Barcelona veta licencias comerciales en el Eixample

El Ayuntamiento de Barcelona ha decretado una suspensión de licencias comerciales en las calles de la futura supermanzana del Eixample. La moratoria de permisos a nuevos establecimientos musicales, de restauración y el comercio alimentario busca blindar el pequeño comercio mientras se redacta el proyecto urbanístico de expulsión de coches y motos, según el gobierno municipal. 

El Ejecutivo local aprobó ayer el veto en la comisión de gobierno y ha difundido la nota en el Boletín Oficial de la Provincia de Barcelona (BOPB). Afecta a las calles Girona, Consell de Cent, Comte Borrell y Rocafort y sus confluencias, las vías en las que el bipartito sociocomún quiere expulsar a los coches a partir de junio de 2022. 

Otra moratoria

El cerrojazo de permisos en el Eixample barcelonés es la enésima moratoria del gobierno municipal de Ada Colau en la capital catalana. El Ejecutivo local utilizó este instrumento urbanístico con frecuencia el pasado mandato: en 14 ocasiones, contó El País. 

En esta ocasión, el veto a los nuevos permisos afecta a cinco tipos de comercios: restauración, platos preparados, autoservicios, tiendas de conveniencia y actividades musicales. Este último epígrafe es un blindaje inútil, pues las actividades relacionadas con la noche son de imposible apertura en el Eixample por las normas de contigüidad con las viviendas. 

Proyecto polémico

El muro a nuevas licencias en la zona que ocupará la supermanzana del Eixample llega después de que el sector del motor estallara contra el plan de peatonalizar 33 vías del distrito central barcelonés. 

En paralelo a ello, arquitectos como Josep Lluís Acebillo, cerebro de la Barcelona olímpica y del Fòrum de les Cultures, también han cargado contra la expulsión masiva de coches de la trama urbana de la Ciudad Condal.