en solitario o con Junts?

Aragonès anunció el sábado su decisión de gobernar en solitario y de hacer extensivas sus negociaciones a la confluencia de Podemos en Cataluña para propiciar un acuerdo de investidura progresista con la CUP. Albiach no solo se mostró favorable, sino que expresó su predisposición a entrar en el Gobierno. Pero para ello era necesario que JxCat cumpliera con la palabra dada por Jordi Sànchez: ceder los votos de cuatro diputados. Luego vinieron las rebajas. Elsa Artadi, vicepresidenta de Junts, advertía de que esos votos no serían gratis y que la militancia tiene la última palabra. Los neoconvergentes transmitían, asimismo, sus condiciones: reeditar el Gobierno de coalición.

Dicho de otra manera, mientras JxCat une el pacto de Gobierno con la investidura, Aragonès pretende ser ungido presidente con una amplia mayoría que incluye a ERC, JxCat, comunes y CUP. El diseño del nuevo Gobierno formaría parte de una segunda fase. Ayer, Aragonès evitó aclarar si mantiene su deseo de gobernar en solitario o embarcará de nuevo a Junts en su Ejecutivo, tras la traumática experiencia del anterior mandato, lastrado por las disputas entre los socios.

Junts rebaja el tono

Albiach no ha logrado arrebatar a Aragonès el compromiso de que no incorporará a los neoconvergentes en el Gobierno. De ahí la ruptura de negociaciones. Y junto a esa hostilidad entre posibles aliados, Junts rebajaba el tono con los republicanos en la sesión de control celebrada en la Cámara catalana. A pesar de la propuesta de JxCat de realizar una auditoría sobre la gestión de la pandemia, todo un dardo en la línea de flotación gubernamental de ERC, ambas formaciones se rindieron pleitesía.

“Va a ser una semana trepidante que, muy probablemente, acabará con un acuerdo in extremis entre ERC y JxCat”, aseguran fuentes conocedoras de las negociaciones. El plazo para intentar una tercera investidura --Aragonès perdió en dos ocasiones tras las elecciones del 14F por la abstención de JxCat-- concluye el 26 de mayo, pero el día 21 se tendría que celebrar la primera vuelta de la votación. Previamente, JxCat tiene que consultar con una militancia enardecida, muy crítica, hasta el punto de preferir una repetición electoral con Laura Borràs como cabeza de lista.

Jordi Sànchez, valoran en ERC, deberá demostrar su liderazgo sobre las bases si quiere impedir unas nuevas elecciones en las que, tal como publicó Crónica Global, JxCat perdería cuatro o cinco diputados, según los republicanos. En paralelo, a Pedro Sánchez tampoco le convienen unos comicios en los que el PSC pueda perder fuelle, tras los resultados del PSOE en las recientes elecciones madrileñas. Pero el PSC insiste en que no permitirá a Esquerra presidir la Generalitat. Salvador Illa volvió a negar esa posibilidad en la sesión de control celebrada ayer, donde recordó que es el ganador de las elecciones del 14F.