Representantes de FEMEN España en Barcelona

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Política

FEMEN España: "Tenemos que estar entrenadas para ser rápidas"

Este fin de semana han estado en Barcelona tres de las activistas de FEMEN España para participar en el Esperanzah World Music Festival con una charla sobre su proyecto de feminismo radical

15 septiembre, 2013 18:44

Las tres son estudiantes universitarias y tienen 21 años; asturiana la primera y madrileñas las otras dos. En principio, nada las distingue de cualquier joven de su edad pero, una vez que comienzan a hablar de FEMEN, se pueden apreciar claramente la firmeza de sus convicciones y su compromiso con el movimiento. "El activismo es duro", explica Lara, "por eso le digo a las interesadas que es mejor que se introduzcan poco a poco, que vayan aumentando su grado de implicación".

¿Qué es FEMEN? Según su propio manifiesto, "FEMEN es un movimiento internacional de mujeres activistas en topless que pintan sobre su cuerpo eslóganes y que están coronadas con flores. Las activistas de FEMEN son mujeres especialmente entrenadas físicas y moralmente para desempeñar acciones de un alto nivel de complejidad y provocación". El topless es una de las señas de identidad del movimiento -"¡nuestras armas son nuestros pechos!", proclaman- pero nunca es gratuito: en sus torsos desnudos siempre hay algún mensaje. Utilizan su cuerpo como arma política y proponen una nueva revolución sexual que se oponga a la erótica patriarcal y a la pornografía.

El desnudo de la mujer se acepta en ciertos contextos pero cuando es la propia mujer quien lo reivindica para protestas, incomoda. No usan, por lo tanto, su cuerpo como objeto de deseo y posesión de los hombres sino para lanzar de forma pacífica, no violenta pero sí agresiva contra el machismo y las instituciones que lo sustentan. Llaman sextremismo a esta forma de acción y no buscan que el cuerpo satisfaga a los demás sino que provoque. No quieren atraer a nadie, consideran que su misión es lograr que el poder se sienta incómodo.

Volviendo a la definición inicial de su manifiesto, les pregunto sobre la necesidad de los entrenamientos y me contesta Carlota: "Las acciones que realizamos conllevan alto riesgo y tenemos que estar preparadas y saber reaccionar ante los ataques de la policía o de otras personas. Los entrenamientos consisten en correr para coger forma y también hacer pesas para fortalecernos así como ejercicios específicos para que no se nos agarroten los brazos y manos cuando sostenemos las pancartas". Les pregunto qué ejercicios son esos y estiran los brazos y empiezan a abrir y cerrar las manos. "Parece una tontería -dice Carmen- pero cansa muchísimo". Para que haya una pauta en los entrenamientos y las posturas y forma de lanzar los mensajes de FEMEN sean iguales y, por lo tanto, reconocibles en cualquier parte del mundo, se realizan encuentros puntuales de activistas de los distintos países como el que ha tenido lugar este verano en París.

Y no hay que olvidar tampoco el entrenamiento psicológico porque sus acciones conllevan, además, una gran planificación estratégica y, sobre todo, porque las activistas se enfrentan diariamente a insultos y amenazas. Por poner un ejemplo, Inna Shevchenko, una de las más conocidas y carismáticas activistas del movimiento, recibe cada día un mensaje que dice "te vamos a matar, puta".

"Las acciones de FEMEN son un test democrático", afirma rotunda Lara, quien añade que "según son recibidas nuestras acciones se puede ver el nivel de democracia de ese país: en algunos lugares nos dan la mano; en otros, nos encarcela y se nos secuestra. Así ha pasado en lugares como Rusia, Bielorusia y Tunez".

¿Cómo surge este movimiento y cómo se financia?

La semilla de FEMEN surge en 2008 en Ucrania, un país en el que la palabra feminismo casi no se utilizaba, cuando unas jóvenes universitarias de orientación marxista realizaron una protesta en topless -siguiendo la estela del feminismo de los años 70- en una huelga por la subida del precio del agua. Pero fue, sin duda, a partir de sus acciones en la Eurocopa de 2012 en este país, cuando empezaron a conseguir relevancia internacional al manifestarse contra lo que consideraban medidas que impulsaban la legalización de la prostitución durante el campeonato.

Lara insiste en que ellas no actúan contra las prostitutas sino contra los hombres que las explotan y degradan al convertirlas en esclavas sexuales. Ese mismo verano detienen y condenan en Moscú a las cantantes del grupo de música punk Pussy Riot y las sextremistas ucranianas, como forma de protesta, cortaron una cruz con una motosierra en la puerta de una iglesia de Kiev, lo que supuso la apertura de una causa judicial contra ellas y su exilio a París. A partir de ese momento, el movimiento se internacionaliza a lo largo de todo planeta y acaba por tomar su impulso definitivo con el apoyo a la tunecina Amina y el encarcelamiento en Tunez de tres activistas europeas.

