Quim Torra recibe a Pedro Sánchez en el Palau de la Generalitat con la pancarta de libertad de opinión y de expresión / GENCAT

Quim Torra recibe a Pedro Sánchez en el Palau de la Generalitat con la pancarta de "libertad de opinión y de expresión" / GENCAT

Política

Torra divide a JxCat con su estrategia de boicot al diálogo

PDeCAT cree que la figura del mediador es una excusa con la que el presidente catalán y Puigdemont, cada vez más solos en su estrategia de confrontación, buscan erosionar a ERC

19 febrero, 2020 21:00

Por motivos que ni los propios neoconvergentes alcanzan a comprender, el presidente Quim Torra y el fugado Carles Puigdemont se empeñan en reventar la mesa de diálogo que, según se acordó con el presidente Pedro Sánchez, debe celebrarse este mes de febrero.

El enfado de Torra por el anuncio “unilateral” de la fecha --el Gobierno ha propuesto que sea el próximo lunes 24 en Moncloa--, unido a la insistente en reclamación de la figura de un mediador --un requisito que, a estas alturas de procesismo crepuscular, suena a rabieta--, está generando un fuerte debate dentro de Junts per Catalunya (jxCat) entre quienes apuestan por el diálogo y quienes se lo quieren cargar.

“Hay fuertes discrepancias internas. La postura de Torra es rechazada por el PDeCAT, que no quiere verse fuera de juego ante una nueva etapa en la que entienden que hay que superar la confrontación”, explican fuentes soberanistas.

La figura del mediador que reclama el presidente catalán pretende solemnizar el encuentro de ambos Gobiernos a modo de altavoz de un conflicto político existente en Cataluña, reconocido por el Gobierno español y que el independentismo ultra supedita al debate sobre el derecho a la autodeterminación, la amnistía de los presos independentistas y la reforma del delito de sedición en el Código Penal. Sánchez ha dejado claro que no acepta esos argumentos, pero Torra sigue enrocado en ese tono reivindicativo con una triple finalidad: congraciarse con el votante que exige implementar la república, acallar los reproches que, en ese sentido, hacen la CUP y la Assamblea Nacional Catalana (ANC) y, sobre todo, erosionar a su todavía socio del Govern y rival electoral, ERC.

Avisos sobre el "diálogo vacío"

Así, mientras los republicanos mantienen su apuesta por el diálogo y la reconstrucción de puentes, una estrategia que apuntaló sus negociaciones con el PSOE sobre la investidura de Pedro Sánchez, desde Waterloo se han dado órdenes de neutralizar el liderazgo republicano en esta nueva etapa. De ahí las repetidas advertencias de Torra sobre un diálogo “vacío” que no ponga sobre la mesa la reclamación de un referéndum, por ejemplo.

Pero ese ímpetu independentista ha dejado al descubierto el flanco moderado de Junts per Catalunya que, sabedores de la debilidad de Puigdemont y Torra, marcan perfil y hacen valer su poder territorial. Hasta el punto de avisar de que, esta vez sí, no van a aceptar la imposición de un candidato desde Waterloo

Así, el debate interno en JxCat se resume entre quienes apuestan realmente por salir del callejón sin salida del procés, esto es, explorar las potencialidades de la mesa de diálogo, y quienes creen que desacreditándola se pueden ganar las elecciones. La senadora de JxCat Marta Pascal advertía este miércoles contra quienes utilizan la figura del mediador como excusa. E incluso se mostró esperanzada con sus resultados, aunque no sean inmediatos.