Les pregunto sobre la creación de FEMEN España y me contesta Lara que, tras seguir durante cierto tiempo las diferentes acciones de las activistas, se puso en contacto con ellas y empezó la creación del grupo en nuestro país junto a Indira, una joven de Cádiz que hoy ya no sigue en el grupo. Carmen y Carlota también seguían en las redes sociales el devenir de FEMEN y se pusieron en contacto con Lara a través de una dirección de correo que encontraron en su página de Facebook (joinfemenspain@gmail.com). Ahora mismo cuentan con un núcleo de diez activistas en Madrid, ciudad en la que se encuentra su sede central, y varias activistas repartidas por todo el país.

FEMEN lucha contra cualquier tipo de dictadura y en España, según palabras de Lara, "hacen especial hincapié en la oposición de cualquier tipo de fascismo y, en especial, aquel que reivindica la herencia franquista. Insisten también en su lucha contra las violaciones -ocho cada hora- y el feminicidio que supone la violencia machista en este país".

Se ha dicho que FEMEN está financiada por la CIA, por Estados Unidos, por Israel… cuando surge el tema, Carmen y Carlota se ríen ante semejante despropósito. Lara, sin embargo, se pone seria. "Me parece absolutamente intolerable que corran esos bulos. Nosotras acabamos poniendo dinero de nuestro bolsillo para esto. Aceptamos donaciones de dinero y material por personas que comparten nuestros métodos e ideas de combate pero jamás de ningún partido político, organización religiosa ni cualquier otra estructura de lobby. Además, vendemos ropa y merchandising con símbolos del movimiento y objetos artísticos hechos por nosotras mismas. Nuestras sedes están siempre en locales autogestionados, nunca en espacios cedidos por ayuntamientos y los abogados que nos defienden en las diferentes causas no nos cobran".

La táctica

FEMEN, según su manifiesto, "profesa el principio de apertura a los medios de comunicación, con el fin de asegurar la cobertura mediática máxima de su actividad revolucionaria que defiende los derechos de la mujer". Para ellas no es importante actuar en un lugar en el que haya muchas personas sino en donde haya mucha prensa porque es la forma de que sus protestas puedan llegar a un público lo más amplio posible. Las cámaras son para ellas, además, una forma de protección porque así queda registrado cualquier daño que se les pueda infligir. Esto último no es una cuestión baladí si tenemos en cuenta que las activistas han sufrido detenciones, torturas e incluso lo que se sospecha que fue un atentado en su sede central de París que provocó un incendio que por poco les cuesta la vida a las tres jóvenes que estaban allí durmiendo.

A diferencias de otros movimientos que desean para sus protestas el máximo número de manifestantes -de ahí las delirantes cifras de participación a las que estamos acostumbrados-, ellas planean acciones con pocas activistas, en las que siempre hay, por lo menos, una muy experimentada. Esto es así porque se trata de actividades complejas que suelen ir dirigidas a personas de gran relevancia política, económica o religiosa y por ellos deben actuar de forma muy rápida: en el momento en que aparece el personaje en cuestión tienen muy poco tiempo para salir corriendo e intentar llegar hacia él. "Una vez que te quitas la camiseta, vas a contrarreloj", explica Lara, "se ve a las feministas en topless que protestan contra las dictaduras y el patriarcado como peligrosas, altamente peligrosas, hasta tal punto que hay que detenerlas. Tenemos que estar entrenadas para ser rápidas, para ser reactivas, de forma que nuestro mensaje llegue bien fuerte".

En este tipo de activismo solo participan mujeres: "Se trata de nuestro empoderamiento -concluye Lara-, los hombres pueden participar como fotógrafos, ayudando con el diseño gráfico y cosas así, pero todas las decisiones las tomamos nosotras. Algunas malas experiencias en el pasado nos demuestran que es mejor que sea así". Se refiere, sin duda, a Victor Svyatski, que colaboró con el movimiento porque era amigo de una de las fundadoras pero acabó autoproclamándose líder del mismo lo que supuso su expulsión.

Feminismo del siglo XXI

Tras esta charla, las activistas se preparan para su aparición en la conferencia: tejanos, camisetas con los logos de FEMEN o Sextremism y la corona de flores que se ha convertido en su seña de identidad. Tras la lectura del manifiesto, toma la palabra Lara con un vibrante discurso en el que va desgranando la lucha de calle que ha aportado este movimiento al feminismo, muy encerrado en las últimas décadas en el ámbito del discurso académico. Después, Carmen y Carlota explican su experiencia personal como activistas. El público, expectante, escucha sus palabras y hay varios aplausos antes de llegar al final.

Después, turno abierto en el que se les pregunta sobre la financiación, la estructura de la organización, su relación con grupos de lesbianas y homosexuales… Al acabar, vuelvo a encontrarme con ellas y les digo que me gustan mucho sus coronas. Carlota me cuenta que se las hacen ellas misma y se la quita para enseñarme que está formada por una cinta de raso y una goma. "Tenemos varios modelos -me explica- pero estas son muy cómodas para las acciones porque no ocupa nada. La llevamos colgada en la cintura del pantalón y nos la podemos poner muy rápidamente".

Por si quedaba alguna duda, cada una de las apariciones en público de las sextremistas está perfectamente milimetrada y parece evidente que consiguen su objetivo principal: centrar la atención sobre ellas para poder lanzar sus potentes mensajes. FEMEN, feminismo del siglo XXI que utiliza las reglas de la sociedad de consumo para subvertir el sistema patriarcal.